Inmerso en una profunda crisis de resultados y juego y hundido en los puestos de descenso a Segunda División tras ganar únicamente un partido en las 15 primeras jornadas, el Celta busca un balón de oxígeno en la Copa del Rey ante el modesto Sestao River, con el técnico Rafa Benítez en el punto de mira.
Al técnico madrileño, despedido por una sonora pitada tras la debacle ante el Cádiz (1-1) en un partido en el que jugó 70 minutos con un futbolista más, se le empieza a terminar el crédito en Balaídos.
De momento, la elevada indemnización que tendrían que pagarle –firmó un contrato hasta 2025-, la necesidad de reforzar una plantilla que ya nadie esconde que es limitada y la baja puntuación del resto de equipos inmersos en la pelea por eludir el descenso están alargado su estancia en Vigo.
Benítez ha firmado el peor arranque del Celta en 80 años, además de los peores números en Balaídos en los cien años de historia del club. Pese a todo, la directiva mantiene su confianza en el técnico al que se entregó tras rescindir al portugués Carlos Carvalhal.
El entrenador celeste agitará su once frente al Sestao, un recién ascendido a Primera Federación que únicamente ha ganado dos partidos en otros tantos 15 partidos, uno de ellos ante el filial celeste.
La primera gran novedad en la alineación del Celta estará en la portería. Benítez sacrifica a Iván Villar, titular en las primeras diez jornadas de Liga, para dar una oportunidad al argentino Agustín Marchesín, recuperado de la grave lesión del tendón de Aquiles que sufrió hace un año.
Se esperan más cambios. Futbolistas con escaso protagonismo como el delantero griego Tasos Douvikas, por el que pagaron 12 millones de euros al Utrecht, o Carlos Dotor tendrán su oportunidad, así como otros que han ido perdiendo la titularidad como Ristic o Fran Beltrán. EFE
Posible alineación: Marchesín; Kevin, Starfelt, Unai Núñez, Ristic; Carles Pérez, Doctor, Beltrán, Cervi; Miguel Rodríguez y Douvikas