El Deportivo Liceo más dominador ya huele los cuartos de final de la Champions. Hizo los deberes ante el Valongo en otro ejercicio de solidez (2-0) y pone fin a una racha de 20 partidos y casi diez años sin ganar a un equipo portugués. Con su segunda victoria en Europa supera en la tercera plaza del grupo B al Oliveirense, que tiene los mismos puntos (nueve), y se distancia del propio Valongo (cuatro). El quinto partido del equipo coruñés con la portería a cero en la temporada, cuarto en 2025 y tercero consecutivo, evidencia el compromiso defensivo del bloque y el excelente momento de forma del portero Martí Serra. Los goles de Arnau Xaus y Jacobo Copa en el mismo minuto rubricaron el triunfo.
 

La noche comenzó con una curiosa anécdota tras la salida a pista de los dos equipos: los hombres de Juan Copa tuvieron que volver al vestuario para cambiar la camiseta verde por la blanca. Y es que el Valongo vistió también una elástica verde pese a que el utillero local les había avisado. Casualidad o no, el engorro retrasó el inicio del partido un par de minutos. No descentró a los coruñeses, ni mucho menos, si es que eso pretendían los visitantes.
 

Y es que no pasaban ni 30 segundos de juego cuando Bruno Saavedra recuperó una bola en campo propio, aceleró y encaró la portería rival. Solo el poste evitó el 1-0. Tuvo dos ocasiones más el equipo coruñés dentro de los tres primeros minutos: una pared de Nil Cervera con César Carballeira que el ‘5’ remató al ‘muñeco’ y otra a bocajarro del coruñés, que también desvió el portero visitante, Gonçalo Bento.
 

Superado por la tromba liceísta, pero todavía vivo, el Valongo trató de parar el ritmo: tiempo muerto, un jugador al suelo por aquí, una falta por allá... El primer intento portugués fue una internada de Kyllian Gil, el hijo de Pedro Gil, leyenda del hockey mundial que se retiró el pasado verano.  Y el segundo un palazo de Carlitos Ramos. Los dos sin apuros para Serra.
 

El Liceo, a lo suyo, inclinó la pista hacia la portería lusa. César casi sin ángulo, Dava Torres con una volea marca de la casa y Bruno con la pala exigieron a Bento. La más clara también fue del capitán, que remató alto totalmente solo tras un gran pase de Cervera. Las rotaciones le sentaron bien al equipo verdiblanco: entró con ganas Fabri Ciocale, protagonista de dos peligrosas jugadas consecutivas. También Jacobo Copa, que se coló entre dos rivales y probó a Bento. El gol estaba al caer. Y cayó por partida doble.

Pim, pam, pum

Minuto 14: Arnau Xaus recibe en tres cuartos de pista, se perfila y hunde la bola en la escuadra con un palazo imparable para el meta portugués. Saca el Valongo de centro, roba Nil cerca de su área y sale como un cohete. Asiste al segundo palo y ahí está Copa para remachar a la red. Conexión entre los compañeros en la residencia del Colegio Liceo La Paz y dos goles de los nuevos fichajes. Entre el 1-0 y el 2-0 pasaron solo 15 segundos, un golpe de autoridad y ventaja doble.
 

El Valongo se revolvió y los árbitros señalaron penalti por un supuesto derribo de Xaus sobre Gil. Ramos asumió la responsabilidad del lanzamiento, pero se topó otra vez con el muro Serra. Volvió a insistir el Liceo, en busca de un tercer gol para afrontar con tranquilidad la segunda mitad. Lo acarició Xaus, que no fue capaz de superar a Bento tras un precioso y precioso pase de Jaco. También César, con un penalti cometido sobre él mismo. O Neno do cole, especialista desde el punto fatídico, cogió la bola y, cuando ya preparaba la pala, el técnico visitante Renato Garrido paró el partido, una táctica habitual de Juan Copa para descentrar al lanzador. Funcionó y el partido se fue con 2-0 al descanso.
 

En la segunda mitad volvió a aparecer la versión más sólida del Liceo. Le dio su cuota de protagonismo y posesión al Valongo, pero era parte del plan. Se cerró alrededor de Serra, que evitó las contadas llegadas con peligro de los portugueses, la más clara un remate franco de Gil que el portero desvió con el casco.
 

Final de Benny Hill

El partido agonizó sin más sustos y con una extraña jugada, propia de Benny Hill: César y Dava se marcharon solos a dos minutos del final, tuya, mía y el ‘5’ definió a placer, pero el gol no subió al marcador y uno de los árbitros se disculpó ante las airadas protestas portuguesas y la sorna del capitán liceísta por no parar antes el juego.

Más allá de la anécdota, el Liceo ya es tercero del grupo. Suma nueve puntos, los mismos que el Oliveirense, por los cuatro del Valongo y con solo tres partidos en juego. Una victoria la próxima semana ante el débil Quévert (jueves 6 de febrero, 20.30 horas), otra vez en Riazor, podría certificar la clasificación matemática del equipo coruñés para los cuartos de final de la Champions. Ya están en los cruces el Benfica y el Trissino.
 

No juega las eliminatorias el Liceo desde 2018. Y no alcanza la fase final desde 2012, la última vez que levantó el título. Anoche dio un paso más en su camino hacia la gloria europea que tanto anhela. Antes, sin respiro, vuelve a la OK Liga: este domingo a las 12.00 horas contra el Vic, también en el Palacio.