El Deportivo cuenta con 1.422 socios amigo que este año tendrán que pagar una parte para presenciar el partido del equipo al que tenían derecho a asistir (con ciertas condiciones de disponibilidad) desde que se creó esta modalidad en el verano posterior al título de liga. 

El precio del carné es de 50 euros pero hasta la campaña pasada por dicho coste había derecho a asistir a un duelo en Riazor, “excluyendo partidos de play off, cuartos de final o semifinal de Copa del Rey”. Este curso no es así sino que se aplicará “un descuento del 25% por la compra de cuatro entradas que podrán canjear a lo largo de la temporada o en un mismo encuentro”. 

Una letra pequeña de la que no se habían percatado muchos de los aficionados que optaron por esta fórmula y una novedad que no ha sentado nada bien a parte de los que se decidieron por esta posibilidad de vinculación con el club herculino. 

La figura del socio amigo está a punto de cumplir un cuarto de siglo en el club. En el año 2000 se pagaban 5.000 pesetas (alrededor de 30 euros) para poder gozar de algunas de sus ventajas, por ejemplo mantener la antigüedad en el número de socio. 

Su razón de ser pasaba también por ofrecer una solución para los deportivistas que por diferentes motivos (personales, geográficos, laborales) no podían acudir al estadio, pero que querían seguir ligados al equipo. Un esfuerzo que se veía recompensado con el poder acudir de forma libre a un partido en Riazor. Para muchos ir a cuatro igual ya es complicado.

Ahora esta figura de socio amigo, que sigue y apoya al Dépor desde la distancia, tendrá que pasar por caja.