Su vuelta a casa vino acompañada de un debut en Riazor (ante la Cultural Leonesa) y de nuevo regresó al feudo coruñés, por la baja de Mackay, para contribuir a la victoria contra el Rayo Majadahonda. Edu Sousa (Tui, 1991) disfruta del regreso al Deportivo, exprime sus minutos y como todos tiene el ascenso “entre ceja y ceja”.
Regresaste a Riazor, esta vez 90 minutos, ¿cómo fueron esas sensaciones? Porque está siendo complicado, a veces tienes que entrar con el partido empezado, otras lo juegas íntegro, ¿es difícil?
Estamos para aportar cada uno nuestro granito de arena. Esto es un colectivo, en el que todos tienen que sumar y cada uno tiene su circunstancia particular, pero siempre con la idea de aportar lo que se pueda. En esta ocasión fueron noventa (minutos), contento por ello y sobre todo porque el equipo consiguió ganar.
Además vuelves a dejar la portería a cero, porque venías de una jornada anterior en la que entras en un momento muy caliente del encuentro, el equipo se vuelca, llega ese gol en contra... ¿Era importante volver a no encajar?
Sí, sobre todo el equipo se vuelve a encontrar con la senda de la victoria, creo que era superimportante hacer borrón y cuenta nueva de lo que pasó en Alcorcón. No hay mejor manera que ganar y a ser posible que el equipo haga las cosas bien, como creo que las hizo la mayor parte del partido y sin encajar gol. Eso habla muy bien de la capacidad de recuperación a nivel emocional, mental que tiene el Depor.
Hablas del factor emocional y circulaba un vídeo tuyo en redes celebrando con rabia el final del choque. Es complicado, ¿no? Porque un portero en un juego colectivo en ocasiones está un poco solo…
Bueno, entre comillas, al final siempre estás metido en el ritmo, en la dinámica del juego, del partido y te hace seguirlo. Lo que pasa es que desde tu posición intervienes mucho menos y eso solo habla bien de que el equipo lo está haciendo perfecto durante el encuentro. No recuerdo ninguna intervención complicada que tuviese que hacer el pasado sábado y eso habla muy bien del grupo, del resto de compañeros que han sabido llevar muy bien ese partido.
¿Y cómo te activas? Porque es verdad que ese día apenas tuviste trabajo y hay muchos minutos en los que ni siquiera tienes contacto con la pelota…
La activación es más bien a nivel mental, creo que mentalmente el portero está ahí siempre con mucha tensión, con mucha capacidad de estar dentro de lo que es el partido y siguiendo el juego para cuando te requiera intervenir a nivel técnico-táctico.
Se perdieron partidos y parecía que ya no entrábamos ni en el playoff y con la llegada de Lucas ya se dice que ascendemos directo, ¿hay que tratar de mantener un equilibrio, a nivel emocional y mental también?
Sí, lo que pasa es que nosotros desde dentro aplicamos un poco la idea de que ni en Alcorcón éramos los peores del mundo ni después del sábado somos los mejores. Y es algo que podemos trasladar a los partidos que no hayamos conseguido vencer. No somos los peores cuando no conseguimos ganar ni lo contrario cuando ganamos, al final de liga se hablará y se verá en qué posición hemos quedado. Nuestra intención es la que es, que es ascender, pero desde dentro ese equilibrio sí que lo puedo sentir un poco más. ‘Piano, piano’, con nuestra mente puesta en el ahora y en sacar los tres puntos esta semana, en este caso ante el San Fernando. No estamos unos días muy abajo y en otros muy arriba, porque creo que eso solo te lleva a lugares poco beneficiosos para nosotros.
La activación del portero es más a nivel mental, para estar dentro del partido
Hablabas el otro día en una entrevista en Riazor.org que a ti y a Mackay os está ocurriendo algo curioso este año, él se está perdiéndose varios partidos y tú estás teniendo que entrar y salir, a veces desde el inicio y otras en medio de un encuentro y venías de jugarlo todo en el Talavera ¿cómo lo estáis llevando?
Lo hablamos cuando ocurrió lo de Alcorcón. Él me comentaba que nunca le había pasado en su carrera y a mí tampoco me había ocurrido tener que entrar desde el banquillo tantas veces. Es curioso, pero nos está sirviendo para aprender, para crecer, estamos preparados para lo que haga falta.
Fuiste canterano en Abegondo, luego te tuviste que marchar, parece que se cumple el dicho de que ‘nadie es profeta en su tierra’ y ahora has vuelto, como otros canteranos: el propio Mackay, Bergantiños, Raúl Carnero. Vuelves ahora, pasados unos años, con una familia, ¿fue mucho muy impactante el regreso?
Son etapas de la vida, por aquel entonces se buscaban otras cosas aquí, hubo que irse a Pontevedra y allí me tiré la mayor parte de mi carrera. Fueron ocho temporadas que me sirvieron para crecer, para madurar, crear la familia que tengo hoy en día... Y cuando te vuelven a llamar del Depor evidentemente lo último que haces es dudar en volver, porque el recuerdo que tenía de aquí era maravilloso, entonces no hubo ningún tipo de duda.
Cuando te vuelve a llamar el Depor, evidentemente lo último que haces es dudar
¿Y cómo llevas tú a título personal la presión que rodea al equipo? Porque el nivel de exigencia de Depor es alto, hay que ganar cada fin se semana, jugar bien, no encajar, que el juego sea vistoso...
Sí, pero creo que esa presión que pueda existir hay que verla con la lente correcta, ¿sabes? Si se hace de esa manera, si se entiende bien lo único que te hace esa presión es sacar lo mejor de ti y rendir a tu máximo nivel y eso es bueno, siempre y cuando la entendamos como tenemos que entenderla. Que es como creo que es el caso de este equipo, de los compañeros, del cuerpo técnico... Creo que la entienden bien, nos sirve y nos hacemos aliados de ella para poder crecer, mejorar y alcanzar ese objetivo que tanto ansiamos.
Confiado en el ascenso“Hay argumentos para pensar que podemos ser campeones” |
Sousa reconoce que siempre quiso ser arquero, que la relación que hay entre sus compañeros y el preparador es estrecha y también buena con el resto del plantel y admite que el ascenso directo es la meta, aunque si hay toca playoff el Depor irá con todo.
¿Siempre quisiste ser portero? Sí, siempre. Sí que es cierto que en fútbol sala, que también jugué, lo hice alguna vez como jugador de ataque, pero habitualmente siempre estaba en la portería.
¿Y cómo es ese día a día? Los porteros tenéis un preparador, hacéis trabajo con él, luego entrenáis con los compañeros… ¿Hay una mezcla o vosotros váis un poco más a lo vuestro? Hay una parte del entrenamiento en el que tú estás solo con porteros, con Ian, con Pablo y con Alberto (Casal, el preparador) lo que genera una relación muy estrecha. Pasas mucho tiempo con ellos, intercambias muchas sensaciones, energías, sentimientos pero luego estamos con todos y la relación es muy buena.
Hablabas antes del objetivo del ascenso, de hacerlo como sea, ¿asumimos entonces que no pasa nada si tiene que ser a través del playoff? Veo al Depor campeón y obviamente todos queremos que lo sea y vamos a pelear por eso hasta que las matemáticas lo digan. Hay argumentos de sobra para pensar que podemos ser campeones: ambición, ilusión, ganas, jugadores maravillosos, equipo tremendo… ¿Qué tienes que servirte de la otra manera para ascender? No hay ningún tipo de problema, se consigue de esa forma.
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