Un Deportivo de gala y otro gol de ‘Oscar’
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Un Deportivo de gala y otro gol de ‘Oscar’

Un Deportivo de gala y otro gol de ‘Oscar’
Óscar Gilsanz, sonriente antes del Oviedo-Dépor | Foto: Fernando Fernández

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A veces, el fútbol y el cine se entrelazan con una armonía casi poética. Antes de la noche en la que Hollywood despliega su alfombra roja para premiar las mejores interpretaciones del año, el Deportivo firmó su propio guion de autor con una escena digna del Oscar. Una acción a balón parado, una nueva jugada ensayada y un desenlace preciso en la gran pantalla del Carlos Tartiere. Si en Los Ángeles la estatuilla es el premio soñado, en Oviedo lo fue el gol, dirigido con maestría por un técnico que lleva el cine en el nombre: Óscar Gilsanz.


El estratega blanquiazul emuló al arquitecto de The Brutalist para diseñar una jugada a balón parado digna de la meticulosa dirección de Brady Corbet. Gilsanz ideó una escena en la que Yeremay y José Ángel hicieron de asistentes de dirección, creando el encuadre perfecto para Mario Soriano, en el papel de protagonista. El mediapunta se disfrazó de Adrien Brody para trazar una línea precisa hacia el gol con una volea con el interior del pie derecho. 


Tras el encuentro, el técnico aprovechó su discurso para reconocer el Cónclave que sucede en Abegondo a puerta cerrada a la hora de elaborar acciones a balón parado como la que dio origen al tanto de Soriano. “Quiero poner en valor el trabajo del staff. El que sale aquí soy yo, pero el trabajo que se hace detrás de las lonas los recompensa a ellos”, declaró el entrenador, en modo Ralph Fiennes anteponiendo los méritos de sus compañeros a los suyos propios.

 

"Hemos ensayado varias semanas esta jugada"


Mario Soriano, por su parte, desveló el proceso de producción del gol, destacando el meticuloso trabajo de ensayo previo. “La estrategia ha salido perfecta. Hemos ensayado varias semanas esta jugada. Muchas veces no hemos podido hacerla en los partidos, pero ayer la ensayamos dos veces. La primera me la puso José y me salió bien. La segunda me la puso Diego y se fue al monte de Abegondo. Pero en el partido ha salido bien. Me sale un poco al centro, pero ha entrado”, afirmó entre risas el madrileño, acostumbrado a recibir buenas críticas en la presente temporada debido a su química con el gol. Ya lleva cuatro. Y tiene claro con cuál se queda: “Es difícil, pero este año puedo decir que el que más me ha gustado es el del Eibar porque sale mejor, va más a la escuadra. Este es más difícil, pero los dos son goles muy bonitos. Ojalá vengan más goles y asistencias, pero lo importante es ayudar al equipo e ir más arriba”.

 

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Celebración de Soriano, tras su gol, junto a Eddahchouri | Foto: Fernando Fernández

 

Un gol más a la saga

La volea de Soriano inauguró el marcador y también escribió un nuevo capítulo en la filmografía táctica del Dépor. No es la primera vez que el conjunto blanquiazul saca partido de una acción de pizarra en el balón parado. Y se supera con cada entrega, algo similar a lo que ha conseguido hacer Denis Villeneuve con la segunda parte del remake de Dune.


En el encuentro mencionado por Soriano contra el Eibar en Riazor, un saque de esquina en corto entre Lucas y Yeremay desembocó en un pase a la frontal al madrileño, que castigó el fallo de marca de los defensas para clavar un golazo en el tiempo añadido.


Antes, en el encuentro a domicilio ante el Cartagena, la ópera prima de Gilsanz en el banquillo del Dépor, Ximo Navarro anotó el 0-1 después de un córner en el que Lucas y Escudero interpretaron a la perfección su papel previo al remate del lateral. 


Escudero también fue actor de reparto en el primer tanto de Mella ante el Castellón en Riazor en una falta frontal. El lateral izquierdo sacó rápido el libre indirecto y el extremo aprovechó el pase filtrado para enviar el balón a la red con un disparo cruzado.

 

Comedia y drama

El tanto de Soriano permitió al Dépor ponerse por delante, pero la ventaja no siempre dura. Que se lo digan a Emilia Pérez, favorita en las casas de apuestas para los Oscars hasta que primero su director, Jacques Audiard, y después su protagonista, la española Karla Sofía Gascón, se empeñaron muy fuerte en echar por tierra esa renta con declaraciones y tuits para echar de comer aparte.


El Dépor combinó de nuevo comedia y drama en el mismo encuentro, una mezcla conjuntada con maestría en Anora. Después de sonreír en el gol de Soriano, tocó llorar en otro córner. El balón le cayó en el balcón del área a Ilyas Chaira, que engatilló una volea lejos del alcance de Helton.

 

"Fue un partido muy completo que indica la madurez del equipo"


Un empate que hizo justicia a la espera del último giro de guion en el tiempo añadido. “Hubo alternativas para los dos. El equipo cree que es capaz de competir ante cualquier rival, en este caso ante un gran candidato al ascenso. El Oviedo nos generó alguna situación, no digo ocasión, con los centros laterales, pero estuvimos bien. Fue un partido muy completo que indica la madurez del equipo y esa estabilidad en el juego”, apuntó Gilsanz, quien reiteró su empeño en mirar más allá del resultado de cada semana: “Siempre hablo del rendimiento del equipo porque el rendimiento no hubiese cambiado si en esa jugada final no hacemos gol. A veces el marcador se decide por detalles tan pequeños, que hay que buscar un rendimiento homogéneo que se alargue en el tiempo. El partido se decide en pequeños detalles también por ese hambre que tiene el equipo. La victoria refuerza el creer en lo que estamos haciendo. El grupo se merece algo así”.

 

Banda sonora

El Oscar a la mejor banda sonora fue sin duda para la afición del Deportivo, que se hizo escuchar entre los 25.081 espectadores totales en el Carlos Tartiere. “El gol en el descuento lo mete Ximo, pero es un gol de las 2.000 personas que estaban en el campo. La victoria es del equipo, pero la afición tuvo mucho que ver. No nos cansamos de adjetivar a nuestra gente”, destacó Gilsanz.


El director betanceiro también tuvo palabras para uno de sus actores fetiche, José Ángel, que fue sustituido tras una larga carrera con Alemao en la que el sevillano se notó “bastante cansado” y con “alguna molestia”, según comentó Gilsanz. 

 

Además, se mostró agradecido con el trabajo silencioso de Hugo Rama, convertido en actor revelación en los minutos finales al participar en el tanto de Ximo: “Sus minutos, tras muchos partidos sin minutos, son producto de recoger lo que siembra en Abegondo. Está teniendo un nivel muy alto en los entrenamientos. En esos últimos minutos, donde el partido se puede decidir por detalles, vimos que Mario andaba un poco más cansado y buscamos los complementos que nos da Hugo: un pase decisivo, un balón parado... Fue una oportunidad que se ganó él solo”.


Así, entre la épica y el suspense, el Dépor sigue construyendo su historia. Quizá no haya focos de Hollywood ni alfombras rojas en cada partido, pero cada jornada es una nueva escena en esta película en la que Gilsanz y los suyos buscan escribir un final de Oscar.  

Un Deportivo de gala y otro gol de ‘Oscar’

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