Ricardo Rosety (Gijón, 1977) es uno de los periodistas más icónicos del mundo del deporte. Su voz, fue la encargada, durante muchos años, de realizar las preguntas a los mejores futbolistas del planeta en la competición que ilusiona a todos: la Liga de Campeones. Por su micrófono han pasado jugadores como Leo Messi, con el que guarda una curiosa anécdota que le dio nombre a uno de sus proyectos, 'El Pelao'.
¿Cuándo se inicia en el periodismo?
Ni me recuerdo. En mi casa, mi abuelo era periodista y no lo conocí; mi padre (Manuel Rosety) trabajó primero en la radio y luego en el periódico; mi tío (Gaspar Rosety) trabajó toda su vida en la radio. Así que, que estuviera la radio encendida en mi casa era lo más normal. Escuchar a mi tío narrando se convirtió en lo más normal. Era la mano derecha de José María García.
Tenía unas referencias que, mi tío, para mis compañeros de clase era su ídolo y al final, para mi, era mi tío y mi padrino, era alguien de mi familia, no una referencia. Con el paso de los años me di cuenta de que lo que él hacía eran las cosas que yo queria hacer.
Dicen que los periodistas somos futbolistas frustrados, pero yo no. Siempre he estado más cerca de ser periodista que futbolista.
Viene de familia, entonces.
De pequeño, había un mazo de hacer chocolate que era de mi abuela, al que yo le daba la vuelta y tenía la forma de un micrófono. Lo ponía en un cubilete de dados, en una mesa y una silla e imitaba a Matías Prats presentando el telediario. Era un mazo de mi abuela que, desde que murió lo guardo yo, lo tengo en casa como si fuese mi primer micrófono.
¿Le dieron algún consejo su padre y su tío?
Lo primero que me dijeron cuando me puse delante de un micrófono fue: “Di lo que piensas pensando muy bien lo que dices”, que viene a significar que hay que ser sincero y honesto pero midiendo las palabras, porque se puede hacer mucho daño con ellas. Tenía que ser consciente de lo que significaba estar delante de un micrófono: contar historias y no opinar. Mi padre me enseñó la constancia del día a día, porque lo que te ha valido para hoy, para mañana no vale, y eso todos los días. Esa superación y esa constancia es muy importante en el mundo del periodismo.
¿Cómo nace la idea de crear su podcast 'El Pelao?
Siempre me encantó la radio y el mundo de los podcast siempre me ha apasionado. Llegó un momento en el que yo necesitaba tener un espacio propio y me encantaba la idea del podcast, pero no acababa de saber de qué hacerlo. Cenando un día con un amigo, con Elías Israel y comentándole todo esto, surgió una anécdota con Leo Messi en uno de los últimos partidos. Él de aquella hablaba muy poco y coincidió que en tres o cuatro días, tuvo que dar dos entrevistas. Una después de un partido ante el Athletic en Liga y otra en Champions ante el Tottenham, en Wembley. Yo estaba en los dos y en Wembley le dijeron que era el Man of the match y tenía la obligación de hablar. Le comentaron las opciones que tenía: Liga de Campeones, UEFA, ESPN y le dijeron que el de Movistar Liga de Campeones era el que lo había entrevistado en el partido ante el Athletic de Bilbao. Y Messi dijo: ¿Quién? ¿El pelao? Pues vamos con el pelao. Y con esta idea salió lo de entrevistar a calvos. Tanteé con un par de amigos la idea y ahí salió.
En los últimos años me esta costando por falta de tiempo pero quiero retomarlo.
¿Qué significa el Sporting de Gijón?
Es el equipo de la ciudad y pasa un poco como con A Coruña y el Dépor. Gijón es una ciudad donde la gente respira por el equipo. Si el Sporting gana, la gente está de buen humor. Todo el mundo habla el lunes por la mañana lo que pasó el domingo con el Sporting. Es un sentimiento de la ciudad y después de haber trabajado cubriendo el Sporting, tengo una relacion especial.
¿Recuerda algún partido entre Dépor y Sporting?
Muchos, recuerdo muchos. En Riazor, recuerdo uno que ganó 2-1 aquel SuperDépor. Aquel Sporting había empezado muy bien la temporada, ganando al Barça. Era el SuperDépor de Arsenio. Hay uno que también me quedó muy marcado que es cuando el Sporting vuelve a Primera, un 0-3, con Preciado y en Riazor. Es cuando Manolo dijo aquella frase de “ni ahora somos tan buenos ni antes éramos la última mierda que cagó Pilatos”.
Y tal día como hoy si no recuerdo mal, un partido de un domingo por la noche que termina 1-1, y hay 9.000 sportinguistas en Riazor. Fue increíble. Ojalá esos partidos se puedan repetir pronto en Primera. Gijón y A Coruña son parecidas y tengo disfrutado de partidos muy chulos, alguno en Riazor y otros en El Molinón.
¿Tiene algún rincón favorito de A Coruña?
Viví entre A Coruña y Gijón durante tres meses porque mi pareja estaba opositando y eligió A Coruña. Vivíamos en Gijón y yo cada miércoles por la noche cogía el coche e iba para A Coruña hasta el sabado por la mañana, que me tenía que volver.
Uno de mis rincones favoritos era un sitio que había antes de llegar a la Plaza Mayor que tenía un queso de tetilla siempre en la barra. Después el Cocodrilo, La Bombilla, el Manda Truco, el Cambalache de Orzán... Y evidentemente Riazor, al que fui muchas veces.
En unos días se vuelven a enfrentar.
No sé lo que va a pasar. Creo que el Sporting está mejor que el Dépor, pero lo veo irregular. Al Dépor le veo que le está costando coger el ritmo de la categoría. Es una categoría muy complicada y les está costando porque viene de muchos años en Primera Federación. Pero bueno, espero que ganemos, aunque en Segunda puede pasar cualquier cosa.
Luego lo pienso y... Un tío como Idiakez que ha subido al equipo después de tantos años… Parece que no se ha tenido paciencia. Da pena, porque con lo que cuesta volver a subir y que a las diez jornadas el entrenador que te ha subido no vale… cuesta digerirlo.
¿Con qué jugador del Dépor se queda?
Todos nos quedamos con Bebeto por ser la cara visible de aquel SuperDépor, era el buque insignia, pero ver jugar a Fran era la leche. Tenían futbolistas… Mauro Silva, hasta Paco Liaño en la portería. Tenían tanto… ver jugar a Fran era una maravilla, aunque Bebeto eran palabras mayores. A día de hoy solo los catalogaríamos para jugar en los dos o tres grandes. Me quedaría antes con esos futbolistas que con el equipo que gana la Liga. No estoy de acuerdo con eso de que para perdurar en la historia tienes que ganar. Puedes perdurar en la historia sin ganar, y ese SuperDépor perdurará siempre en la memoria de todos.
Aquella Liga del Dépor dolió un poquito a todos, excepto al Barça, claro. Ese penalti de Djukic duele porque era una Liga que se merecía. Es que los no somos del Barça, aquella Liga se la deseábamos al Dépor y nos tocó las narices que no la ganase.
¿Cómo se gestiona tener tan pocas preguntas para realizar a los futbolistas tras el partido?
Es difícil, porque encima me están examinando por todos lados. No hay ningún libro que diga lo que hay que hacer. Yo siempre me tomaba esas entrevistas como si hablase con un amigo. Fernando Vázquez diria que la primera pregunta no puede ser la opinión del partido porque somos periodistas y eso lo hace cualquiera, pero realmente la primera pregunta es esa, pero hay que saber enmascararla.
A veces es complicado porque hay partidos en los pasan muchas cosas y hay que saber elegir y priorizar.
Es muy importante escuchar. De hecho, es el principal problema del periodista, porque estamos pensando en lo que vamos a preguntar y no en lo que nos están contando.