Aunque, obviamente, se trata de un equipo recién ascendido a Segunda División, el Deportivo no es un conjunto más de los que integran la nómina de 22 de la categoría de plata en la próxima campaña 24-25.
Siete títulos oficiales adornan su palmarés, con un estadio como Riazor que seguirá siendo uno de los templos de la Segunda División; un campo con capacidad para 32.660 espectadores que seguirá marcando la diferencia y que será todo un santuario a visitar por todos sus adversarios.
No en vano, el recinto municipal herculino parte ahora mismo como el segundo con mayor aforo de los 19 feudos de los equipos ya confirmados para la Liga Hypermotion 24-25.
A día de hoy tan solo La Romareda (Zaragoza) dispone de mayor aforo, con 33.600 localidades, casi un millar más que Riazor.
La Segunda División amalgamará clubes relativamente modestos con auténticos buques insignia del fútbol estatal; clubes del calado de Zaragoza, Depor o Sporting de Gijón, cuyos respectivos campos alcanzan los 30.000 espectadores de capacidad.
Además de los ya citados La Romareda y Riazor, el Martínez Valero de Elche posee 31.400 asientos. Construido en 1976 para albergar encuentros del Mundial de España 1982, su aforo inicial sobrepasaba las 40.000 personas pero en 2013 el Ayuntamiento de Elche lo remodeló hasta su capacidad actual —más acorde a las necesidades del Elche—.
En Gijón, una escuadra clásica del fútbol profesional como el Sporting actúa como local en El Molinón, con treinta millares de entradas a la venta en cada encuentro de los asturianos.
Si hablamos de formaciones modestas en el fútbol profesional, el Mirandés se lleva sin duda la palma.
La localidad burgalesa de Miranda de Ebro —con tan solo 35.000 habitantes— posee un estadio, el de Anduva, acondicionado para tan solo para 5.800 asistentes.
Otros tres clubes pertenecientes a la división de plata como Eldense, Eibar o Huesca tampoco llegan a los diez millares de localidades en sus respectivos terrenos de juego, Perico Amat, Ipurúa y El Alcoraz.
En efecto, el conjunto de Elda acaba de ampliar su feudo a 8.000 espectadores, cuando en la categoría de bronce apenas era apto para unos 3.000.
A buen seguro que la siempre viajera afición deportivista tendrá problemas para disponer de un elevado número de billetes para animar a su equipo a domicilio en los citados escenarios ligueros, más similares a la práctica totalidad de las formaciones que el pasado ejercicio compitieron en Primera RFEF, en donde el Deportivo llegó a actuar en numerosas ocasiones como ‘local a domicilio’.
La final del playoff del ascenso a Primera División —que se dilucidará este fin de semana— dejará en Segunda otro equipo con solera, Espanyol u Oviedo y un estadio catalogado como importante para esta competición, el RCDE Stadium (40.000 asientos) o el Carlos Tartiere (30.500).
Entre los candidatos a subir desde Primera RFEF, figuran Málaga, Nàstic, Barça B y Córdoba. Dos de ellos también serán en las próximas horas rivales del RC Deportivo en condición idéntica de recién ascendidos.
La Rosaleda, estadio malacitano, representa el más amplio de ellos, para un total de 30.000 aficionados y con una afición que ya lo ha abarrotado dos veces en la actual promoción.
España organiza el Mundial 2030 de manera conjunta con Portugal y Marruecos. Los responsables de la candidatura española elegirán los estadios para la cita mundialista la próxima semana, y Riazor se la juega. El ‘coliseo blanquiazul’ es uno de los catorce escenarios que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la FIFA tienen sobre la mesa, pero en próximas fechas realizarán una criba definitiva para quedarse con una selección final de entre nueve y once recintos.
Además de Riazor, pugnan por ver partidos del Mundial de 2030 campos como Balaídos (Vigo), el Santiago Bernabéu y el Cívitas Metropolitano (Madrid), el Camp Nou y el RCDE Stadium del Espanyol (Barcelona), Mestalla (Valencia), San Mamés (Bilbao), Anoeta (San Sebastián), La Romareda (Zaragoza), La Nueva Condomina (Murcia), La Cartuja (Sevilla), La Rosaleda (Málaga) y Gran Canaria (Las Palmas).
El municipal de Riazor necesita un lavado de cara para poder acoger partidos de la cita mundialista. Entre las reformas obligatorias figuran la ampliación del aforo, que, según el proyecto presentado por el Concello, aumentaría de 32.660 espectadores a 48.015; un mayor número de Palcos VIP; y la creación de un acceso directo desde el exterior a los bajos del estadio para que éste cuente con un aparcamiento subterráneo, con las correspondientes obras en la calle Manuel Murguía y en los alrededores de Riazor. Una remodelación que tendría un coste de unos 90 millones de euros.