El IES Blanco Amor, que empezó sus inicios el curso 1998/99, con lo cual están en el curso número 25 de su historia.
El colegio coruñés se sitúa en una finca del Pazo de los Cubanos, así le llamaban a la casa, la cual era grande y muy ajardinada.
Por este motivo, la zona era muy húmeda, con charcas y manantiales subterráneos. De hecho, la calle se llama Avenida de la Cordeda porque, al ser terreno muy húmedo, en la zona crecían muchos juncos, que servían para hacer las cuerdas con las que la gente se ataba las polainas.
“En el verano de 1998 cuando se estaba construyendo el centro educativo y ya estaban levantados los cimientos y la primera planta, un informe del ayuntamiento obligó a desplazar el centro entero veinte metros”, afirman desde la dirección del colegio, y añaden que “eso supuso un retraso considerable en las obras, por lo que no pudimos entrar en el edificio hasta enero”, continúa.
Debido a esta situación, “estuvimos alojados provisionalmente en la Universidad Laboral, donde dábamos las clases sólo en horario de tarde. Ese tiempo di tira y afloja por la ocupación de las instalaciones es un capítulo en sí mismo”, aseveran .
En el inicio, el centro se diseñó para impartir ESO (Enseñanaza Secundaria Obligatoria) y Bachillerato, pero sólo tuvo la primera de ellas, ya que el gran número de plazas solicitadas para esta etapa no dejaron capacidad para el alumnado de bachillerato, convirtiéndose así en el segundo centro más grande de ESO en Galicia en ese momento.
Al filo de todo esto destacan que, al inicio, fue un centro de línea 6. Es decir, 6 unidades por nivel (1º, 2º, 3º y 4º de ESO), lo que supone 24 aulas ordinarias.
Posteriormente, se crearon cuatro más para garantizar que la demanda de plazas de bachillerato pudiera ser atendida, incluso aunque se produjera un incremento notable de matrículas de la Educación Secundaria Obligatoria.
En cuanto a los docentes, destacan que los primeros profesores que se iniciaron a impartir docencia provenían por adscripción de la Universidad Laboral.
Pasando a las instalaciones deportivas, en sus inicios no existían cuando se inauguró el centro escolar. Con todo, hace 15 años, se planteó construirlas y que contasen con vestuarios incorporados y adaptados. así como un pasillo cubierto que estuviese unido al gimnasio, que si que estaba previsto inicialmente.
Sin embargo, al hacer los cimientos comprobaron que había agua en el subsuelo, por lo que tuvieron que rediseñar el proyecto y colocar la pista sobre unas vigas que están flotando bajo tierra.
Esta obra supuso un desembolso enorme que impidió destinar dinero a las otras obras que estaban previstas, causando un gran retraso.
Tras dieciocho años de funcionamiento se vio la necesidad de creación de más centros en la localidad, por lo que se creó el nuevo instituto Rego de Trabe, lo que permitió derivar al alumnado de ese centro al nuevo, y así generar espaciopara incorporar bachilleratos.
En este momento llevan cinco años impartiendo esta etapa, con resultados excelentes. Tras lo dicho anteriormente, destacaron que un estudio realizado por La Voz de Galicia realizado, en el pasado mes de junio, “nos coloca en segundo lugar entre los centros públicos de Galicia en excelencia académica, y en cuarto lugar si tenemos también en cuenta a los centros privados”, afirman orgullosos desde el colegio IES Blanco Amor.
Para finalizar, aunque se podrían contar más anécdotas desde los comienzos de este centro educativo hasta la actualidad.
Durante toda la existencia del colegio, recorrieron un camino que no ha sido fácil, pero que lo ha parecido por el trabajo realizado en equipo por los claustros sucesivos, arrimando el hombro y remando todos en la misma dirección, con profesionales de enorme nivel.
Asimismo, desde el colegio destacan el cambio de un a otro año, haciendo hincapié en la necesidad de ampliar el aparcamiento. Pero, sobre todo, sin olvidar el cambio de estilo en la docencia que los llevó a cosechar esos grandes éxitos.
En este sentido, el IES Blanco Amor incorporó ordenadores, pizarras digitales, enseñanza online y aulas virtuales a sus clases, para adaptarse a los tiempos actuales, donde la tecnología es una de las herramientas más necesarias para enseñar a los alumnos.
En este sentido, el claustro de profesores de esta revolucionaria institución siempre apostó por la innovación, tanto en la enseñanza como en la institución. En este momento, son el segundo centro más digitalizado de Galicia, por lo que todo el trabajo de adaptación y enseñanza está dando sus frutos. l