El Dépor se pasó 21 partidos sin marcar de cabeza
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El Dépor se pasó 21 partidos sin marcar de cabeza

Bouldini rompió ante el Eldense una racha que se mantenía desde un testarazo de Barbero el 16 de marzo
El Dépor se pasó 21 partidos sin marcar de cabeza
Gol de Barbero de cabeza ante el Sabadell en la temporada 23-24. Foto: AEC

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La evolución natural del fútbol camina hacia un juego cada vez más hilvanado desde la defensa en el que prima el pase en corto raso pero en el que el juego aéreo sigue siendo fundamental, sobre todo en acciones a balón parado como faltas y saques de esquina. 


Las estadísticas de las que tiran los entrenadores profesionales revelan que entre tres y cuatro de cada diez tantos llegan en testarazos producto de la estrategia.


El Deportivo 24-25 arrastra un serio hándicap de cara al gol, con apenas nueve dianas convertidas en las diez primera jornadas del torneo de la regularidad.


El pasado curso en Primera RFEF la escuadra entrenada por Imanol Idiakez sobresalía en el balón parado, con un lanzador de rezuma calidad como Lucas Pérez y rematadores de la talla de Pablo Vázquez o Pablo Martínez.


El pasado fin de semana ante el Eldense, en el encuentro correspondiente a la décima jornada de Liga en Segunda, el Deportivo volvía a marcar de cabeza por medio del delantero marroquí Mohamed Bouldini.
El ‘24’ aprovechaba un servicio con rosca perfecto de Lucas Pérez para batir a Ian Mackay y elevar el que a la postre sería el 1-1 final frente a los alicantinos, que consiguieron un botín de un punto en A Coruña a pesar del asedio local.


Para dar cuenta del último testarazo que besó las mallas a favor de los herculinos hay que remontarse a la jornada 28 de la pasada campaña. En un Dépor-Sabadell celebrado el pasado 16 de marzo era Iván Barbero el autor de una diana postrera, en el minuto 90, que sirvió para evitar la derrota ante un conjunto arlequinado que se había adelantado en el marcador gracias a otra jugada de laboratorio, culminada por un tanto de Resta, también de cabeza. El delantero centro de Roquetas de Mar aprovechaba un extraordinario servicio a cargo de Hugo Rama para no perdonar dentro del área pequeña, ante la pasividad de la defensa catalana.


Tras 22 encuentros oficiales (diez de ellos correspondietnes a la campaña 23-24, dos de la Final de Campeones ante el Castellón y otros diez del curso 24-25), el Dépor ha vuelto a traer de cabeza a un adversario, concretamente al Eldense.


Corría el minuto 24 de partido cuando el atacante marroquí Mohamed Bouldini era capaz de adelantarse a la retaguardia del cuadro de Dani Ponz para transformar un centro milimétrico de Lucas Pérez con el guante de su pierna izquierda y de paso hacer añicos la sequía local. Haciendo valer su más que notable potencia, Moha se elevó para trazar un cabezazo inapelable, ante el que muy poco o nada pudo hacer un Mackay que observó con la mirada cómo el balón perforaba su marco.


Era el primer tanto del ex delantero del Levante con la camiseta del Deportivo, que truncaba una mala racha de más de dos encuentros sin marcar.


Para infortunio deportivista, el gol de Bouldini no sirvió para sumar de tres en tres pero sí al menos para evitar una derrota que hubiese resultado totalmente injusta.


En un ejercicio en el que al colectivo blanquiazul se le está atragantando la finalización, tres de sus delanteros centro (Lucas Pérez, Cristian Herrera y Bouldini) ya han logrado al menos un acierto en el presente campeonato de Liga. Así pues, tan solo falta Iván Barbero por estrenarse de cara al marco contrario en la presente andadura liguera.


Aunque el equipo coruñés presta una atención especial al balón parado en el día a día de Abegondo —muchas veces escondiendo sus bazas a puerta cerrada tras las lonas de la ciudad deportiva—, lo cierto es que los tantos de cabeza ni mucho menos se prodigan en una formación sin demasiados especialistas en estas lides.


No en vano, desde la consecución de la referida diana de Iván Barbero ante el Sabadell hasta la última de Bouldini, el cuadro deportivista había certificado 32 goles, ninguno de ellos en juego aéreo.


Sin ir más lejos, el pasado sábado los herculinos desperdiciaron 16 saques de esquina ante el Eldense; una muestra de las dificultades que están lastrando al rédito anotador de un equipo que coquetea con los puestos de descenso —en estos momentos marca la línea de la permanencia—.


Para ascender en la clasificación y obtener oxígeno, el Deportivo debe mejorar sus prestaciones en acciones de cabeza.


La pasada campaña 23-24 en la Segunda División, los dos clubes más efectivos por alto fueron curiosamente los que disputaron la final del playoff de ascenso.


Tanto Espanyol de Barcelona —ahora en Primera División— como Real Oviedo sellaron 14 tantos en el juego aéreo; unos datos que atestiguan la relevancia de la pizarra para la buena marcha de cualquier equipo profesional. 

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