César Carballeira (10 de febrero de 1996, A Coruña) es una de las tres patas que sostienen la identidad del Deportivo Liceo junto al capitán Dava Torres y el entrenador Juan Copa. El coruñés, que pasó por todas las categorías inferiores del club verdiblanco antes de dar el salto al primer equipo, vivió los dos últimos títulos de la OK Liga, separados por nueve años. En el primero era todavía un adolescente con un papel menor en la plantilla, en el segundo, hace solo unos meses, era ya una pieza indiscutible.
César atendió la llamada de este diario durante la semana de vacaciones navideñas para hablar del pasado reciente, el presente y el futuro de su equipo. El '5' verdiblanco pasa página a su ausencia en el Mundial, mira hacia delante y le motiva especialmente el regreso de la Liga Europea, el único título que le falta por levantar con el Liceo.
Ha pasado una semana desde el último día que te pusiste los patines, ¿los echas de menos?
A veces viene bien descansar unos días, pero nuestra vida es una rutina y, al final, se echa de menos. Ayer (por el jueves) Dava se puso los patines mientras yo hacía cardio en la bici y me entraron ganas. Lo comentaba con Copa, sin entrenar nos aburrimos un poco.
Es un descanso activo.
Sí, aunque tengamos una semana de vacaciones tenemos que entrenar igual por nuestra cuenta. Hay un plan de trabajo, pero podemos cumplirlo a la hora del día que queramos.
Se acaba el 2022.
Es un año que quedará para el recuerdo, tanto para mí como para mis compañeros y para la gente que nos sigue.
¿Qué significa para ti ganar la OK Liga?
Es algo inexplicable. He podido ganar otros títulos, pero ninguno como la OK Liga. El Liceo tiene ocho y hacía ya nueve años que no la ganaba. En 2013 yo ya participaba, pero no como ahora. Con motivo del libro del 50 aniversario del club (‘50 años, 50 miradas’ de María Varela y Rubén Darío Domínguez) te das cuenta de que hay grandes jugadores que no consiguieron una liga en el Liceo. Y eso me hace valorarla más que otras competiciones. Además, rompiendo la hegemonía del Barça.
Hay grandes jugadores que no ganaron la liga con el Liceo y eso me hace valorarla más
¿Tuviste que pagar alguna apuesta o cumplir alguna promesa?
Aposté con el peluquero en noviembre o diciembre del año pasado que si ganábamos me teñía la cabeza de leopardo. Tuve que llevar la cabeza un mes así, pero no busques fotos que no las vas a encontrar (risas).
¿Eres tan supersticioso como dicen?
Uf. Muchísimo. No hay nada que haga en el día a día que repita los días de partido. Soy maniático y punto.
¿Alguna manía en particular?
Voy a cada partido de casa con la misma ropa. La que uso el primero de la temporada es la que guardo para el resto de partidos.
¿También eres maniático en tu día a día?
No. Casi todas las manías, rutinas y TOCs son por el hockey.
Siete bajas respecto a la plantilla campeona de la OK Liga, ¿cómo viviste el proceso?
Lo empezamos a saber por estas fechas o a finales de enero. Teníamos un grupo muy bueno, que nos llevábamos genial y fue una putada. En el vestuario hablamos de disfrutar y luchar por ganar la liga sabiendo que el grupo se iba a deshacer. Lo decidimos entre todos y lo conseguimos. Nos quedo un muy buen sabor de boca.
¿Crees que se pudo hacer algo más para renovar a alguno de tus excompañeros?
La situación de cada uno de los siete jugadores es distinta y no sé si era posible o no renovarlos a todos. Cada jugador tuvo sus opciones, aquí y en otros sitios, pero eligieron su propio camino para hacer su carrera y hay que respetarlo.
En el vestuario hablamos de ganar la liga sabiendo que el grupo se iba a deshacer
¿Tuviste ofertas para marcharte del Liceo?
No me llegó ninguna oferta porque tenía contrato.
Acabas esta temporada, ¿te gustaría seguir?
Soy coruñés y liceísta, claro que me gustaría seguir. Y en eso estamos trabajando.
¿Cómo valoras la primera parte de la temporada 2022/23?
Del año pasado a este cambiamos a un montón de jugadores. Menos tres (Dava Torres, Àlex Rodríguez y el propio César Carballeira) son todos nuevos. Sabíamos que nos iba a tocar adaptarnos los unos a los otros y antes del parón se incorporó Pol (Manrubia) y tocó volver a acoplarnos. Tuvimos partidos en los que no salieron los resultados como queríamos, contra Noia, Barça o Calafell, pero seguimos en la misma línea, trabajando día a día con el mismo objetivo: estar en plena forma a partir de de Navidad. Ahora empieza lo gordo.
¿Te motiva especialmente el regreso de la Liga Europea?
Sí. En enero ya empezamos con la fase de grupos. Me apetece jugar en otros países: Francia, Italia, Portugal… Cuando son equipos más pequeños se llenan las pistas y el ambiente es increíble. Y aquí también tira más un partido de Champions que uno de liga. El regreso de la competición es algo que nos viene bien a todos los clubes.
La Asociación de Clubes se enfrentó a la World Skate Europe por el formato. Querían uno similar al de la Euroliga de baloncesto, pero se ha reducido a dos rondas previas, una fase de grupos y la Final a Ocho.
Tener un partido de Champions cada semana con un equipo grande de Europa sería increíble para el hockey, pero plantearon este formato para que puedan entrar más equipos y esto es lo que hay.
¿Cómo llevas no jugar en Europa hasta enero?.
No jugar Champions hasta enero nos fastidia un poco, pero con el parón del Mundial tampoco había mucho tiempo ni espacio en el calendario.
Tener un partido contra un equipo grande de Europa cada semana sería increíble
Dos títulos de la OK Liga, una Copa del Rey, dos Supercopas, una Copa Continental y una Intercontinental, solo te falta la Champions, ¿levantarla es tu objetivo con el Liceo?
Claro. Es la que me falta. No hay nada imposible menos jugando en el Liceo.
¿Cómo te sentó la ausencia en la convocatoria del Mundial?
Me fastidió, pero no es mi decisión, es del seleccionador y no puedo estancarme. Tengo que entrenar más y mejor para que vuelva a llamarme.
¿Te dio alguna explicación el seleccionador?
No he vuelto a hablar con él desde que salió la lista del Mundial. Supongo que sería por pequeños detalles.
¿Cómo viste el Mundial?
Como uno más del grupo. En el partido de cuartos, que lo estaba viendo con Fabri (Ciocale), lo pasé bastante mal, con angustia. Iban detrás del marcador todo el partido, hasta perdiendo de dos y, al final, se quedaron fuera en los penaltis. Fue una pena muy grande, pero el mérito es para Francia.
En unos días vuelves a un entrenamiento de control.
Hace tiempo que no voy a uno, pero supongo que seguirá la misma dinámica que una preselección, para ir viendo cómo estamos.
Dava es el mejor capitán que puede tener el Liceo
César es una de las voces más autorizadas en el vestuario y la pista del Liceo. El coruñés define en pocas palabras el impacto de algunos nombres importantes en la actual plantilla y el cuerpo técnico del equipo verdiblanco.
Juan Copa: “El míster. Gracias a él somos el equipo que somos”.
Dava Torres: “Amigo, apoyo y el mejor capitán que el Liceo puede tener”.
Àlex Rodríguez: “Otro amigo y un catalán, liceísta y coruñés que hemos metido en nuestra dinámica”.
Marc Godayol: “La clave de que todos los jugadores estemos como estamos. Y una de las personas que aguanta más caña. Siempre sabe cómo responder”.
Pol Manrubia: “Dinamita, tanto en la pista como en el vestuario”.