El Deportivo salvó este domingo una semana que se le había puesto muy cuesta arriba, después del varapalo sufrido el martes en el Nuevo Vivero ante el CD Badajoz. Los coruñeses, contra un Racing de Ferrol al alza que venía de sendas victorias ante Pontevedra y Linares Deportivo, fueron capaces de llevarse el triunfo (2-0), en un partido serio y en el que nunca vieron peligrar el resultado.
El Abanca Riazor, que el domingo registró la mejor entrada de esta temporada, con un total de 18.452 espectadores, pudo volver a vibrar con la victoria de su escuadra.
Tres puntos que se atragantaban en los dos últimos compromisos herculinos en su campo, en los que se habían dejado dos puntos ante la Cultural (2-2) y el actual líder, un Córdoba que se llevó un buen botín, tras un discreto papel de los andaluces.
Dolieron especialmente los puntos que se fueron para León, en un choque en el que los coruñeses merecieron más y tuvieron oportunidad de ir al descanso goleando a su oponente.
Las tablas con el líder parecían un mal menor, a pesar de las opciones que habían tenido los de Óscar Cano, pero la derrota en el último suspiro contra el CD Badajoz (0-1) dejaba al Depor en una posición delicada, sobre todo a nivel anímico y al Córdoba de nuevo a 10 puntos.
Preocupaba al cuerpo técnico como se iba a reponer el equipo del mazazo, pero el propio míster declaró en rueda de prensa que los veía bien y fuertes y tras el buen choque con el Racing de Ferrol lo ratificaba. El Depor se había curado sus heridas y Riazor volvía a sumar de tres.