Líder de la OK Liga con un pleno de triunfos, el Deportivo Liceo sortea las dificultades de la competición en tiempos de pandemia y con la particularidad de ser el único equipo no catalán en la máxima categoría del hockey patines nacional. En su cuarta temporada al frente del conjunto coruñés, el técnico Juan Carlos Copa (A Coruña, 1970) habla sobre el prometedor inicio de temporada.
Ocho victorias seguidas, ¿cuál es el secreto?
No hay ningún secreto. Es fruto del trabajo que venimos haciendo desde la pretemporada con las incorporaciones y una buena base que ya teníamos. Sabíamos que iban a aportar y la idea era juntarlos con un grupo que destaca por su solidaridad, solidez defensiva y que en ataque no depende de un solo jugador.
Hablas de solidez defensiva y sois el equipo menos goleado con diez tantos en contra, ¿cuánto trabajo hay detrás?
El confinamiento dio para mucho. Y el aspecto defensivo era algo que debíamos mejorar. Hemos incidido, sobre todo, en no conceder tantas ocasiones como la temporada pasada. Sabemos que una buena defensa siempre trae un contragolpe. Y el compromiso de todo el equipo es muy importante, no podemos vivir solo de un buen portero.
El año pasado ya igualasteis el mejor inicio histórico del Liceo en OK Liga con diez victorias, ¿es una motivación superar esa marca?
Son cosas en las que no nos fijamos. No vemos más allá del siguiente partido, cualquier otra cosa sería un error. Y tenemos el ejemplo del año pasado. Esto es muy largo. No hemos llegado ni al primer tercio de la temporada y sabemos contra quien competimos. La OK Liga ha subido de nivel y te puede ganar cualquiera si no haces las cosas bien o no respetas al rival. No nos queremos equivocar y eso es lo que les transmito a los jugadores.
No hay rival fácil y el sábado os espera el Noia, un clásico de la categoría.
Sabemos lo que nos vamos a encontrar: una pista difícilisma y un gran equipo, de nivel Champions. El Noia compite muy bien contra los grandes y tiene un entrenador que nos va a llevar al límite a nivel táctico. Y seguramente jugarán con un punto extra de motivación por enfrentarse a nosotros.
Es el tercer partido consecutivo fuera de casa, ¿cómo os sienta esta acumulación de desplazamientos?
Cada viaje nos supone un gasto físico muy importante y además estamos teniendo problemas con los vuelos, pero es algo que debemos gestionar. En el Liceo ya conocemos esta realidad desde hace años. Desde la experiencia, buscamos más calidad y menos cantidad en los entrenamientos para que los jugadores lleguen en las mejores condiciones físicas al fin de semana.
¿Cómo os afecta un calendario tan condicionado por los aplazamientos?
Sabíamos que iba a ser una temporada complicada y diferente por todo lo que está pasando con la COVID-19. En el calendario hemos salido perjudicados con tres partidos en seis días. No es lo que queremos, pero no nos podemos quejar. El éxito es que estamos jugando. Tenemos que aprender a aceptar lo que no podemos controlar para ser más fuertes mentalmente.
¿Crees que se podría mejorar el protocolo actual de la competición?
Ya se ha hablado para que se hagan los test antes y así poder tener más información. La última vez que cancelaron un partido nuestro era viernes y teníamos la maleta hecha. Son cosas que nos afectan, pero no solo a nivel deportivo, sino en el ámbito social.
¿Es tan importante el trabajo de vídeo antes de los partidos?
Es fundamental, antes y después de los partidos. Primero para vernos nosotros, reforzar nuestros puntos fuertes y mejorar los débiles. Luego para estudiar al rival, que es una parte muy importante antes de afrontar cada partido. Aquí hay mucho trabajo.
¿Cuántas horas dedicas al día en la preparación del equipo?
Soy entrenador las 24 horas. Hay muchas cosas que gestionar y preparar. No solo sesiones de vídeo y de entrenamiento.
Es tu cuarta temporada al frente del Liceo, ¿la exigencia pasa factura?
La exigencia me la pongo yo mismo. Con ocho años ya sabía patinar y con diez veía al Liceo ganarlo todo. Conozco el ADN y la historia del club. Es un grande, hay que estar arriba y ganar. Por suerte lo he vivido muy de cerca desde hace años y estoy preparado. El desgaste se nota, pero es un orgullo. Con la ayuda de este grupo de jugadores y de mi cuerpo técnico lo llevo muy bien.
¿Cómo se puede competir contra el presupuesto del Barcelona?
De los cuatro años que llevo como entrenador siempre hemos competido, pero sabemos a lo que nos enfrentamos: el Barcelona es un equipazo, un auténtico imperio.A todos nos gustaría tener una liga más igualada por el bien del hockey y creo que este año es diferente. Si queremos ganar no podemos fallar. La directiva ha hecho un gran esfuerzo y lo estamos haciendo muy bien contra equipos más poderosos. En la pista somos todos iguales.
¿Qué significa ser el único equipo no catalán de la categoría?
Le damos la importancia que se merece. Estamos en una liga de 15+1, pero nos lo tomamos como una motivación más. Nos gustaría que hubiera más equipos del resto del estado, pero los catalanes están ahí porque se lo merecen y son muy buenos. Nos respetan muchísimo porque saben lo complicado que es estar arriba cada año.
¿Os motiva especialmente jugar la Copa en A Coruña?
Estamos muy ilusionados de poder jugar la Copa en casa, pero ojalá sea en las condiciones que queremos, con mucha gente en las gradas de Riazor. Este equipo se merece un público que pueda animarle cada fin de semana. Lo echamos mucho de menos.