Alberto Quiles, máximo goleador del Deportivo con 11 goles, repasó en rueda de prensa la actualidad del club. El delantero onubense reconoció que cuando el equipo recibe un golpe fuera de casa entra en una espiral de frustración, de "psicosis" según sus propias palabras. Pese a ello, cree que todavía pueden lograr el objetivo del ascenso directo y defendió la figura de Óscar Cano como "el entrenador que tiene que estar aquí".
Duelen los resultados
“Sí. No es nada nuevo, nos está costando un mundo ganar fuera y tenemos que cambiarlo. El equipo en casa compite y gana partidos, pero eso no nos vale. Con los puntos de Riazor no nos va a dar para ascender directo. Tenemos que cambiar eso”.
La frustración
“Nosotros queremos ganar todos los partidos. Cuando vamos fuera y no conseguimos la victoria hay esa frustración. Yo creo que puede ser un poco de la cabeza, un poco de psicosis. Cuando tenemos un resultado adverso, como el otro día que nos empatan, decimos j…, otra vez, otra vez fuera de casa. Mira que buscamos soluciones, pero es un poco de cabeza. Eso lo tenemos que borrar, limpiar esos malos pensamientos y parecernos al equipo que somos aquí en Riazor”.
Situación similar al año pasado, ruido y trabajo de Óscar Cano
“Sí, el año pasado tuvimos una mala racha y también nos costaba ganar fuera. Yo creo que la diferencia es que el Racing iba como un tiro y no falló; y este año estamos teniendo la suerte de que el Alcorcón, que va primero, se está dejando puntos y estamos a 4. Quedan muchos partidos, tenemos que jugar contra ellos y esa es la diferencia".
"El míster trabaja en ello. Nosotros sabemos que tenemos que centrarnos en jugar y aislarnos un poco de lo de fuera. Con tanta masa social sabemos que cuando ganamos nos van a aplaudir, pero cuando no nos van a apretar”.
¿Pesa el escudo del Depor cuando vienen mal dadas?
"No, que va. Este club es muy grande, pero todo jugador cuando es pequeño lo que sueña es eso, jugar en un equipo donde vienen 20.000 personas a verte, que vas por la calle y te conocen. Si quieres la parte buena sabes que si no hay resultados te van a apretar. Si quieres jugar en el Deportivo debes saberlo. No pesa, es una alegría jugar en Riazor”.
¿Estáis en el filo de la navaja?
"Sí, pero nosotros tenemos que tener esa estabilidad. Sabemos que depende de nosotros para cambiarlo. Si ganamos a Fuenlabrada y pegamos ese golpe en la mesa en Ferrol cambiará. Depende de nosotros, sigo pensando que el ascenso directo con el equipo que tenemos es todavía muy posible".
¿Ayudaría incorporar un especialista en psicología deportiva?
"No sé, no creo que sea algo necesario y súper importante. Toda ayuda es buena, pero no creo que sea algo que vaya a cambiar mucho. Si algún compañero lo necesita que lo busque, pero tampoco creo que sea algo tan importante".
¿Qué le aporta Óscar Cano al vestuario?
"El míster, aparte de la idea de fútbol que tiene, que es un entrenador que le gusta eso, tener el balón y que cuando no la tengamos la quiere rápido. Para mí, es cercano con el jugador, siempre aparte de ser entrenador es como un padre que siempre pregunta cómo estás. Eso es importante para mí, que sea cercano con el jugador. Luego tiene ese carácter y esas charlas para que siempre estemos con alegría, que nos afecte lo menos posible las derrotas. Cuando lo hacemos mal nos aprieta para ponernos las pilas. Tiene muchas cosas buenas y por eso creo que es el entrenador que tiene que estar aquí".