Zach Monaghan (Palatine, EEUU, 1 de diciembre de 1992), el jugador extranjero con más partidos (192) en la historia del Básquet Coruña, se retiró prematuramente en 2023. Ahora trabaja en la organización de Chicago Sky, equipo de la WNBA, y no se olvida del club en el que jugó durante seis temporadas, la última fue la 21-22. A Coruña tampoco olvida a su mago favorito.
Empezasteis 6-2 y fuistes muy regulares hasta que llegó la crisis de anotación. ¿Qué pasó?
Nada especial. Es baloncesto, y hay rachas buenas y rachas malas. Siempre pasa.
Terminasteis la fase regular ganando seis de los últimos ocho partidos, sin embargo, la sensación desde fuera era de un equipo fuera de punto, medio roto. La serie ante el Girona lo confirmó. Un Leyma irreconocible, impotente.
¿Sí? Desde dentro no teníamos esa sensación. Estábanos preparados para la batalla contra el Girona y Marc, pero es cierto que no llegamos a los playoffs en la mejor forma. Aunque todos los días trabajábamos muy duro en los entrenamientos.
Fiché por el Marín porque no me quería ir de Galicia
¿Sospechabas que el último partido esa eliminatoria sería el último de Zach Monaghan con la camiseta del Básquet Coruña? ¿Habías hablado con la directiva antes de acabar la temporada?
No. Porque no hablé con el club hasta después de acabar la temporada.
¿Hubo oferta de renovación?
Sí, pero no sólo era una cuestión de la directiva, sino de que iba a haber nuevo entrenador. Nos reunimos con ellos y a mí y a mi agente no nos convenció. Y fiché por Marín porque no me quería ir de Galicia.
¿Fue una forma de seguir cerca de A Coruña por si volvían a llamarte?
Noooo... (risas). Aunque claro que me hubiese gustado volver. Como te dije antes, no quería irme de Galicia.
También sigo al Dépor y al Liceo. Fueron muchos los vínculos con la ciudad
¿Echas de menos algo de A Coruña?
Sí, claro, pero aquí estoy en mi casa. Coruña es una ciudad muy bonita, muy cómoda y en la que estuve bien, pero cuando estaba ahí también echaba de menos cosas de Chicago.
¿Qué supone para un chico de una modesta ciudad de Illinois haberse convertido en ídolo del equipo de una ciudad de 250.000 habitantes a 6.000 kilómetros de casa?
Está muy bien, pero mi sueño ha sido siempre jugar al baloncesto. Y he jugado toda la vida. En Coruña disfruté mucho, pero no sólo jugando, también entrenando día a día. Sentía que en el equipo éramos una familia y que yo en Coruña no era extranjero.
Llegaste en 2015 y te marchaste siete años después. ¿Cambió mucho el club en ese tiempo?
La verdad es que sí. En muchas cosas. No dejaba de crecer cada año. Cuando llegué había 200 abonados y después no pararon de crecer.
Me gustaría ver a gente joven con mi camiseta, pero no sé si me recordarán
Tuviste tres entrenadores: Tito Díaz, Gustavo Aranzana y Sergio García. ¿Con cuál de ellos te sentiste más cómodo jugando?
Con Gustavo.
Esperaba que dijeras Tito.
Con Tito también, porque nuestro baloncesto era correr mucho, y eso a mí me iba muy bien. Fue como dos piezas de puzle que encajan perfectamente.
¿Seguiste de alguna manera al equipo esta última temporada?
No puede ver partidos en directo, pero sí lo fui siguiendo como pude. Y también al Dépor y a Liceo.
Sorprendente.
En los años que estuve ahí fueron muchos los vínculos con la ciudad. Y además me gustan mucho todo los deportes.
Cuando llegué había 200 abonados y después no pararon de crecer
Casi 200 partidos defendiendo la camiseta naranja. ¿Sientes que una parte del ascenso es tuyo?
Bueno... Yo disfruté muchísimo cumpliendo mi sueño, que es jugar al baloncesto, lo que más me gusta en la vida.Estoy muy contento con que el club haya llegado a la ACB. Quiero mucho al Básquet Coruña y quiero que todo le vaya lo mejor posible.
Pero la temporada de tu llegada fue la que marcó el despegue de la afición. Y eres el jugador más emblemático, más admirado y recordado, del camino que ha acabado en la ACB.
Tal vez un trocito sí es mío. Pero prefiero quedarme con lo bien que me lo pasé, con la satisfación de darlo todo en cada partido y en cada entrenamiento, con estar cerca de los aficionados, de los niños... Yo soy uno de esos niños, pero uno que ya ha podido cumplir su sueño. Me gustaría ver a gente joven con mi camiseta, pero no sé si seguirán recordándome dentro de treinta años (risas).
¿Volveremos a verte por A Coruña? ¿Tal vez para un homenaje?
Sí. Tengo ganas de volver.