Emma Ordóñez Lojo (28 de febrero del 1999, Boiro) saltó el pasado sábado a la pista con unas molestias en el tendón supraespinoso de su hombro derecho. No le importó. La receptora del Autos Cancela Zalaeta coruñés fue clave en la victoria contra el Fedes Ascensores La Laguna (3-2). Anotó 27 puntos, con dos saques directos y un 52% de eficacia en el remate. Pasó de ser duda hasta la última hora a convertirse en la MVP de la jornada 3 en la Superliga 2.
“Creo que es la primera vez que llego a tantos puntos. Partiendo de la base que había una posibilidad de que podía no jugar el partido, a jugarlo y hacerlo muy bien, el premio me hace mucha ilusión”, se sorprende Emma, que en su anterior etapa con el Zalaeta (cuatro temporadas entre 2016 y 2020) ya fue elegida como mejor jugadora de la jornada en varias ocasiones.
“En mis últimas temporadas con el Zalaeta lo conseguí alguna vez”, admite. No así en su paso por la Liga Iberdrola las dos últimas temporadas, con el Haris de Tenerife (20/21) y el Sayre de Las Palmas (21/22): “La exigencia es mayor y nunca tuve tantos minutos”, reconoce.
Después de dos años en la élite, la boirense decidió bajar un escalón el pasado verano: “Se podría considerar un paso atrás para coger impulso y volver hacia delante, pero yo creo que en todos los equipos y en todas las categorías se puede aprender un montón. Probé dos años fuera y ya tenía ganas de volver a casa. En A Coruña es donde me siento más cómoda”, explica.
La vuelta de Emma le da al Zalaeta un importante salto de calidad en la plantilla: “Para nosotras es una jugadora fundamental, tanto en la recepción como en el ataque. Se notan esos dos años que ha estado en la Superliga: es una jugadora más hecha y que nos da un plus de nivel e intensidad en los entrenamientos. Otra ventaja es que nos conoce y no tiene que adaptarse”, celebra el técnico Jorge Barrero, que reclutó por vez primera a la receptora para el equipo coruñés después de su paso por la concentración permanente de la selección española en Soria con 15 y 16 años.
“Fue bastante duro acostumbrarme a esa dinámica: por las mañanas íbamos al instituto, luego a comer rápido antes de entrenar por las tardes, así todos los días. Aprendí un montón y me di cuenta de que lo que más quería en la vida es jugar al voleibol”, recuerda la jugadora barbanzana, que se define como una multiusos en la pista: “En mi posición tengo bastante amplitud en el juego, pero me caracterizo por recibir y atacar”.
De vuelta en A Coruña para finalizar sus estudios de Fisioterapia, Emma se muestra ambiciosa con el potencial del Zalaeta, que ha empezado la temporada con tres victorias: “Tenemos un equipo muy competitivo, conservamos el mismo bloque de otras temporadas con jugadoras nuevas que nos dan un plus de calidad. Al conocernos todas desde hace años nos compenetramos desde el minuto 1 y tenemos buen ritmo de juego. Creo que lo podemos llevar hasta la Copa Princesa e incluso jugar la fase de ascenso”.
El triunfo del sábado contra La Laguna, uno de los favoritos al ascenso, es un aviso: “Fue un partido igualado, bonito, ajustado hasta el final. En el ‘tie-break’ llegamos a perder 8-12 (ganaron 17-15) y pensaba que no íbamos a conseguir remontarlo...”, detalla la jugadora de Boiro. Entonces apareció su maltrecho brazo derecho para resolver. El domingo, nueva piedra en el camino: el potente Leganés.