Pabellón maldito. En eso se puede calificar el Lalín Arena, pabellón que visita este fin de semana, para el Attica21 Hotels OAR Coruña en esta Primera Nacional.
Y es que el conjunto herculino, en las últimas diez temporadas –aunque sólo se enfrentaron en nueve ocasiones– sólo ha conseguido puntuar en tres, logrando dos victorias y un empate.
El Balonmano Lalín siempre ha rendido muy bien en su pista, una de las más complicadas de ganar en la categoría de bronce del balonmano español y el OAR lo ha comprobado muchas veces en su carne.
Con todo, la primera vez que se enfrentaron en estos últimos diez años, en la temporada 2013/24, el equipo herculino realizaría un gran partido acabaría cayendo por un ajustado 25-24.
Con ánimo de revancha, el OAR lograría la primera de sus dos victorias en el Lalín Arena, la temporada siguiente. Además, la haría con cierta contundencia (27-32), pero poco duraría la alegría ya que en la 15/16 volverían a caer por otro resultado apretado 29-28.
Hasta el momento, durante estas tres temporadas los duelos estuvieron muy igualados. Incluso con el OAR anotando más goles que sus rivales y encajando menos –84 tantos a favor y 81en contra–.
Sin embargo, eso poco importaba porque el club herculino, en ese momento entrenado por el fallecido Pablo Aguirregabiria, prefería sumar victorias que no llevar una mayor suma de goles.
Por lo que, para la siguiente visita a la pista del Balonmano Lalín, querían volver a sumar. Pero, otra vez más, se encontrarían con una derrota, pero esta vez mucho más contundentes que las que le precedieron 32-23.
Por suerte, la campaña siguiente, en la 2017/18, el OAR Coruña volvería a la senda de la victoria (28-29). No obstante, no sabrían que aquella sería la última vez que se llevarían los dos puntos del Lalín Arena.
Ese triunfo dolió al Lalín porque se jugaba subir a la División de Honor Plata, por lo que en las dos siguientes temporadas, el conjunto pontevedrés se había marcado en rojo la visita del OAR a su feudo.
Con la motivación por las nubes, el equipo herculino sólo consiguió competir en el primero de ellos (29-27), puesto que en el segundo sufrieron un aluvión y encajarían su peor derrota (34-19).
Con todo, para la temporada siguiente hubo un hecho singular y es que no se pudo producir ningún duelo porque el Lalín había logrado ascender, pero volvería un año más tarde y de manera muy cambiada. O eso parecía.
El OAR les recibiría con un empate (23-23) que parecía marcar otro cambio de tendencia, pero nada más lejos de la realidad. Porque a pesar de su notable mejoría en la última campaña volvería a conocer el amargo sabor que proporciona la derrota (32-26).
Aún así, el equipo entrenado por Marcos Rodríguez tiene una esperanza renovada y espera sumar su tercera victoria en el Lalín Arena para que, poco a poco, ya no sea una pista maldita. Esa nueva ilusión está fundamentada en un nuevo equipo igual de fuerte en defensa pero más goleador. Por lo tanto, la victoria, aunque costará, podrá llegar.