El Deportivo y parte de los aficionados blanquiazules desplazados a Tenerife pudieron regresar este lunes a A Coruña, pero no todos tuvieron la misma suerte. “Más que una anécdota, ha sido toda una odisea. Llegamos al aeropuerto de Tenerife Norte a las 8.30 de la mañana (de este lunes) y hasta más allá de las seis de la tarde no despegamos”, reconoció Andrés Becerra, seguidor deportivista y preparador físico con el Infantil A del Deportivo.
Él y tres amigos más, junto a una veintena de hinchas deportivistas que tenían que despegar de Tenerife este lunes por la mañana, tuvieron que esperar hasta bien entrada la tarde para poder volar, con cambio de aeropuerto incluido y pernoctar en Madrid. Este martes a las 8 de la mañana aterrizaron en A Coruña, un día después de lo estipulado.
“Llegamos el viernes en diferentes vuelos, entre mañana, tarde y última hora. El sábado y el domingo estuvimos conociendo la isla hasta la hora de la comida en Santa Cruz. Ahí ya nos empezaron a decir que el partido se aplazaba por el temporal y que se pasaba al lunes o directamente no se jugaba. A las cuatro (hora insular) nos confirmaron que el partido no se jugaba porque el Cabildo había dado la alerta por temporal. Nos quedamos un poco el ‘shock’ porque el día era bueno, en Galicia hemos tenido días peores. Estuvimos en una terraza pasando la tarde, tomando helados a 23 grados... Luego coincidimos en el hotel del Dépor con toda la gente que se acercó hasta allí. Y terminamos en una terraza, en manga corta y sin ningún problema al lado del Heliodoro, a la hora en la que se habría tenido que jugar el partido. En el estadio hay banderas de los diferentes equipos y no se movía una”, relata. El problema llegó por la mañana.
El Dépor pudo despegar en uno de los primeros aviones programados, pero no así el de Becerra y sus compañeros. “Contábamos con volver hoy (por el lunes). Los aviones de Tenerife Sur sí que salían. El problema fue con los vuelos de Tenerife Norte. El nuestro tenía que salir poco antes de las diez (hora insular) y se retrasó. Nos reubicaron en el de las 14.30 pero ese avión, que venía de Madrid, tampoco logró aterrizar. Al final optaron por bajarnos en autobús al aeropuerto de Tenerife Sur. Nos dieron un bono de 7 euros, que casi no da para comer, en un aeropuerto (risas)”, indicó.
Aunque al principio llegó a temer que tuviesen que hacer noche en Tenerife debido a los problemas con los vuelos, ya que había problemas técnicos en uno de los aviones en los que podían regresar, finalmente Andrés y sus compañeros pudieron volar este lunes. Lo hicieron ya por la tarde, vía Madrid, donde tuvieron que pernoctar. Este martes primera hora, a las 6.40 de la mañana, salieron de la capital de España y a las 8 aterrizaron en Alvedro.
Este cambio de horarios, aparte de las interminables horas en el aeropuerto, les supuso no poder acudir a sus respectivos puestos de trabajo. “Entreno un equipo en la base del Dépor y tuve que avisar de que no podía ir. Lo entendieron y me cubrieron. Otro amigo también tendría que haber trabajado hoy (por el lunes) y los otros dos tendrían que incorporarse este martes”. Debido a que el partido aplazado se jugará entre semana no podrá repetir viaje para animar al Dépor en Tenerife. Un periplo que se convirtió en odisea.