La clasificación pone a cada uno en su sitio, o eso dicen, pero el CRAT Residencia Rialta está lejos del lugar que le corresponde. Bicampeón de la División de Honor (Liga Iberdrola desde 2017) y otras cuatro veces finalista, el equipo coruñés completó una primera vuelta decepcionante en materia de resultados.
Quinto en la tabla con dos victorias y cinco derrotas, las cuatro últimas consecutivas, está solo un punto por encima del Eibar, que marca el ‘playout’ de permanencia, y nueve por debajo del Sant Cugat, que cierra los puestos que dan acceso a los ‘playoffs’ por el título.
“El término decepcionante puede dar lugar a confusión, pero la decepción es mía porque sé que entrenamos mejor de lo que jugamos y no nos han salido las cosas, ni hemos tenido un ápice de suerte”, reconoce Jos Portos, uno de los entrenadores del CRAT, que se agarra al potencial de una plantilla diseñada para jugar las eliminatorias de postemporada.
“Lo mejor es que tenemos potencial y recursos para salir de esa zona en la que estamos. Lo peor, la falta de efectivos en determinadas posiciones que nos va a costar suplir: lesiones, ausencias y bajas hacen que haya puestos muy cojos”, asume.
Y es que los problemas de lesiones han sido una constante en la plantilla del CRAT desde que comenzó la temporada. La ausencia más significativa es la de Sina Hetet. La potente ‘8’ neozelandesa de 20 años sufrió un esguince de ligamento lateral interno de su rodilla derecha y no volverá a jugar esta campaña.
Pero la baja de Sina no es la única: Alborota, Alevín, Estela, Jess, Maica y Nicky también han pasado por problemas físicos que les han dejado uno o dos partidos fuera de juego. Aún hay más: Antúnez, Buri, Gutis, Leyre, Marina, Mariana y Samsonova ni siquiera han podido debutar en la Liga Iberdrola 2022/23.
La lacra de las lesiones ha reactivado el trabajo de la dirección deportiva, que peina el mercado de fichajes para reforzar una plantilla bajo mínimos en algunas posiciones.
Sin tiempo para el lamento, la segunda vuelta comienza para el CRAT el próximo domingo en Sant Cugat antes del parón navideño. Con cuatro derrotas como visitante, ganar en Cataluña es casi una obligación, 80 minutos para convertir la decepción en ilusión.
“Tenemos que remar mucho y ganar fuera. El próximo partido es un ‘match-ball’ para los ‘playoffs’. Si lo conseguimos, el calendario es favorable para nosotras, con cuatro partidos en casa y será una inyección de moral. La mayor ilusión es que juguemos como entrenamos en esta segunda vuelta”, desea Portos.