Casi tan antiguo como el deporte, el dopaje es infinito, en cantidad de atletas y disciplinas (dominan ciclismo y atletismo) como en variedad de sustancias y en razones para intentar justificarlo (pocas con razón). Algunos de los sancionados ni siquiera dieron positivo. Pep Guardiola, Andre Agassi, Bjarne Riis, David Meca, Jan Ullrich, Justin Gatlin, Floyd Mayweather Jr, Eddy Merckx, Carl Lewis, Pietro Mennea... No caben todos en un top-10 de ilustres.
10. Alberto Contador. Ciclismo. Sancionado solo por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), a raíz de una de denuncia del Comité Olímpico Italiano (CONI), el madrileño sigue defendiendo que su positivo se produjo por culpa de un chuletón contaminado con clembuterol. Fue suspendido por dos años y le quitaron el Tour de Francia 2010 y el Giro de Italia 2011.
9. Simona Halep. Tenis. Aunque mediáticamente tuvo más relevancia el dopaje de la rusa Maria Sharapova, en octubre de 2022 la rumana dio positivo por Roxadustat y fue castigada con cuatro años sin jugar. Apeló y se le redujo a 9 meses. Conserva los títulos de Wimbledon 2018 y Roland Garros 2019, pero no el tenis que la llevó al número 1 mundial. Actualmente figura en el 879.
8. Sun Yang. Natación. Tres veces campeón olímpico y 11 mundial, tanta relevancia como sus éxitos tuvo el hecho de que sus rivales afirmasen que el chino orinaba violeta. En 2018 destruyó a martillazos una muestra cuando los ‘vampiros’ fueron a su casa a pasarle revisión. En 2020 le cayeron ocho años, la sanción más alta posible, aunque oficialmente nunca dio positivo. La otra paradoja es que conserva todas sus medallas.
7. Tom Simpson. Ciclismo. El británico es, hasta la fecha, el único fallecido directamente a causa del dopaje. Sucedió en la etapa del Mount Ventoux del Tour de Francia 1967. El diagnóstico oficial fue insuficiencia cardiaca por golpe de calor. En la autopsia se halló la presencia de anfetamina en su sangre. Y en el bolsillo trasero de su maillot, dos tubos vacíos y uno medio lleno de Tonedron. Fue campeón del mundo en 1965.
6. Diego Armando Maradona. Fútbol. Dio positivo por cocaína en 1991, cuando jugaba en el Nápoles. Y por efedrina en el Mundial de Estados Unidos 1994. Este se vendió que era culpa de un fisioculturista que le suministró el medicamento y luego se esfumó. ‘D10S’ confesaría a posteriori que su debut con las drogas se produjo en 1984, cuando militaba en el Barça. Sorprende, vistos los muchos excesos cometidos, que en su carrera le cazaran solo dos veces.
5. Marta Domínguez. Atletismo. La palentina cayó en su punto álgido, cuando había encandilado a toda España con sus galopadas, aparentemente siempre al límite de lo físicamente posible, en 5.000 y 3.000 metros obstáculos. No llegó a dar positivo, pero tras aparecer implicada en una red de dopaje, en 2013 la IAAF (actual World Athletics) pidió una sanción de tres años, basada en el estudio de su pasaporte biológico. En 2015, el TAS la confirmó y le desposeyó del oro mundial de 2009 y de la plata europea de 2010, ambas en 3.000 obstáculos.
4. Johann Muehlegg. Esquí de fondo. Otro ídolo español caído en su momento cumbre. Nacido en Alemania en 1970, cambió de bandera en 1999 y situó a nuestro país en el mapa de élite del deporte invernal. En los Juegos de 2002 logró tres medallas de oro. Tras la tercera, en 50 kilómetros estilo clásico, dio positivo por Darbepoetina. En principio, el COI solo le quitó este metal. Cuatro años más tarde, el TAS se llevó por delante los otros dos. Conservó, no obstante, el título mundial de 50 kms logrado en 2001. En sus memorias juró y perjuró que nunca se había dopado conscientemente.
3. Ben Johnson. Atletismo. El canadiense nacido en Jamaica asomó por el podio olímpico de 100 metros en Los Ángeles 1984. Cuatro años después, en Seúl, ganó la final, además batiendo, con 9.79, su propio récord del mundo. Un doble hit que se cayó de la lista tres días más tarde. Un análisis de su orina detectó la presencia de Estanozolol. La IAAF le suspendió por dos años; el ministro de Deportes de su país, a perpetuidad. Lo negó todo antes de acabar confesando que ya iba ‘puesto’ cuando batió el tope universal en 1987. Regresó en 1991, pero no volvió a ser el bólido que asombró al planeta.
2. Marion Jones. Atletismo. La novia de América lo fue del mundo en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000, donde recolectó tres oros (100, 200 y 4x400) y dos bronces (longitud y 4x100). A los de Atenas 2004 llegó ya bajo la sombra del escándalo de los laboratorios BALCO, gestores de una nueva droga, la Tetrahidrogestrinona (THG). El cabeza visible de la trama, Victor Conte, declaró que él mismo le enseñó a Marion cómo usarla. En 2007 fue declarada culpable de haberla utilizado en la cita cuatrienal de la ciudad australiana y perdió las preseas. Incluso llegó a pasar seis meses en la cárcel.
1. Lance Armstrong. Ciclismo. La gran estafa histórica. En un deporte siempre bajo sospecha, se dice que el texano fue el que mejor supo doparse, el que se adelantó a los métodos de detección. Hasta que los métodos lo cazaron a él. Y se llevaron por delante los siete Tours de Francia conquistados entre 1999 y 2005. Nunca dio positivo mientras estuvo en activo. La Agencia Antidopaje lo atrapó siete años después. Cantaría, con pelos y señales, ante las cámaras de televisión. Y así acabó la historia de superación tras sufrir un cáncer testicular. Y el movimiento solidario Livestrong. Del Just do it (Solo hazlo) publicitario de Nike, al Just dope it (Solo tómalo).