El Deportivo y Riazor pulverizaron su propio récord de asistencia (20.115 espectadores) a un partido de la Liga de Campeones juvenil, la UEFA Youth League, en la cita de este miércoles ante el Dínamo de Kiev, frente al que los coruñeses no pudieron lograr el pase a los octavos de final de la competición continental al caer en la tanda de penaltis (2-2).
Los blanquiazules habían metido en su estadio 12.189 aficionados en la segunda ronda de la ruta de los campeones ante el Maccabi Haifa de Israel, que era la mejor entrada en un partido de esta competición antes de las eliminatorias primaverales y que el propio equipo gallego superó ampliamente ante los ucranianos.
El récord absoluto de la competición lo ostenta el Krasnodar-Real Madrid del playoff de la temporada 2017/18 (32.510) y el Deportivo-Dínamo pasa a ser el segundo mejor registro (su anterior marca era la quinta).
Los abonados del conjunto coruñés tenían acceso gratuito al partido, pero con reserva de entrada previa, el club regaló localidades a colegios e instituciones sociales de A Coruña, y el resto de aficionados tuvieron que comprar tickets a cinco euros para asistir al choque.
Con el primer equipo blanquiazul en la categoría de bronce del fútbol español, el juvenil ha cautivado a la grada y en sus encuentros ha reunido a más seguidores que los que presencian muchos partidos de LaLiga Santander y LaLiga SmartBank.
A más de una hora para el partido ya había ambiente en Riazor para la cita de la versión juvenil de la Liga de Campeones.
La grada fue cogiendo poco a poco (el partido empezaba a las 19:00 horas) el color de las grandes noches europeas, recordando las que Riazor vivió a principios de siglo en la ‘Champions’ senior, en la que compitió cinco temporadas seguidas y se quedó a un paso de la final de la edición 2003-04.
Un currículo que ahora querían emular sus jóvenes promesas a las órdenes de uno de los jugadores de aquel Deportivo de leyenda, Manuel Pablo García.
Algunos ya están en las filas del primer equipo blanquiazul en Primera RFEF, como el delantero Noel López, el extremo Yeremay Hernández o el lateral Álvaro Trilli, que no pudo jugar el partido con el Dínamo de Kiev por el riesgo de que la plantilla principal se quedara sin laterales derechos.
La afición llevó en volandas a los juveniles, sobre todo cuando hubo que tirar de épica con 2-1 a favor en el marcador pero un jugador menos con casi una hora de partido por delante.
El descanso sirvió para encender los flashes y seguir los leds de Riazor, un estadio con iluminación de Champions, al ritmo de Tanxugueiras.
Se dejaron la garganta en el segundo tiempo, contribuyeron a que el equipo forzara los penaltis, pero desde los once metros se despidieron del torneo continental.
Abatidos por la eliminación, Riazor les despidió con aplausos y los jugadores levantaron el ánimo con una vuelta al campo mientras escuchaban los cánticos de cariño de sus hinchas