El Deportivo perdió con la marcha de Lucas Pérez no solo a uno de sus capitanes sino también gol. Y es que el punta de Monelos era el máximo realizador de los arietes con 4 dianas y sus tantos dieron puntos (uno ante el Granada y tres contra el Cádiz). 

Entre todos los delanteros que quedan en nómina en el primer equipo el Dépor (Iván Barbero, Mohamed Bouldini, Cristian Herrera y Davo) han sumado seis goles y solo la diana de Bouldini supuso, a la postre, un punto para el equipo.

El delantero marroquí rescató uno para los blanquiazules en el ya lejano empate con el Eldense, el pasado 19 de octubre en la novena jornada liguera. Hasta ahí llega, por el momento, su proyección ofensiva. Sin asistencias y sin más dianas, ha efectuado un total de 10 disparos. Lleva tres Barbero, que ante la baja de Lucas, es de los ‘nueves’ el que ostenta el título de ‘pichichi’, pero ninguno de sus tantos han supuesto que el Dépor sumase puntos en su casillero.

Se estrenó en la jornada 11, el pasado 24 de octubre, en la derrota de los coruñeses ante el Levante. Barbero marcó en el 88 el tanto del honor de los blanquiazules (2-1). Sus otras dos dianas fueron en sendas goleadas a domicilio del Dépor, ya con el resultado resuelto. Anotó el 0-3 en el triunfo ante el Cartagena (1-5) y el cuarto en la victoria frente al Castellón en Riazor (5-1). Sí que ha contribuido a facilitar dianas a sus compañeros, con cuatro asistencias en su haber.

Dos goles lleva Cristian Herrera con el Deportivo. El atacante canario, que llegó cuando ya se había cerrado la ventana de fichajes estival y lo hizo como agente libre, está teniendo una presencia intermitente en el equipo coruñés. Apenas 16 duelos, aunque solo en dos siendo titular. Al igual que en el caso de Barbero sus dianas llegaron en partidos ya resueltos. Marcó el cuarto en la goleada con el Albacete (2-5) y el quinto contra el equipo cartaginés, a domicilio (1-5).

Casi sin presencia

Cierra los atacantes con ficha del primer equipo un Davo prácticamente inédito esta campaña. A diferencia del curso pasado, con más de 1.800 minutos en su haber y siete tantos, este año ni siquiera llega a los 100 minutos y en ninguno de los nueve duelos que ha jugado ha sido titular. Ni goles, ni asistencias se pueden contar en su hoja de servicios. 

La pólvora no solo está mojada en el Dépor, tampoco ha dado excesivos puntos. Sobre los problemas de puntería habló recientemente Gilsanz. “Trabajamos todas las semanas las situaciones de profundidad ofensiva en el último tercio, el tener claridad en la finalización. Ahí puede incidir el cuerpo técnico, pero hay también una falta de acierto y depende del jugador. Hay finalización en movimiento, con o sin oposición. El último tercio es el más difícil en esa precisión y tratamos de trabajarlo en los entrenamientos”, aclaró.

El Dépor tiene carencia de gol, sobre todo en aquella línea en la que, en teoría, debe recaer esa responsabilidad, pero el técnico betanceiro aludió a que lo que hay es que transmitir tranquilidad a los hombres de arriba. “Hay que darle confianza al jugador y los jugadores son conscientes de que las rachas te hacen hacer goles. En las acciones de finalización no te da tiempo a pensar si estás en una racha buena o mala, si hablo contigo el entrenador”, incidió.

La segunda línea

Y mientras los puntas del Dépor buscan el camino al arco rival, es precisamente la línea de atrás, plagada de juventud, la que le está dando más alegrías al equipo. El pichichi blanquiazul es Yeremay, con ocho goles y tres asistencias rubricadas. Además, ha efectuado 47 disparos, casi tantos como todos los delanteros juntos (51).  El habilidoso extremo, que recientemente ha confirmado que no abandonará el Deportivo en este mercado de invierno, a pesar de las numerosas ofertas que ha tenido, es de los jugadores más en forma del equipo. Dos de sus dianas dieron cuatro puntos: uno, en las tablas con el Málaga (1-1) y los tres contra el Racing de Ferrol (1-0).

Otro ‘jugón’

Cinco goles lleva su compañero y socio Mella, el segundo máximo artillero del equipo deportivista. Uno de ellos sirvió para sumar un punto y fue en las tablas con el Sporting de Gijón (1-1). A esto hay que sumar sus cuatro asistencias y 32 disparos ejecutados.

Para cerrar esta línea talentosa y juvenil está Mario Soriano, que ahora con la marcha de Lucas parece ya instalado plenamente en la media punta. Es su posición predilecta y donde mejor rinde, aunque haya tenido que ejercer en ocasiones en el doble pivote, donde el Dépor pierde mordiente.

Tres dianas ha marcado hasta el momento el de Alcalá de Henares y dos asistencias, tras 14 disparos. Sus tantos fueron los más valiosos, supusieron sumar de tres ante Eibar y Burgos y añadir uno al casillero, al empatar con el Zaragoza.

El Dépor suma ahora a esta línea a Diego Gómez, repescado del Arenteiro, de Primera Federación, donde estaba cedido y llevaba dos goles. Debutó en el fútbol profesional el pasado fin de semana, jugando unos minutos en el descuento de la derrota contra el Levante. 

Hereda el ‘7’ de Lucas y ante su irrupción Gilsanz comentó que necesitará un periodo de aclimatación a la categoría, aunque mostró su confianza en él. “Llega para cubrir necesidades para que siga su progresión en un contexto más exigente. Todos lo conocemos y creemos en su progresión. Lo veo bien y contento y con ganas”, expuso el técnico al ser preguntado por el extremo ourensano. 

Además, para sumar refuerzos a la delantera el Dépor mira a la cantera y ya ha contado en dos ocasiones, aunque saliendo desde el banquillo, con Kevin Sánchez. El fabrilista jugó media hora entre los partidos en las derrotas ante Almería y Levante. Un jugador que es delantero, pero que por exigencias del guion puede jugar en banda.

Sabia nueva para un ataque blanquiazul que aún está a la espera de nuevas piezas. Más allá de la necesidad de sumar más dianas está el hecho de que estas se traduzcan en puntos. Porque más allá de sumar goles, lo que tiene que ocurrir es que estos supongan que el equipo suba en la tabla clasificatoria. Y eso pasa por los tantos de los delanteros deportivistas que, de momento, solo valen un punto.