Aleix Font (Barcelona, 1998) está de vuelta en la ACB, el objetivo que se marcó cuando, hace tres temporadas, dio un paso atrás para coger el impulso necesario para hacer carrera en la máxima categoría nacional. Y está cómodo, según confiesa, gracias, en gran parte, por el grupo humano y deportivo en el que está integrado. Mañana se enfrenta al equipo en el que jugó durante dos temporadas.
¿Cómo fue su experiencia en el Zaragoza?
Bien. Aunque un poco tormentosa en el sentido de que en dos temporadas tuvimos cinco entrenadores. A mí me fichó Pep Cargol, que era el director deportivo, y tenía a [Diego] Ocampo como entrenador. Desspués Ocampo salta y me renueva [Jaume] Ponsarnau, pero a mitad de temporada también salta... Los que confiaban en mí inicialmente, saltaban, y en el momento que lo hacían, el entrenador que venía dejaba de tener confianza en mí. Sobre todo por era joven. Entonces no era tan maduro no era tan buen jugador. Pero tengo muy buen recuerdo y conservo muchos amigos en el club. De hecho, cuando vuelve a Barcelona en coche siempre paro allí.
¿Ve alguna diferencia, a nivel objetivos, entre aquel y el actual Zaragoza?
Sí. Con Porfi [Fisac] tuvieron una muy buena época hace cinco o seis, y lo han vuelto a fichar para inentar construir otro proyecto ganador. Es un proyecto más ambicioso, el presupuesto también es un poco más elevado y también está jugando competición europea. Zaragoza siempre ha querido tener un equipo de gran ciudad.
Hay que dar un paso más y ser un poco más perfectos
¿Podría acusar de alguna manera el hecho de haber jugado entre semana?
Los equipos ya se forman pensando en eso. Ayer [por el miércoles] no jugaron tanto los que más minutos tienen en la ACB; ellos ya lo tienen en cuenta en su planificación de cargas y lo único que les hace jugar en Europa es tener más entrenamiento a ritmo real y que los jugadores se conozcan mejor. Así que creo que juega a su favor.
¿Qué destacaría del Zaragoza?
Es un equipo con mucho peligro interior, con Dubljevic y Sulejmanovic; ambos tienen la amenazan de poder jugar indistintamente el pop y el roll, lo que dificulta mucho al rival la defensa del pick & roll. También hacen mucha defensas variantes. Hay que estar preparados para un partido, como todos los que van a ser en el Coliseum, en lo que tenemos que hacer sudar y trabajo mucho a los equipos que vengan.
¿Aprietan más 9.000 en el Coliseum que 4.000 en Riazor?
Mi sensación en la pista es que ahora se nota muchísimo más. En Riazor se notaba mucho, porque es más pequeño, pero en el Coliseum la gente está más cerca. Y está hecho de que aquí [la entrevista se hizo en el Multiusos] haya más de doble personas (risas). No lo he hablado con mis compañeros, pero mi sensación personal el que aquí se nota más.
La victoria contra el Madrid está en mi top-5 de momentos felices
Dos partidos en casa. Uno ganado al vigente campeón y el otro peleado contra el, posiblemente, equipo más en forma de Europa. Al margen de los tiros libres, ¿qué faltó para meterle mano al Unicaja?
Detalles. Hubo momentos en que pegamos el arreón pero ellos también estuvieron muy lúcidos. Un triple que nos meten y nos rompe la racha, un par de balones perdidos que te castigan demasiado... Creo que fueron detalles. Y somos conscientes de que para ganar a estos equipos tenemos que hacer un partido prácticamente perfecto. Igual que somos conscientes de que hicimos un muy buen partido, como contra el Gran Canaria, pero son equipos de mucho nivel y hay que entender la realidad en la que estamos y que hay que dar un paso más y ser un poco más perfectos, porque sabemos que puede haber días que juguemos bien y perdamos. Las sensaciones son buenas, ahora falta conseguir los resultados.
Hablando de realidad, y poniendo todo en la balanza, ¿el 1-3 es un buen balance? Aun entendiendo que la idea es ganar todos los partidos.
Yo diría que no, porque querríamos estar 4-0, por supuesto. Pero sí que es verdad que pones en equilibrio el nivel presupuesto, el equipo en el que estamos, el respeto de los árbitros... Haber ganado al Madrid nos llena de orgullo, pero tenemos que intentar obtener resultados, porque si no está sensación de estar bien se va a ir.
¿Está la victoria contra el Madrid en su top-10 particular de momentos felices?
Totalmente. Y en mi top-5 también (risas). No sabría decirte el puesto, pero está ahí arriba.
Nos veo bastante capacitados para estar más arriba
Quedan treinta partidos. ¿Cuántas victorias cree que pueden bastar para lograr la permanencia?
Siempre se ha dicho que unas doce o trece. Espero que consigamos bastantes más. Nos veo bastante capacitados para estar más arriba.
¿En qué considera que tiene el equipo más margen de mejora?
Buena pregunta. [se lo piensa unos segundos]
¿No lo tiene claro?
No, porque creo que podemos mejorar en muchos aspectos, pero no sé cuál es el que sería más...
Una pista: ¿pérdidas?
Sí... Pero son una consecuencia de diferentes aspectos del juego, no todas vienen de la misma manera.
¿Mejor aprovechamiento del rebote de ataque?
Me has hecho un análisis más bueno del que está pensado yo (risas). Además de las pérdidas también nos penaliza mucho el tema de los primeros segundos de los rivales; tenemos que estar sólidos en este aspecto. Casi todas las charlas de Epi empiezan diciéndonos que uno de nuestros talones de Aquile es ese y que tenemos que mejorar mucho en este aspecto. También es cierto que hemos jugado contra equipos que explotan mucho eso. El rebote, en general, que fue una asignatura pendiente en los partidos de pretemporada, hemos hecho un gran sobreesfuerzo para mejorarlo y está dando sus frutos. Esto, mezclado con ir familiarizándonos, sobre todo los jugadores nuevos, con los sistemas ofensivos, nos mejorará como equipo.
Hemos hecho un gran sobreesfuerzo para mejorar en rebote y está dando sus frutos
Han ganado el último cuarto de los cuatro partidos. ¿Es un indicio que la batería del Leyma es de larga duración?
Gus [Gago] nos prepara muy bien (ríe). Por esto y también por el estilo de rotar que tiene Epi, en el que no jugamos mucho minutaje ninguno de nosotros, y eso nos hace llegar bien a los finales de partido.
Finales de partido, salvo en Andorra, relevantes. Uno para ganar y dos para mantener opciones hasta casi el último minuto. ¿Es un valor añadido?
Totalmente. Es una de las características del equipo. Para nosotros es importantísimo tener este carácter luchador, de no bajar nunca los brazos. Entre nosotros nos lo repetimos mucho y queremos que la gente se sienta identificada con nosotros por eso. Y además somos conscientes de que cualquier punto podría ser muy importante para cualquier averaje final. El año pasado, por ejemplo, el Obradoiro bajó por un punto. Sabemos que tenemos que jugar perfectamente cada minuto de cada partido. Y esta exigencia se nota.
En su presentación como jugador del Leyma dijo que bajabas a Oro con la intención de coger impulso para volver a la ACB. ¿Pensaba que iba a volver con este equipo?
Lo hablé en verano con bastante gente. El proyecto que me presentaron Epi y el clum me pareció súper atractivo. Y yo creía, de verdad, que era la manera de hacerlo. Después, mis expectativas se han visto superadas, porque además hemos hecho un grupo de gente que también nos encontramos muy bien fuera de la pista, y estoy muy orgulloso. En el momento en que estás dos o tres años en un sitio, eso se nota en tu juego. La vida del deporte profesional puede ser muy inestable, y en el momento en que tienes estabilidad hace que todo en la pista te vaya mejor. Creo que ahora estoy desempeñando un juego mejor que el que podría estar desempeñando en otros equipos, precisamente por esto. Habrá jugadores que estén más cómodos en el caos, pero yo soy bastante cuadriculado (risas) y disfruto del control.
Para nosotros es importantísimo tener carácter luchador, de no bajar nunca los brazos
¿Es por ello la sensación que esta temporada se le ve más suelto y cómodo en cancha?
Es una buena observación, y tienes razón. Ahora mismo me noto muy cómodo, con una solidez que hacía tiempo que no sentía, de saber exactamente lo que tengo que hacer. Es cierto que en la ACB los roles se marcan mucho más, y tengo muy claro cuál es el mío y lo que tengo que hacer para ayudar al equipo.
Es su tercera temporada en A Coruña. ¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la ciudad? ¿Algún hallazgo concreto?
El otro día fui a comer a un restaurante, detrás de María Pita, hacia la Ciudad Vieja... Voy descubriendo sitios porque mi mujer es súper sibarita (ría). Antes nos limitábamos mucho a la zona más clásica y ahora vamos explorando más hacia afuera.
No se come mal por aquí...
Se come increíble. Y estamos encantadísimos. Y encima somos una pareja bastante sociable y constantemente nos vienen visitas de Barcelona. Hacemos planes con un montón de gente y siempre intentanos ir a sitios en los que no hemos estado. Tenemos una lista interminable, y hemos repetido en muy pocos sitios. Nos gusta mucho Caión. Nos encanta por el marisco, y como la gente que te viene a visitar viene con la idea de "Galicia, marisco"... Tenemos la sensación de que desde el año en que llegamos hasta este han aumentado en la ciudad el número de restaurantes y de opciones. En verano fuimos con Olle Lundqvist y su novia a probar restaurantes nuevos. A Coruña se mueve y se moderniza mucho. En comparación Santiago, que jugué allí una temporada, aquí es todo más cosmopolita; Santiago es o muy gallego clásico o muy orientado al turismo. Aquí es como más gourmet, que personalmente es lo que más me gusta.
En A Coruña se come increíble; mi mujer y yo estamos encantadísimos
Nutrición de luxe al margen, ¿algún rincón especial?
Vamos bastante a ver la puesta de sol al Portiño. Vamos con el perro y así aprovechamos y damos el paseíto de la noche. Es un rincón que descubrimos hace un año o así, nos gusta mucho y cada vez vamos más.
¿Como día es un día de Aleix Font sin baloncesto?
Me cuesta mucho estar más de dos horas con la misma actividad. Soy bastante inquieto en este aspecto. Sigo estudiando; el año pasado acabé educación primaria bilingüe y ahora estoy haciendo filología inglesa. Ahora estoy bastante con este tema. También me gusta tocar el piano; estoy aprendiendo desde hace dos años, con un teclado. Así que estudiar, música, comer fuera (risas), vermutear... Somos muy sibaritas en eso.
¿Cocina?
Sí.
Me cuesta mucho estar más de dos horas con la misma actividad
El sibarita suele cocinar, y cocinar bien.
Cocinar bien..., ya no tanto (risas). Julia [su esposa] cocina mejor que yo. Ella teletrabaja, así que la comida la suelo hacer yo; con la cena sí que nos repartimos. Me gustaría cocinar mejor, pero siempre prefiero ponerme a estudiar o al piano que dedicarle dos o tres horas a cocinar.
¿Es capaz de desconectar por completo del basket?
Sí, Y de hecho, lo necesito; necesito hacer otras cosas.