Las matemáticas no le salen de momento al Deportivo. 4 puntos de 15 posibles en un inicio liguero calcado al del último descenso a la extinta Segunda B, el de la temporada 2019-20.
Llegan ahora dos partidos ante sendos equipos, en teoría, más asequibles, Burgos y Albacete, aunque ambos llevan más puntos que los blanquiazules. Y lo son solo porque en este inicio el Dépor ya ha jugado con un recién descendido, el Granada y un Real Oviedo que se quedó a un suspiro de regresar a Primera. También porque tuvo que hacer frente a dos choques seguidos lejos de Riazor, contra el Granada y el sábado ante el Córdoba.
Afrontará el conjunto deportivista este ‘teórico’ valle en su calendario con muy pocos puntos en su casillero y una necesidad imperiosa de sumar de tres y distanciarse de la zona peligrosa de la clasificación.
Cuatro puntos, menos de un tercio de los que estaban en juego, es lo mismo que había logrado el Dépor con Juan Antonio Anquela como técnico blanquiazul.
Unos guarismos obtenidos después de una victoria (Oviedo) en la primera jornada liguera, un empate (Sporting de Gijón) y tres derrotas (Huesca, Rayo Vallecano y Albacete).
Además los coruñeses sumaban nueve goles en contra, por solo cinco a favor. De la mano de Imanol Idiakez en lo que llevamos de curso el Dépor ha perdido ante Oviedo, Huesca y Córdoba, firmado tablas frente a Granada y ganado al Racing de Ferrol.
Seis goles en contra evidencian los problemas defensivos de un equipo que la campaña pasada, en Primera Federación, era un auténtico muro en la retaguardia.
La siguiente puntuación más baja de los coruñeses habían sido 6 puntos, cosechados tanto en la 2013-14 como en la 1990-91. Curiosamente, en ambas se lograron sendos ascensos, con Fernando Vázquez y Arsenio Iglesias, respectivamente.
Un punto más, 7, tenía el cuadro coruñés en el curso 89-90, en el que se quedaba a las puertas de subir en la promoción contra el Tenerife. El mayor botín de puntos en las últimas campañas en Segunda, tras la disputa de cinco partidos, se logró de la mano de José Luis Oltra.
En un curso de récord, con ascenso incluido a la élite, iniciaba el Dépor la campaña con 9 unidades de 15 posibles. 8 puntos sumaban en la campaña 2018-19, de la mano de Natxo González, un cuadro herculino que se iba a quedar muy cerca de subir Primera, tras un agónico playoff contra el Mallorca.
Volviendo al presente el Dépor ya había advertido Imanol Idiakez antes del debut liguergo contra el Oviedo que tenían por delante una de las competiciones más exigentes de los últimos años.
“Es una de las Segundas mas difíciles de la historia. Venimos de Primera Federación y nuestros rivales también cuentan. Tenemos que pensar en hacer 50 puntos y a partir de ahí empezar a pensar (en otras cosas). El año pasado todos asumíamos que era una obligación salir de Primera Federación, pero hay que ser humildes”, exponía entonces el técnico.
Regresa ahora el Dépor a un Riazor en el que ha celebrado la que de momento ha sido su única victoria de la campaña. La consiguió ante un Racing de Ferrol al que se impuso por la mínima, gracias al tanto de un inspirado Yeremay.
Menos feliz fue el estreno en la vuelta a la élite en la jornada inaugural, en la que los coruñeses perdieron contra un Oviedo que hizo valer su efectividad (0-1).
Mereció más en ese encuentro el conjunto de Imanol Idiakez, que inicia ahora una semana de trabajo consciente de que, a punto de cumplirse un mes del comienco liguero, está con un importante déficit de puntos.
Queda mucho y el Dépor inició vacilante el curso pasado se repuso y logró un ascenso, pero el equipo necesita ya a comenzar a sumar de tres.