Un donostiarra que en los 90 se enganchó al Deportivo por Mauro Silva y Bebeto, y ahora, asentado en Santander, sigue el día a día del Racing esperando verlo pronto de nuevo en Primera. Entrenador, analista táctico y Director de Metodología que colabora con diferentes medios, Lorenzo Manchado (San Sebastián, 1980) cree que el camino abierto por el conjunto cántabro puede ser un buen sendero para seguir por parte del club coruñés.
Si ya la Segunda se hacía larga con 42 jornadas, con esto del calendario asimétrico, el Dépor-Racing de la primera vuelta queda lejísimos.
Pensé lo mismo cuando contactamos para esta charla. Ni me acordaba de la última vez que el Racing jugó en Riazor. El partido que más vívido tengo fue aquel famoso de la pandemia, que se pospuso y luego ganó ahí con gol de Íñigo... es un lío con estos calendarios. Y veo todos los partidos, pero recuerdo más los que veo en el campo. Sí que he visto al Dépor recientemente, porque me gusta mucho ver a Yeremay y Mella, entonces lo tengo más reciente. Pero aquel partido... imagino que estaría Idiakez.
Fue en el que echaron a Idiakez… el Dépor se iba al pozo y en Santander celebraban el ascenso en octubre.
La gente lo vive todo muy al extremo. Y es normal. Tampoco se le puede pedir calma y perspectiva al aficionado. Uno no es aficionado para eso. Lo es para disfrutar cuando se gana y sufrir cuando se pierde. Mucha gente se vio muy cerca de Primera, sabiendo que la racha no iba a ser infinita, pero se vivió como una locura. El club está haciendo muy bien las cosas y supo capitalizarlo, le sacó provecho y la campaña de abonados en invierno fue muy buena. Está habiendo días de 20.000, 21.000... y el aforo del Sardinero es de poco más de 22.000. Se ha colgado ya varias veces el 'No hay billetes'.
Y después vino la racha mala...
La parte de bajón fue gordísima. Fue muy grande y la gente veía venir que se caía todo. Pero haciendo media, el equipo está donde tiene que estar. Has ganado siete u ocho seguidos, y luego estuviste un montón sin ganar. Te queda la media inglesa. Pero la gente vive de expectativas, de ilusión. El año pasado tenías que sacar un punto en dos partidos y te quedas fuera de playoff. No digo venirse abajo, pero muchos pensaron que fuera una mierda de temporada. El equipo estaba para mantenerse e hizo una barbaridad de año. Pero como lo tienes tan cerca, la última sensación es la que queda. Si ahora al final coges playoff y no subes, la sensación será de que tendríamos que haber ascendido. Y no es verdad. El equipo tiene que jugar playoff y está ahí.
Sospecho que en Santander, como en A Coruña, hay momentos en que el escudo pesa y las piernas tiemblan.
Lo que te hace temblar es la situación. El bajón le ha dolido a varios. El equipo, la idea, las alineaciones, más allá de algún retoque, es el mismo. Pero ves que el equipo no juega igual que en la racha buena. Me acuerdo que aquí se sacaba pecho porque el Racing era, después del Barça, el equipo que más fueras de juego tiraba en Europa. Ahora lo ves y hay dos de un fuera de juego o dos. Defiende diferente. Se ha notado también en cómo ataca el equipo. Hay jugadores a los que le cuesta más arriesgar. Ha entrado el miedo a perder algo que creías tener ya. Y ese miedo es terrible. En casa te has visto 2-0 para luego estar 2-3 y ves que no eres capaz de darle la vuelta. Ves a jugadores cuyo rendimiento ha bajado. Y si estás físicamente bien, si intentas lo mismo, ¿a qué se debe? Pues a que la clasificación ha cambiado, el entorno... te has visto en Primera y ahora ves, no tanto que se escapa, pero que tienes que hacer un esfuerzo grande. No creo que el Racing vaya a pillar ascenso directo, entonces se ven que les vienen dos eliminatorias que hay que ver lo que es un playoff. Es precioso, me parece de los mejores inventos del fútbol español. Son superfinales. El año pasado el equipo venía de remontar posiciones y todo era fácil. Pero cuando hubo que sacar un punto en dos partidos, los jugadores no estaban acostumbrados a esa presión. La grandeza del jugador es hacer lo que hace habitualmente cuando tiemblan las canillas. Saber coger aire y hacerlo bien. Tienes a 18.000 personas alentándote a pelear por el objetivo y ahí no juega cualquiera. Yo este año he visto varios partidos fuera de casa en los que los buenos no querían la pelota. Le metían un par de palos y ya ni se movían para pedirla. Ellos ya se veían en Primera y les ha costado un montón.
¿Y al Dépor cómo lo está viendo tras un mal inicio?
A mí me gusta el fútbol ofensivo y estoy encantando de que se juegue alegre, pero una cosa es esa y otra es cómo cogió al equipo Gilsanz. Sobre todo porque a lo mejor atrás no tenía tanto para ser solvente y decir 'jugarla arriba que aunque vuelvan rápido vamos a estar bien'. Tenía mala pinta. Y con buenos jugadores. Porque ves a Yeremay y te encanta, pero no se trata solo de eso. Porque el día que está fallón, o que regatea pero el pase no es bueno... al equipo tienes que dotarlo de una estructura. Entiendo el recuerdo del año pasado, pero no es justo que se compare con Primera RFEF. Ese grupo estaba cómodo y sacando resultados haciendo las cosas de una manera, pero esta vez no estaba funcionando. Y Gilsanz, como se dice en la música, ha hecho un 'back to basics'. Vamos a dominar, pero sabemos que la estructura defensiva, sin balón, nos podemos fiar de ella. tomamos aire, vemos cómo está el partido, y ahí ya se van a generar situaciones. A veces una contra, otras en las que Yeremay arranca... y ahí ya haces pensar al rival, que tenga que ajustar. También acabas desesperando al otro equipo si te ves fuerte en defensa. Me parece que el buen trabajo que ha hecho esto hombre es innegable. Porque además hay jugadores que siguen luciendo como el que más. No les ha cortado las alas.
Estabilizarse primero, para luego dar el salto… como el Racing estos años
Totalmente. Y el Racing incluso ha estado más años en Primera RFEF que el Dépor en esta última década. Aquí la cuestión es que las cuentas son claras. El año que quieres subir a Segunda haces un esfuerzo y traes jugadores de rendimiento inmediato. Suelen ser veteranos, te piden más de un año por ayudar a subir y la mayoría de las veces subes. Aquí pasó con Cejudo, Figueras… en Primera RFEF van sobrados, pero al año siguiente te encuentras con su ficha en Segunda, pero los jugadores no están para eso ya. Por eso muchos equipos no son capaces de salvarse. Pero si tienes un director deportivo serio, y aquí es donde siempre digo que Mikel Martija es clave en el Racing, tienes una base y puedes planificar la temporada que viene, dejar cosas adelantadas… las operaciones se limitan para los que están pendientes de subir o de bajar. Pero el Dépor ahora, viendo que la permanencia es un hecho, tiene tiempo de preparar cosas. Y sobre todo tiene una buena base de la que partir. No sé si con el entrenador, pero con una base sólida de jugadores. A lo mejor a Yeremay lo tienes que vender, pero el año pasado el Sevilla vino aquí a por Peque y ese dinero se invirtió.
En eso también puede ser espejo el Racing. Vendió a Pablo Torre, a Peque… parece complicado cambiar el chip a ser club vendedor
Es que en España, del Atlético para abajo todos son vendedores. Este año vi con el Racing en Almería cómo Ramazani ayudaba a levantar un partido que tenían perdidísimo. Y tampoco es que el Almería tenga problema de dinero. Pero viene el Leeds y lo tienen que vender. No tenemos que pedir que el aficionado entienda y tenga sentido común, pero es obvio que estando en Segunda… y ya no por el Dépor en sí, el club, hay que pensar en el chico. ¿A dónde se va a ir Yeremay? ¿Cuánto va a cobrar? ¿Va a jugar competición europea? Cómo va a sentar mal que se vaya! Hay que tener empatía. Al final, a nivel de club, lo que hay que hacer es saber que esa opción es real, que puede ocurrir, y tener preparado ya no el recambio, sino saber que si entra dinero, qué vas a hacer con él. Al Barça el Racing le pidió que pagara en tres plazos para no desvirtuar su tope salarial. 20 millones por Yeremay? Que me los paguen en tres veces, no te descuadras. Siete millones de euros tres temporadas seguidas es la hostia. Lo que hay que hacer es gastarlo bien. El Racing renovó a unos cuantos, compró a Arana en propiedad… al final vas creando un equipo con gente que ya tiene años en la categoría. Se hablaba de que Íñigo Vicente se podía ir. Como es tuyo, que alguien venga y ponga el dinero. También te digo que acertar en los fichajes es un arte. Los directores deportivos son más importantes incluso que los entrenadores. Hay poco dinero y los pocos tiros que pegas tienes que acertar. Entiendo que Yeremay ya será más coruñés que canario. Ya dirá ‘neno’ y todo. Te dará pena, pero hay que entender las cosas. Insisto, ya no solo por el dinero que va a entrar, sino por el propio chico. Son oportunidades. A Peque no le ha salido muy bien, pero ya es jugador de Primera en el Sevilla y sin tener que haber ascendido.
¿Le vienen recuerdos de enfrentamientos entre Dépor y Racing en días de vino y rosas con el duelo en el barro tan reciente?
Me hice aficionado del Dépor en los 90 por Bebeto y Mauro, pero entonces no seguía tanto al Racing. El recuerdo que tengo es de los últimos enfrentamientos. Lo bien que jugaba el Dépor con Juergen Elitim, que luego estuvo aquí. En el primer partido en el Sardinero nos dieron un toque terrible, me dio envidia. Y mira que Romo terminó ascendiendo, pero el juego que hacía… veía al Dépor de Borja y pensaba que me gustaría que el Racing jugara así. Luego ascendemos aquí y ahí no. Y luego recuerdo mucho el del Racing en A Coruña. El gol de Íñigo, ese 0-1… e hizo mucho daño al Dépor porque tenía una gran ventaja y entró en mala racha. No sé cómo se vivió ahí, pero lo que llegaba es que desde A Coruña se gastaba mucha energía en meterse con el Racing y menos en lo que le estaba pasando al Dépor. Aquello directamente al equipo y a Borja les rompió la cabeza. Imagino esa frustración de sentir que como que hubo trampas para el aplazamiento, y luego que se recuperen, vengan y ganen…
El Dépor y los 90… malos recuerdos del todo no tendrá entonces
He llorado dos veces por el fútbol en mi vida. Y he ganado ligas, he descendido en División de Honor Juvenil… Una vez fue un año en la final de la Oviedo Cup, un gran torneo de fútbol base cuando dirigía al Basander. Llegamos a la final en categoría cadete contra el Atlético de Madrid, de Lucas y Theo Hernández y otro montón de internacionales. Perdimos en los penaltis. La otra fue con el penalti de Djukic. Mis padres tenían un bar en Salamanca y recuerdo perfectamente ese penalti y cómo lloré. El Dépor me ha hecho disfrutar mucho. Era una pasada verlos. Recuerdo ver en casa el hat-trick de Pandiani de cabeza en la Champions. Mi madre me grababa los partidos porque yo entrenaba y no podía verlos en directo. La remontada al Milan la vi en diferido sin saber el resultado.