Daniel Berdomás Lorenzo (A Coruña, 1992) es uno de los pilotos del campeonato gallego que más emoción da a las carreras. A pesar de no poder competir en igualdad de condiciones con el Citröen C3 WRC de Víctor Senra, el herculino logró robarle algún ‘scratch’ y aprovechó la ausencia del de Dumbría para ganar dos pruebas autonómicas. Dani no tiene miedo a los retos y sueña con poder enfrentarse en igualdad de condiciones a grandes leyendas del automovilismo gallego como Iván Ares o Álvaro Muñiz.
¿Esperaba ganar el Rally de San Froilán?
La verdad es que llevábamos todo el año compitiendo contra el World Rally Car de Víctor Senra y sabíamos que si estaba él tenía que tener un error muy grande o era imposible ganar. Entonces, al no estar, teníamos una oportunidad y no la queríamos desaprovechar.
Lograr la victoria en el Rally San Froilán tuvo que suponer una inyección de motivación.
Ganar siempre da un poco de motivación. Además, esta era nuestra tercera victoria seguida tras el Ribeira Sacra y el Rallysprint de Val de Ramirás. Nunca había conseguido una victoria absoluta y lograr tres consecutivas significa que vamos por el buen camino.
¿Las victorias en el Ribeira Sacra y en el Val de Ramirás le llevaron a preparar de manera distinta la última prueba del campeonato gallego?
No. La preparación del rally ha sido la misma que la de siempre. Creemos que la fórmula que tenemos funciona. Luego ya depende de las carreras en las que entran otros factores como la astucia de cada uno, el momento en el que te encuentras, la suerte de no tener problemas mecánicos... Creo que es la manera de seguir trabajando. Con esto no quiero decir que no cambiemos nada, pero ahora creemos que es la manera correcta de trabajar.
Esos tres triunfos son la recompensa de haber estado peleando todo el año.
Tal cual. Estuvimos en muchas pruebas cerca de los líderes. Creo que la experiencia que tengo con un R5 contra ellos, que tienen diez u once años, era nula. En 2020 creo que solo había hecho cien kilómetros en uno. Lo que ha permitido conseguir las victorias a final de año ha sido la experiencia que hemos ido acumulando durante la temporada.
A pesar de contar con un coche inferior al de Víctor Senra, le plantó cara.
Sí. Al final, tienes que darlo todo por toda la gente que te sigue, que te apoya y por los patrocinadores. La mejor manera de agradecerles lo que hacen por ti es que su imagen se vea y que hablen de ti. Eso es lo que intento hacer cuando lanzo esos ataques que no vienen a cuento. El hecho de ganar un tramo, por ejemplo en el Mariña Lucense con un Peugeot 208 R5, es una cosa significativa. Es algo de lo que la gente habla.
En condiciones normales es imposible ganarle a un WRC
Muchos no saben la dificultad que tiene ganarle un tramo a un World Rally Car con un R5.
La diferencia es enorme. No es decir que el World Rally Car corre más o frena más. Es un conjunto que es muchísimo mejor que un R5. Tiene más velocidad, mejor paso por curva, tiene más frenada... Todo eso hace un conjunto increíble que hace muy difícil o casi imposible que se le pueda ganar. En condiciones normales, es imposible luchar contra él.
El haberle ganado a Víctor algún ‘scratch’, ¿le da esperanzas para el futuro de tener un coche mejor?
Sí, aunque no creo que se trate de tener un coche mejor. Es lo que venimos hablando todo el año. Si todos fueran un R5 y tuviesen el mismo reglamento, el campeonato estaría mucho más competido. No lo puedo decir más claro (ríe).
¿Aboga por ese cambio de reglamento?
Sí. Esto no lo digo desde un punto de vista crítico hacia Víctor, que es una persona a la que conozco de siempre y que me ayudó en su momento, pero hay que buscar un equilibrio. Está claro que si quiere ganar el campeonato un World Rally Car puede hacerlo, pero tendría que haber seis u ocho durante todas las carreras para que esté competido y la gente disfrute. Al final, si vas a vender un proyecto y dices que vas a ser segundo es muy complicado cerrar el trato.
Puede parecer un ataque contra Víctor Senra, que es el único que tiene un WRC.
No es en contra de él, pero hay que buscar una solución o una medida. No vale lo que hicieron este año de aplicarle un coeficiente de 0.8 al World Rally Car para ver si podía ser campeón un R5. No es lo mismo. Lo que gusta es ganar carreras. Podía ser como los últimos años en los que, a pesar de ganar Víctor con un R5, estuvo más competido. Sin embargo, él dice que se divierte más con un WRC, pero no todo el mundo puede hacerlo. Lo lógico es que en un campeonato regional es que haya más competición. Sería genial tener a 10 o 12 R5.
Con hacer treinta o cuarenta kilómetros me llega para poder ir rápido
Durante la temporada cambió de montura varias veces. ¿A qué se debió?
A inicio de año, cerramos un trato para usar un Polo. Arrancamos el campeonato con él, pero tras varios temas no estaba disponible para alquilar y decidimos coger el Peugeot 208 R5. Luego cambiamos al Skoda Fabia porque creíamos que era un pelín superior al 208 y así íbamos en igualdad de condiciones que Alberto Meira y los demás. Además, la idea también era hacer kilómetros con un coche en el que podamos tener continuidad el año que viene para no estar cambiando tantas veces.
¿Le costó adaptarse a los distintos coches?
No. Es un faceta que se me da bien desde siempre. Me es muy fácil llegar y con hacer treinta o cuarenta kilómetros ya puedo ir rápido.
A pesar de tanto cambio, logró acabar tercero en el campeonato gallego. Eso tiene mucho mérito.
Pues no sé (ríe). Está muy bien ser tercero porque tuvimos dos abandonos y eso fue lo que nos lastró ser subcampeones. El año que viene toca pelear.
¿Qué va a hacer la próxima temporada?
La ilusión que tenemos es intentar repetir el proyecto. Por tema laboral es muy cómodo correr en Galicia. También es porque hay mucha rivalidad y eso te motiva un poco más. Ya he hecho varios años seguidos el nacional y ahora me apetece estar aquí. Quiero preparar un año serio e intentar ir a por el campeonato.
Después de haber corrido a nivel nacional, ¿considera que hay más nivel que en Galicia?
Es indudable que hay más nivel. Por ejemplo, en las copas te encuentras a pilotos catalanes, bolivianos, portugueses y eso hace que haya más nivel porque todos tiran de todos. Además, el hecho de que los coches sean iguales también influye. Otro factor importante es que se corre en tierra porque ayuda a que el piloto mejore.
¿Habría alguna manera de incluir algún rally de tierra en el campeonato gallego para aumentar su repercusión?
Creo que es bastante complicado. Toda la vida se corrió en asfalto y eso lo hace difícil. Además, está el tema de los coches ya que los R5 si que los puedes adaptar, pero el resto no. Entonces, eso le acabaría cortando el rollo a la gente.
Cada vez que vas a un rally del Nacional, te hace dar un salto de calidad
¿Qué los hubiese ayudaría a coger más manos y tener más control sobre el vehículo?
Pues si que ayudaría a coger más manos. No te voy a decir que la tierra no sea más exigente conduciendo, pero para ir deprisa sí hay que tener mucho conocimiento. A mí me costó bastante ir rápido en tierra. La primera vez que corrí en esa superficie fue en 2019 con la Peugeot Rally Cup Iberia y en los primeros ralis me costó mucho. Es un trazado en el que es raro conducir porque parece que vas bien y de repente te encuentras una piedra o algo y pinchas como nada.
¿Le gustaría un campeonato gallego con el regreso de nombres como Iván Ares o Álvaro Muñiz?
Por supuesto. Ellos son muy rápidos y me gustaría correr contra ellos. Pienso que un campeonato de R5 en el que estuvieran ellos sería muy bonito. De hecho, ya se ve cuando viene Iván a A Coruña. Siempre está arriba peleando.
¿Se va a animar a correr alguna prueba fuera del campeonato gallego?
Me gustaría hacerlo, pero no es tema mío. Dependerá del desenlace del año, pero me gustaría correr un rally cerca del Supercampeonato por el hecho de saber dónde estamos. Este año lo hicimos en el Rías Baixas con el Toyota. Sabes que ese tipo de ralis tienes que prepararlos al ciento cincuenta por cien. Cada vez que vas, te hace dar un salto de calidad.
“Mis padres me inculcaron el amor por el automovilismo” |
La pasión por el mundo del motor es algo que se transmite de padres a hijos y sino que se lo digan a Daniel Berdomás. Gracias a sus progenitores descubrió una pasión que le lleva acompañando toda la vida y que le permitió tener una carrera deportiva.
¿Cómo empezó en el mundo del motor?
Llama la atención que gustándole a sus padres tanto los ralis que no se decantasen por comprarle un carcross.
¿Se le pasó por la cabeza que podía llegar a correr de manera más profesional?
¿En qué momento decide dar el salto a los ralis y no perseguir esa carrera en los monoplazas?
¿Siempre tuvo claro que quería sentarse en el lado izquierdo del coche? |
“Soy de los que dice que se aprende rally a rally” |
Daniel es un inconformista. Siempre quiere aprender y considera que lo hace en cada prueba en la que participa. Ese espíritu de superación viene por su propia naturaleza y porque Álvaro Muñiz, su primer gran ídolo, se lo inculcó.
¿Quiénes eran sus ídolos?
¿En qué aspectos le ayudó?
¿En qué cambió desde su debut?
¿Hay algo en lo que le gustaría seguir mejorando? |