El Real Betis y el Sevilla se despidieron este jueves en los octavos de final de la Liga Europa después de caer eliminados frente al Eintracht y el West Ham United, respectivamente, en dos partidos bien distintos que se resolvieron en el tiempo de prórroga.
En Alemania, el Betis estuvo muy cerca de la proeza (1-1) después de equilibrar la eliminatoria con un gol de Borja Iglesias en el minuto 90. Los andaluces no firmaron su mejor partido -fruto del cansancio y las rotaciones- pero tuvieron sus momentos sobre todo en la segunda mitad.
En la primera, el Eintracht de Fráncfort llevó la iniciativa con un balón al travesaño obra de Knauff y con un tiro ajustado de Borré que se marchó desviado por muy poco. Los de Manuel Pellegrini apenas pudieron sacar la cabeza en el campo contrario aunque fueron ganando metros y presencia gracias al partidazo de Aitor Ruibal.
Los pupilos de Oliver Glasner, con la misma propuesta valiente que el Betis, nunca se relajaron pese al 1-2 de la ida y fueron a por más en el segundo acto. Sin embargo, en esta ocasión, se encontraron con un Betis más sólido en defensa y capaz de enhebrar balones con peligro en la frontal del área. Juanmi, Canales y Fekir comenzaron a encontrarse.
Un cabezazo del ex de la Real estuvo a punto de convertirse en el 0-1, pero los locales supieron aguantar al chaparrón. Replicaron con un balón al poste de Kostic, que no dejó de dar guerra en todo el encuentro, y terminaron de subir el ritmo con la presencia de Borja Iglesias, que dotó de más profundidad al equipo verdiblanco.
En el 87' se quedó rozando el gol pero en el 90', cuando todo estaba decidido, metió su bota ganando el primer palo y remató a gol un centro de Fekir. El 0-1 permitió forzar la prórroga y dejar muy tocado al Eintracht, que siguió sufriendo en las compases iniciales del tiempo de prolongación. En esos momentos, Iglesias estrelló su mejor ocasión en el larguero con un testarazo parabólico.
Esa ocasión marrada fue clave porque los germanos, que fueron a tirones, encontraron el empate y -en consecuencia- su billete para cuartos en una jugada afortunada. Una falta que intentó rematar Hinteregger acabó siendo introducida en propia meta por Guido Rodríguez en el minuto 120, privando al Betis de la forma más cruel de jugarse su destino desde el punto de penaltis.
Por su parte, el Sevilla se quedó mucho más lejos que su eterno rival después de caer 2-0 ante el West Ham, quinto clasificado en la Premier League. El equipo de Julen Lopetegui, también marcado por las numerosas bajas, estuvo siempre a merced del cuadro inglés, que se encontró muy cómodo ante su público.
Tomas Soucek abrió la cuenta a los 39 minutos con un testarazo sensacional, a centro de Michail Antonio, que dejó helado a Bono, incapaz de conectar el esférico. Ese remate dejó seco a un Sevilla que intentó desperezarse antes del descanso y cuya mejor ocasión había llegado diez minutos antes del gol con un remate de En-Nesyri que detuvo Areola de forma espectacular.
En el acto final, el cuadro de Nervión ganó más confianza y encontró su estilo en el campo contrario, con más ocasiones del delantero marroquí y también del 'Tecatito' Corona, que probó fortuna a 20 minutos para el final con un disparo potente que se marchó desviado por encima del larguero. Sin embargo, nadie pudo cambiar el marcador y el partido s fue a la prórroga.
Fue entonces cuando el equipo de David Moyes salió a por todas y pronto puso en complicaciones a un Sevilla que vio cómo le perdonaban la vida a los 98 minutos con un cabezazo de Soucek en el segundo palo. Quien no perdonó fue Yarmolenko, que sacó la caña de pescar para rebañar el 2-0 definitivo tras un disparo del español Pablo Fornals.
De esta forma, el seis veces campeón de la Europa League se despide de su competición fetiche -ahora se centrará en la Liga--; de igual manera que el Betis, que era el único equipo español que estaba con vida en las tres competiciones, aunque éste aún tiene la final de Copa del Rey por disputar.