El delantero Kylian Mbappé quiere dejar el París Saint-Germain en el próximo mercado de fichajes, en enero, descontento con la política deportiva del club, que, considera, no ha cumplido las promesas que le hizo en mayo pasado cuando prolongó su contrato, según publican medios franceses.
Los diarios L’Équipe y Le Parisien, y la radio RMC, informaron de que el jugador ha hecho saber su deseo de salir a la dirección del club.
La noticia se difundió pocas horas antes de que el PSG juegue un importante partido de Liga de Campeones contra el Benfica en el Parque de los Príncipes.
Le Parisien indica que Mbappé se siente “traicionado” por la dirección del club, empezando por el presidente, Nasser Al Khelaifi, pero también con el que fue director de fútbol Antero Henriques, una de las piezas clave para convencerlo de que aceptara seguir en el PSG.
El diario asegura que la salida de Mbappé entrañaría también la del actual director de fútbol, Luis Campos, muy ligado al delantero francés desde la etapa de ambos en el Mónaco. Las promesas que le hicieron para no irse al Real Madrid no se han cumplido, tanto en términos de fichajes como en lo que se refiere a su posición en el esquema del equipo, añade.
El propio entrenador, Christophe Galtier, reconoció que se habían fijado como objetivo fichar a un delantero centro, pero que como no lo lograron Mbappé se ve obligado a ocupar ese puesto en el campo.
El jugador hizo saber su descontento durante la última concentración de la selección francesa, cuando aseguró que a las órdenes de Didier Deschamps se siente más cómodo que en su club, en el que, dijo, le piden “hacer de pivote”.
“Aquí me piden cosas diferentes que en el club. Tengo mucha libertad aquí. El entrenador sabe que hay un número 9 como Olivier (Giroud) que se ocupa de las defensas y yo puedo buscar los espacios, pedir balones. En París eso no pasa, me piden que haga de pivote, es diferente”, señaló el pasado 22 de septiembre.
Aquellas palabras fueron una primera señal de advertencia, pero el jugador ha multiplicado los gestos, apenas sonríe y no se le ve acoplado con el resto del equipo.