El Deportivo rompió su racha de dos triunfos seguidos cayendo de forma estrepitosa ante el Real Unión en el Stadium Gal, al que nuncan han ganado en Primera Federación, y ofreció su peor imagen en lo que va de curso.
3-0 perdieron los de Imanol Idiakez, pero pudieron ser más dianas de no ser por las paradas de Ian Mackay, que como todo el equipo, tampoco tuvo su mejor tarde.
Nada hacía presagiar la debacle, tras un primer buen cuarto de hora de los blanquiazules, que tenían el control del esférico y que, sin tener ocasiones de gol, sí que eran capaces de mantener a a su rival en campo propio.
Un par de internadas de Oyarzun y alguna aproximación de Escobar parecían meter el miedo a los herculinos, que veían como Solís se aprovechaba de un mal despeje, entre Villares y Salva Sevilla, para batir a Ian Mackay. Lo mejor era que los coruñeses llegaban al descanso perdiendo por la mínima, ya que Escobar perdonaba el segundo.
Pero, a diferencia del encuentro contra el Nàstic de Tarragona, no había reacción tras el paso por vestuarios. Paris Adot, en el 47 y Solís, tras asistencia, tras cabalgada de Oyarzun por la banda izquierda, ponían el definitivo 3-0 en el luminoso.
Y por fortuna en sólo tres dianas se quedaba el marcador para los vascos, que habrían podido regalar a su afición un marcador más abultado. Pero el portero coruñés evitaba un sonrojo mayor. No era, aún así, poca la tristeza con la que se marchaba el alrededor de medio millar de aficionados coruñeses desplazados, que veían como el Deportivo hincaba la rodilla y volvía por sus fueros, desdibujado y mostrando su peor cara del curso.