La suplencia de Yeremay Hernández frente al Racing de Santander sorprendió a los aficionados del Deportivo.
El técnico blanquiazul, Imanol Idiakez, explicó que decidió poner al joven futbolista cuando restaban los últimos 30 minutos del partido, debido al “cansancio acumulado”.
“Mella y Yeremay sabía que era imposible que jugaran todo por el cansancio acumulado, entonces prefería que hubiera uno de ellos siempre en el campo. Decidí empezar con David y que luego saliera Yeremay, que venía acumulando mucho desgaste desde su convocatoria con la selección sub-21”, indicó el preparador vasco en rueda de prensa.
Una explicación que, sin embargo, no coincide con la que ofreció el futbolista al finalizar el choque con el cuadro racinguista.
“Eso habrá que decírselo al míster. Ni habló conmigo antes ni me dijo que no iba a jugar. No me puso a jugar porque él no quiso. Entré e intenté ayudar a mis compañeros y más en una situación como esta, en la que estamos. Intenté todo en el campo y ahora empieza una semana más y a trabajar para que el míster me ponga”, apuntó Yeremay.
“Yeremay tiene un talento que no había visto. De verdad que no. Igual lo ves rodeado de gente y piensas que ya ha perdido el balón y el tío sale y, además, sale que parece que va andando. Hace que lo difícil parezca fácil”, aseguraba Raúl Alcaina, delantero del Dépor cedido al Murcia, el pasado sábado en una entrevista concedida a dxt campeón.
Tan solo hubo que esperar un día para que el futbolista canario confirmara una vez más el fútbol de fantasía que lleva dentro y que, como dice su excompañero, siempre tiene una solución para salir de la jugada cuando está rodeado por rivales. Minuto 64, el extremo insular recibe un pase de Diego Villares en la frontal del área y se ve asediado por tres jugadores del Racing. Da igual, se abre camino a base de romperles la cintura, se acomoda la pelota y saca un disparo cruzado ante el que nada puede hacer el portero Jokin Ezkieta.
Tres regates en una sola acción —sacada de la chistera del mago blanquiazul— que meten al Dépor en el partido y hacen creer tanto a sus compañeros como a la grada que es posible levantar el choque.
“Cojo el balón cerca del área y hago lo que mejor sé hacer, que es eliminar a gente y luego le pego ahí, que por suerte entró. Pero una mierda porque no sirvió para nada”, explicó el propio jugador.
No serían las únicas gambetas de Yeremay ante el Racing. Aún regatearía a dos oponentes más en el minuto 81 para internarse en el área y sacar un nuevo remate que, en esta ocasión, se marchó fuera por muy poco.
El futbolista de 21 años estuvo media hora en el campo, pero le bastó para exhibir su ilimitado abanico de recursos y consolidarse como el máximo regateador de Segunda División con otras cinco gambetas. En total ya son 48, cuando el segundo, el argentino del Elche Nico Fernández, ayer sumó dos regates más en los 90 minutos que completó ante el Burgos y ya lleva 41.
El canario admitió que “nos vamos jodidos porque perdemos de nuevo en casa, creo que hicimos mejor partido que el anterior y nos vamos jodidos porque nos vamos sin ningún punto”.
Para el extremo, el equipo compitió y la diferencia con el líder fue mínima.
“Tenemos la sensación de que estamos cerca y la diferencia entre el primero, el Racing, y nosotros no es grande porque el partido fue muy igualado y tenemos capacidad para empatarles e incluso ganarles, pero nos quedamos a las puertas de todo otra vez. Tenemos que seguir peleando, que esto es jodido, pero lo único que queda es ser pesados y seguir intentándolo”, indicó.
Por último, mostró su confianza en que el equipo reaccione, pese a la mala trayectoria hasta ahora.
“Sabemos que tenemos mucha calidad en la plantilla, que el míster con nosotros es muy bueno e intenta sacar lo mejor de cada uno y estoy seguro de que lo sacamos. Llevamos doce jornadas, estamos empezando y solo pido tranquilidad. Pasó lo mismo el año pasado y lo sacamos. Entre todos tenemos que sacar esto adelante, nosotros, pero también la gente. Tenemos que estar unidos”, afirmó.