A falta de menos de diez días para que dé inicio la competición liguera —inicialmente prevista para el 27 de agosto ante el DUX—, la plantilla del Deportivo de La Coruña acelera en su puesta a punto, recuperando efectivos.
No en vano, en la matinal de hoy en Abegondo la única ausencia fue la del mediocentro canterano Diego Villares, debido a unas molestias de rodilla que le impidieron trabajar con el grupo esta semana.
El de Vilalba trabajó en solitario en el gimnasio, en una mañana en la que los porteros Mackay, Edu Sousa y Pablo Brea dispusieron de actividad extra desde las 10.00 horas —30 minutos antes que el resto de sus compañeros—, bajo la supervisión del entrenador de guardametas Alberto Casal.
El grupo de futbolistas realizó un calentamiento de la mano del preparador físico Luis Fandiño, antes de poner énfasis en diversos ejercicios de posesión y presión sincronizada.
La solidez defensiva sigue siendo una de las directrices clave en el trabajo de pretemporada del equipo, con el objetivo de ser desde el primer momento un conjunto difícil de vulnerar en una categoría como la Primera Federación.
El míster Borja Jiménez incidió también en la importancia de potenciar las tareas de desborde en ataque y contragolpes en superioridad.
En cuanto al regate, centro y posteriores finalizaciones, el extremo blanquiazul Víctor Narro exhibió una velocidad extra, haciendo patente su imaginación y potencia en el ‘dribbling’.
Por su parte, Ibai Gómez rebajó por precaución la carga física en el tramo final de la sesión, que concluyó con un partidillo de acoplamiento a tres cuartas partes de campo.
Jairo, Yeremay, Dani Barcia y Martín Ochoa fueron los representantes de la cantera blanquiazul en la ciudad deportiva.
En una jornada soleada muy agradable para la práctica deportiva, una veintena de aficionados deportivistas, la mayoría de ellos jóvenes, animaron a su equipo desde las vallas de Abegondo.