No comenzó la última pretemporada con el primer equipo, pero a lo largo de la recién finalizada campaña logró adelantar a varios compañeros de la misma demarcación hasta ganarse la confianza de Imanol Idiakez como un jugador importante en la rotación. La 2023-24 ha sido la temporada de explosión de Rubén López (Silleda, 2004), un canterano que ha quemado etapas más rápido de lo esperado. Del “aquí hay un futuro futbolista” que le dedicó el técnico vasco el pasado diciembre, a contar para Fernando Soriano en la configuración de la plantilla de cara al regreso a Segunda División: “En el centro del campo estamos justos, tenemos a José Ángel, Villares y Rubén, pero no más”, dijo el director deportivo el 12 de junio.
El potencial de Rubén López era un secreto a voces en Abegondo, pero el jugador de 19 años no inició la pretemporada 2023-24 con el primer equipo. No fue hasta el 7 de agosto, casi tres semanas después del regreso al trabajo, cuando el fabrilista se estrenó en una sesión a las órdenes de Imanol Idiakez. Acto seguido, el 10 de agosto, tuvo minutos en el amistoso frente al Compostela.
No obstante, Rubén comenzó la competición como titular en el Fabril. Formó parte del once inicial en cuatro de los cinco primeros partidos del filial de Óscar Gilsanz en Segunda Federación, aunque poco a poco se fue haciendo un fijo en los entrenamientos del primer equipo. Su primera convocatoria con el Depor llegó el 8 de octubre en un partido en Riazor ante el Celta Fortuna, pero tuvo que esperar cinco encuentros más sin jugar hasta que se produjo su debut en la jornada 11 de Primera Federación. La debacle en Irún (3-0) tuvo al menos la buena noticia del estreno del jugador de Silleda, que entró al campo en el minuto 84 por José Ángel y también tuvo minutos en el siguiente compromiso en el estadio de Riazor frente a la SD Logroñés.
Rubén López ya había asomado la pata por debajo de la puerta, pero el 6 de diciembre confirmó su personalidad y calidad en su primera prueba como titular con el primer equipo. En la segunda ronda de la Copa del Rey ante el Tenerife, Rubén sostuvo el centro del campo junto a José Ángel ante un ‘Segunda’ e hizo alarde de su despliegue físico disputando los 120 minutos de una eliminatoria con prórroga en la que se quedó sin compañero en la medular en el minuto 108 por la expulsión del mediocentro sevillano. “La primera vez que le vi pensé que ahí había un futuro futbolista y lo ha confirmado. Ha hecho un trabajo espectacular”, reconoció Idiakez en la rueda de prensa posterior a la digna eliminación copera ante el Tenerife (2-3).
Después de superar con nota su primer examen de nivel, Idiakez no dudó en trasladar paulatinamente más responsabilidad al fabrilista. En la jornada 19 se estrenó como titular en un partido de Primera Federación actuando en la mediapunta ante la Cultural Leonesa en el Reino de León (1-0). A pesar de la derrota, la última de la temporada del Deportivo, Rubén López volvió a gritar “aquí estoy yo” en la jornada 21 en el duelo ante el Celta Fortuna en Balaídos. El centrocampista marcó su primer gol con el primer equipo y fue clave en la trabajada victoria ante el filial celeste (1-2). Para el recuerdo quedará su celebración besando el escudo ante los aficionados blanquiazules que asistieron al estadio olívico.
El Deportivo puso velocidad de crucero en la segunda vuelta, con un once completamente consolidado, pero Rubén no perdió el paso y consiguió convertirse en un valor seguro para Idiakez en los tramos finales de partido, casi siempre con la intención de mantener la agresividad para conservar la ventaja en el marcador. Incluso dobló con el Fabril durante tres fines de semana de la segunda vuelta. Sábado, minutos con el primer equipo; domingo, titular con el filial.
Así se prolongó su rol con el Deportivo hasta la consecución del ascenso a Segunda División. Posteriormente, volvió a recibir el premio de la titularidad en el encuentro en Zubieta ante la Real Sociedad B (1-1) y en el partido de ida de la Final de Campeones de Primera Federación contra el Castellón (2-1). La recompensa a una temporada que le ha dado la razón a Rubén: “Yo estoy seguro y convencido de que quiero quedarme en el Depor y triunfar en el Depor”, reconoció en una entrevista a este diario el pasado octubre de 2023, justo antes de su primera convocatoria con el primer equipo blanquiazul.
Rubén López, renovado el pasado diciembre hasta 2028, se ganó su rol en el primer equipo a base de trabajo, versatilidad y competitividad. Virtudes que le permitieron adelantar a diferentes centrocampistas en la rotación a lo largo del curso. Los también fabrilistas Brais Val, que sí comenzó la pretemporada con el primer equipo, y Jairo Noriega parecían por delante del de Silleda al inicio de la 2023-24. No obstante, Brais Val regresó al filial para ser el pivote titular de Óscar Gilsanz y Jairo, que se mantuvo durante meses en dinámica de trabajo del primer equipo, también volvió al Fabril ante la escasez de oportunidades ofrecidas por Idiakez.
Con José Ángel y Diego Villares como intocables en el centro del campo, Rubén también pasó por delante en la rotación de un Salva Sevilla que fue perdiendo protagonismo en la segunda vuelta. Rubén incluso fue utilizado por Idiakez para reforzar el centro del campo en varias ocasiones por delante de Hugo Rama, que también podía actuar en esa zona.
Su polivalencia fue uno de los factores determinantes en su aumento de responsabilidad con el primer equipo. Formado como pivote, con Idiakez también actuó como interior, mediapunta y escorado a la banda, como frente al Celta Fortuna en Balaídos.
“Personalmente me gusta más jugar de pivote, pero no me desagrada jugar de ‘8’. Jugando de mediapunta o de interior se llega más al área rival. Pero yo estoy para jugar donde me tenga que poner el míster, bien sea de pivote, de mediapunta o de lateral. Creo que soy un jugador bastante polivalente y me puedo adaptar bastante a cualquier posición”, comentó el joven jugador en la citada entrevista concedida a este diario en octubre de 2023.
En cualquiera de esas demarcaciones, Rubén demostró en la 2023-24 estar preparado para cualquier reto. Su capacidad para abarcar campo, no arrugarse ante nadie, interpretar el juego, orientar con sentido la presión y ofrecer criterio con balón son sus avales de cara a una temporada 2024-25 en la que se verá obligado a adaptarse, como ya ha hecho cada año, a un nuevo salto en el nivel de exigencia.