Lejos de estar decepcionado o de sentir que la eliminación ha sido un chasco, Manuel Pablo García, entrenador del Deportivo, ensalzó el rendimiento y la imagen ofrecida por sus futbolistas nada más concluir, con eliminación, el encuentro ante el Dinamo Kiev.

El técnico blanquiazul reconoce que “nos hemos encontrado en una situación muy adversa, pero el equipo ha dado la cara. En el fútbol hay resultados negativos y positivos pero lo que debe intentar uno es que, si se pierde, se haya dejado todo y haya peleado hasta el final para que su gente se sienta orgullosa. No siento dolor. Claro que nos hubiera gustado pasar, pero mi sensación después del partido es confortable”.

El partido me ha recordado a la Champions, a situaciones que había vivido como futbolista 

Sobre el desarrollo del partido, explica que “salimos muy dubitativos a la hora de presionar. En las primeras jugadas nos cogieron en transición y cogimos algo de miedo”. También se refirió a la expulsión de Rubén en el minuto 36. “Hizo presión a tope hacia delante, que era lo que le pedíamos al equipo y llegó el 2-1. A partir de ahí, centrales y medios también defendieron hacia delante, tuvimos el partido más controlados y fuimos superiores. Luego llegó la expulsión y nos tocó jugar de manera diferente, intentando cerrar espacios por dentro y tapar, en la medida de lo posible, sus centros. Ellos tienen calidad, hicieron el 2-2 con un golpeo impresionante y nos fuimos a la lotería de los penaltis”, repasa.

Sobre la imagen de Riazor hoy, dijo que “es espectacular. Una de las grandes bazas que hemos tenido en esta competición. Hemos llegado hasta aquí y resistido hasta el último por ellos. Los jugadores lo han dejado todo por intentar responder a ese apoyo. Hay que sentirse de orgullo tanto de lo que tenemos fuera como dentro del campo”.

Hay que sentirse de orgullo tanto de lo que tenemos fuera como dentro del campo 

Como se pudo ver después del último penalti, “nada más acabar el partido, todos estaban muy tristes, pero nuestras palabras de ánimo del cuerpo técnico y la respuesta de la afición tienen que hacerles entender lo que han hecho. Si hay una manera de perder, que sea así, con la afición reconociendo todo lo que han hecho. Ha habido 20.000 personas en Riazor por lo que han hecho y transmitido en los anteriores partidos. Es algo que deben guardar en su corazón para siempre”, destaca.

Manuel Pablo se siente orgulloso de su equipo. “Hemos intentado aplicar nuestra forma de jugar y de afrontar los partidos. Hemos cogido la confianza y, a partir de ahí, hemos jugado como nos gusta: siendo protagonistas y peleando cada balón. La competición me ha recordado a cuando jugaba la Champions, a muchas situaciones que ya había vivido como futbolista”.