La única foto sobre fútbol que durante años colgó en la casa de Arsenio Iglesias es la del gol del ascenso a Primera en 1971. Es una imagen icónica del deportivismo: Beci, en un escorzo formidable, batiendo de soberbio cabezazo al portero del Rayo Vallecano. Fue la primera vez que ‘O Zorro de Artexio’ subió al equipo de categoría, y de ahí su deseo de retener ese momento.
Beci entró ese día en el olimpo deportivista, en el pórtico de los héroes del ascenso, en la exclusiva nómina de jugadores que anotaron los goles que sirvieron al conjunto blanquiazul para ascender un escalón. Hoy, en Riazor, un jugador de la actual plantilla puede ingresar en ese selecto club.
El primero de la lista fue el vigués Guimeráns, autor del tanto que en 1941 dio al Depor el primer ascenso de su historia a Primera División. Llegó en la prórroga de un partido de promoción contra el Murcia disputado en Vallecas. El equipo contaba entonces con un jugador-entrenador, el canario Hilario Marrero.
El segundo ascenso a la máxima categoría tuvo como escenario un campo emblemático ya hace años desaparecido, O Inferniño. El conjunto coruñes se impuso en la penúltima jornada al Racing de Ferrol (0-1) gracias a un tanto de un gallego, el padronés Fabeiro.
El tercero, también a Primera, llegó tras sendas derrotas del Hércules y el Málaga en 1948. Y el cuarto, a la misma categoría, se festejó pese a perder con el Indautxu en 1962.
En el quinto, a Primera, el rival fue también gallego. Nada menos que el Celta, que en la antepenúltima fecha de la temporada 1963-1964 compareció en el estadio Riazor y fue derrotado (2-1) gracias a sendos tantos de otros dos gallegos: Lamelo, de Monforte, y el coruñés Loureda.
Ante un filial del Barcelona, el Club Deportivo Condal, llegó el sexto ascenso, de nuevo a la máxima categoría. Bastó un empate (2-2) en la penúltima jornada protagonizado por el vasco Chapela, autor de dos goles. Aquel equipo ascensor de los años sesenta subió de nuevo al piso superior en 1968. Superó (0-1) al Oviedo con un gol del madrileño Morilla, también en la penúltima jornada.
En 1971 fue cuando el Depor cerró la Liga contra el Rayo Vallecano en Riazor y Beci dejó esa fotografía para la historia, obra de Pepucho para Foto Blanco, a la que Arsenio Iglesias tenía tanta estima.
Cuatro años después el conjunto herculino cayó a su punto más bajo, la tercera categoría, de la que se libró en la penúltima jornada de la 1974-1975 pese a perder contra el Sestao. En 1981 subió de la tercera categoría (ya llamada Segunda B) a la segunda tras superar al Pontevedra en Riazor (5-1) en la antepenúltima jornada con goles de García, Castro, Muñoz y Traba (2).
Los últimos ascensos, ya más cercanos y todos a Primera, llegaron con goles de Stoja en 1991 frente al Murcia, de Riki y Xisco en 2012 ante el Huesca y de Marchena contra al Jaén en 2014.