Sabor amargo en el final de la gira lusa del Dépor. No sólo por sufrir ante el Chaves una derrota después de 202 días invicto sino también por tener que lamentar el primer lesionado del curso.
Aún no se había cumplido la media hora de juego cuando Sergio Escudero se marchaba lastimado, producto a un lance del juego. El club informaba que sufría una luxación en el codo izquierdo. Era ya reducida in situ por los médicos del Dépor, pero tendrá que someterse a pruebas médicas complementarias en A Coruña.
El pucelano, que había abandonado el campo en camilla haciendo saltar todas las alarmas, regresaba por su propio pie al inicio del segundo acto y lo hacía con el brazo izquierdo en cabestrillo y luciendo un aparatoso vendaje.
Desde la banda se quedaba viendo cómo se desarrollaba la segunda parte de un encuentro que para él había terminado.
La acción en la que caía lastimado era producto del infortunio. Escudero bajaba a hacer el balance defensivo, se lanzaba con todo a interceptar un rechace en el área y la mala fortuna hacía que apoyase mal el brazo izquierdo, lo que propiciaba que se le dislocase la articulación.
Malas noticias para el vallisoletano, que sumaba su tercer encuentro con los herculinos y que estaba cuajando un buen partido ante el Chaves.
Ubicado como lateral zurdo, con Iano por delante como extremo, en el poco tiempo que estaba sobre el verde volvía a demostrar que tiene un guante en el pie. Varios envíos medidos directamente al pie de Iván Barbero al que sólo la posición en fuera de juego le impedía rematar.
Un buen toque con el pie y una valiosa ayuda en la línea de tres que disponía el Dépor para la salida de balón. Escudero se ubicaba a la izquierda, alineado con Martínez por el centro y Vázquez en la derecha, para dar sentido a la creación de juego desde atrás.
Un dibujo táctico que no es desconocida para el Dépor y en la que Escudero se colocaba en una posición que el curso pasado, ejerciendo como tercer central, había sido para Ximo Navarro. Esa línea de tres para sacar la pelota controlada estaba dando sus frutos hasta su lesión.
Entonces era Iano el que pasaba a ocupar el puesto de Escudero, tanto en ataque como en defensa y era Luis Chacón el que se posicionaba en la demarcación de extremo, que hasta ese momento había sido ocupada por el futbolista de Guinea-Bissau.
Desafortunadamente, justo por la banda izquierda llegaban sendos tantos lusos. Tras un cambio de orientación, Carraça recibía por la izquierda y servía un centro que remata solo Sanca, inaugurando el marcador.
El segundo, ya en el tramo final del partido, después de un sevicio de Tiago Almeida, que mandaba al fondo de la red Platiny. Dos zarpazos por esa banda que de momento se queda con Iano como único jugador específico, a la espera de lo que dictaminen las pruebas médicas que a mayores se le realizarán a Escudero. El primer lesionado del Dépor, en el epílogo de la gira portuguesa.