“Llevamos una buena semana, hemos bajado hoy (por este viernes) un poco. Veníamos de dos sesiones muy exigentes, de mucho ritmo, queríamos bajar la carga física, llegar frescos al domingo. Después de una victoria como la del domingo pasado (en referencia a la lograda ante la SD Ponferradina) la energía es mejor y se trabaja más a gusto”, afirmaba Imanol Idiakez en sala de prensa.

Saltaba el plantel blanquiazu al campo alrededor de las once y cuarto, tras pasar por la sala de vídeo y, al abrigo de las lonas que cubren el campo tres, empezaba la plantilla con una tarea de rondos de pase. Había también juegos de habilidad con la pelota y seguidamente los tradicionales partidillos de fútbol tenis, recurso empleado en los entrenamientos de descarga.

‘Confianza ciega’

Para finalizar el trabajo, el equipo se sometía a un juego en el que la confianza en el grupo era clave. Varios jugadores como David Mella, Balenziaga o el portero del Fabril Brais Suárez, entre otros, salían desde el final del campo tres, con la cara tapada por ropa de entrenamiento, y tenían que, ayudados por sus compañeros, llegar a una de las vallas que delimitan el campo.

Algunos, como en el caso de Balenziaga, tenían que ser parados a tiempo, ya que a punto estaba de chocar contra la zona de banquillos del citado campo. Un ejercicio que provocaba las risas de los futbolistas, en función de las diferentes maneras en las que cada uno de sus compañeros afrontaban el no ver y tener que moverse por el verde.

En una sesión en la que no estaban los lesionados Paris Adot, Martín Ochoa ni Alberto Retuerta, el meta Alberto Sánchez salía en el tramo final a realizar ejercicios al margen, junto al readaptador Álex Canosa.

Completaba otro entrenamiento Pablo Martínez, ya con el alta médica y Berto Cayarga, superadas sus molestias en los isquiotibiales, y que puede entrar en la lista de convocados para el Celta Fortuna.