Aunque hace cinco años acabó con sus huesos en el hospital debido a una deshidratación tras haber caminado 70 kilómetros desde Liniers hasta el santuario de Nuestra Señora de Luján, el aficionado deportivista argentino Álvaro López Quartara ha vuelto a peregrinar para rogar por el bien del club herculino.
Esta vez este bonaerense con raíces en A Coruña e Irixoa decidió atenuar su esfuerzo recorriendo 36 kilómetros de noche, concretamente desde la capilla San Luis Gonzaga de Villa Trujui (provincia de Buenos Aires).
Las más de nueve horas de caminata se hicieron ligeramente más llevaderas por la temperatura nocturna y la compañía. "La transpiración cede, pero las paradas agigantan las posibilidades de calambres, sintiendo aductores y planta de pies como tensión de balón aéreo al área", expresa.
"Peregriné con un amigo jesuita y como anécdota graciosa, nos acompaño un feligrés de más de 80 años", recuerda López Quartara, que eligió una prenda especial para este singular recorrido. "Esta es mi cuarta peregrinación con la casaca del Dépor. Caminé la primera con la de Fran y luego dos veces con la de Scaloni. Esta vez tocó Colotto y seguramente la próxima sea la de 'Poroto' Lux", añade.
El hincha blanquiazul asegura que seguirá deslomándose en el futuro por una pasión, la deportivista. "Insisto en hacer actos de fe y de ejemplo para nuestros jugadores y dirigentes, para transmitir a ellos que el Dépor es mucho más que un escudo y una casa. Para muchos es nuestra vida, nuestra alegría, nuestra esperanza, nuestra ilusión y nuestro orgullo", sostiene.