Los caminos del Deportivo y Gaizka Garitano Aguirre (Derio, Vizcaya, 1975) se separaron el 26 de febrero de 2017, horas después de una dura derrota en Butarque ante el Leganés de otro Garitano, Asier, al que solo le une el apellido y ningún parentesco. Este domingo, poco más de ocho años después, vuelven a cruzarse.
La caída en barrena del Dépor y el apogeo de la carrera profesional del técnico vizcaíno les han llevado a no volver a verse las caras hasta este 2025. Entre medias, el Deportivo sufrió dos descensos y ha pasado cuatro años de penitencia en la tercera división. Garitano también dio un paso atrás para hacerse cargo del filial del Athletic. Esa decisión le llevó a acabar ocupando el banquillo de San Mamés durante dos años y un mes.
El preparador vasco llegó a A Coruña para sustituir a Víctor Sánchez del Amo, con un fantástico bagaje al frente del Eibar. Garitano ascendió al conjunto armero en dos campañas consecutivas, de Segunda B a Primera, y lo mantuvo en la élite —eso sí, gracias al descenso administrativo del Elche— en su histórico estreno. Peor le fue en Valladolid. El club vallisoletano lo destituyó después de 9 jornadas en Segunda. Unos meses más tarde recaló en el Dépor.
El paso de Garitano por A Coruña dejó buen recuerdo en lo futbolístico, aunque malo a nivel de resultados. El Deportivo solo ganó 5 partidos bajo su dirección, uno de ellos en Copa ante el Betis (3-1). Los otros 4 se produjeron en 24 jornadas de Liga. El Dépor batió a ‘su’ Eibar en la 1ª jornada (2-1), al Sporting (2-1) en la 7ª, a ‘su’ Real Sociedad —equipo en el que jugó— en la 14ª (5-1) y al Osasuna en la 16ª, en el partido del apagón (2-0).
Lo cierto es que su propuesta era atrayente. Garitano solía apoyarse en un 4-2-3-1, aunque en algunas ocasiones apostaba por jugar con dos puntas, Joselu y Andone. Y el equipo tenía fútbol, con jugadores como Guilherme, Borges, Emre Çolak y, sobre todo, Ryan Babel en la elaboración y la fase ofensiva. Lo demostró su Dépor, por ejemplo, en el Bernabéu, donde cayó 3-2 después de adelantarse bien avanzada la segunda mitad. Una racha de 5 empates a la que siguieron 4 derrotas consecutivas provocó su despido. El Deportivo fue barrido en Leganés (4-0) el 25 de febrero de 2017 y, aunque se encontraba 3 puntos por encima de la zona de descenso tras más de dos meses sin conocer la victoria, el consejo de administración decidió prescindir de Garitano y contratar a Pepe Mel.
Desde entonces, mientras el Dépor ha disputado 53 encuentros en Primera División, el técnico deriotarra ha dirigido casi el doble de partidos en la máxima categoría: 98.
Garitano se hizo cargo del Bilbao Athletic al comienzo de la temporada 2017-18. A sus órdenes tuvo a Unai Simón y Dani Vivian —campeones de Europa con la selección española el pasado verano—, Peru Nolaskoain —que jugaría cedido en el Dépor durante el siguiente curso—, Gorka Guruzeta —autor de 14 goles en Primera la pasada campaña con el Athletic— o su paisano Iñigo Vicente —una de las figuras del actual Racing de Santander—. Los ‘cachorros’ de Garitano se colaron en el playoff de ascenso a Segunda —fueron cuartos en el Grupo 2 de Segunda B—, en cuya primera eliminatoria les cortó las alas el Villarreal B. El filial ‘groguet’ se impuso por su mejor clasificación liguera —segundo—, ya que venció en la ida por 1-3 en San Mamés pero sucumbió por 0-2 en su campo.
La temporada 2018-19 la arrancó Garitano con el Bilbao Athletic pero la terminó a los mandos del primer equipo. La directiva rojiblanca destituyó al argentino Eduardo Berizzo con el Athletic en puestos de descenso tras 14 jornadas. El estratega vasco dejó al filial en la octava plaza. Y en esa misma situó al Athletic a final de curso, después de sumar 42 puntos en 24 jornadas.
Cosas del fútbol, en la campaña de la pandemia, 2019-20, el Athletic sufrió una racha calcada —5 empates seguidos de 4 derrotas— a la que le costó su cargo en el Deportivo. El Athletic confió en él y, si bien la undécima posición liguera no colmó las aspiraciones del club, consiguió llevar al equipo a la final de Copa. Garitano no pudo disfrutar de ese partido, ya que el covid lo aplazó hasta casi un año después. Tampoco de la Supercopa de España para la que se clasificó, porque tan solo unos días antes de su disputa fue destituido tras una victoria ante el Elche (1-0), con el Athletic decimotercero en el ecuador del campeonato. Los rojiblancos conquistaron aquella Supercopa tras vencer al Real Madrid (2-1) en semifinales y al Barça (3-2) en la final. El club quiso reconocer el trabajo de Garitano para alcanzar ese éxito. Unió su imagen a la del nuevo técnico, Marcelino García Toral, en la gráfica publicada en sus redes sociales celebrando la conquista del mencionado título.
Garitano regresó al Eibar al comienzo del siguiente ejercicio, el 2021-22. El conjunto armero acababa de bajar de Primera y buscaba el regreso por la vía rápida pese a reconstruirse al vender a sus principales activos. El temporadón del gaditano Stoichkov —21 goles— no fue suficiente. El cuadro azulgrana acabó tercero, a solo un punto del campeón Almería y el subcampeón Valladolid. En el playoff, sucumbió a las primeras de cambio, en la prórroga en su propio feudo ante el Girona, pese a haber ganado en la ida en Montilivi.
La segunda temporada de su segunda etapa en Ipurua, la 2022-23, también acabó en el playoff. Fue un Eibar menos poderoso. Sumó 9 puntos menos y anotó 16 tantos menos que en el curso previo, pero le dio para acabar quinto. Su camino finalizó también en la primera eliminatoria, con el Alavés de Luis García Plaza como verdugo: 1-1 en Ipurua y 2-0 en Mendizorroza. Los vitorianos acabarían en Primera después de batir al Levante en la final.
El vizcaíno acabó contrato. Sin embargo, volvió a Primera de la mano del Almería, que confió en él después de un nefasto inicio de temporada 2023-24. Ni Vicente Moreno en las 7 primeras jornadas, ni Martín Lasarte en las dos siguientes fueron capaces de lograr una victoria. Tampoco lo consiguió Garitano pese a que tuvo 19 oportunidades. Con el equipo colista con 10 puntos tras 28 jornadas, el exdeportivista fue despedido después de cosechar 7 empates y 12 derrotas, 9 de ellas por un gol de diferencia.
Garitano comenzó de nuevo la temporada sin equipo. Recibió la llamada del Cádiz el pasado 8 de diciembre, diez días después de que el Deportivo visitase el Nuevo Mirandilla (2-4). Aquella derrota y la sufrida en la jornada siguiente en campo del Elche (2-1) certificaron el adiós de Paco López y, con ello, el fichaje del extécnico blanquiazul. El Cádiz entraba de nuevo en puestos de descenso tras una irregular primera vuelta. Ya había ocupado la zona roja en seis jornadas anteriores.
El efecto Garitano se ha hecho notar en Cádiz. El equipo ha ganado la mitad de los partidos (7 de 14) y ha sufrido solo 2 derrotas: 3-0 en Albacete y 2-1 en Tenerife, el pasado lunes. Ha sumado 26 puntos de 42 posibles —un 61,9 por ciento, por encima del 55,6 que registra Gilsanz es sus 21 partidos con el Deportivo—, ha marcado 22 goles y encajado 13 tantos.
Dos equipos con la flechita hacia arriba y un reencuentro. Riazor sufrió y disfrutó a Gaizka Garitano, que el domingo volverá a su antigua casa.