El foco mediático apunta de nuevo hacia María de Valdés. Cuatro meses después de colgarse la plata mundial en los 10 kilómetros de aguas abiertas, prueba olímpica en París 2024, la malagueña afincada en A Coruña afronta en Belgrado la última prueba preparatoria para los Juegos. Y no es una cualquiera, es todo un Campeonato de Europa.
María se lanzará a las 9.00 horas a las aguas del río Sava, en la isla Ada Ciganlija, en el centro de la capital serbia. Junto a ella, las mejores especialistas del Viejo Continente: la alemana y doble campeona mundial el pasado año en 10 y 5km, Leonie Beck; las italianas Giulia Gabbrielleschi, Ginevra Taddeuci y Barbora Pozzobon; las húngaras Bettina Fábián y Anna Olasz o la también española Ángela Martínez, bronce en una prueba de la Copa del Mundo y oro en otra del circuito europeo, las dos este mismo año.
De Valdés, nacida en Fuengirola hace 25 años pero residente desde hace siete en A Coruña y becada por el Club Natación Liceo, atendió a dxtcampeón desde Belgrado, donde lleva ya unos días con el equipo nacional: “Físicamente creo que llego bastante bien, con ganas y buenas sensaciones. Al bajar de hacer entrenos en altura me veo más confiada. Es un punto más para ver dónde nos encontramos y seguir trabajando duro los últimos meses hasta los Juegos”, analizó María.
Disfrutar el proceso es uno de los objetivos de la subcampeona mundial, que ha superado importantes baches personales: quedarse fuera de los Juegos de Tokio 2020, las lesiones, el fallecimiento de su padre... “Mentalmente tengo que seguir trabajando bastante y es lo que más me está fallando, pero el equipo que tengo detrás me está ayudando para salir adelante y afrontar este proceso de la mejor manera posible y, sobre todo, poder disfrutarlo”, se sincera.
El objetivo de la liceísta en Belgrado es “hacer una buena carrera, estando con las mejores en cabeza, y disfrutar de la prueba”, insiste De Valdés, que se toma el Europeo como “un entrenamiento, la última toma de contacto para los Juegos”.
Su programa en la capital serbia incluye además la carrera de 5 kilómetros –el jueves– y el relevo mixto –el sábado–, otras dos oportunidades para competir y afinar su punto de forma de cara a París. La cuenta atrás ya ha comenzado: en su caso faltan 57 días. Mientras, María sigue nadando.