Mikel Balenziaga, lateral izquierdo del Deportivo, desveló que tiene daltonismo en un reportaje publicado por Relevo con su excompañero Óscar de Marcos como protagonista. Los dos laterales no solo compartieron vestuario durante una década en el Athletic Club, sino también esta alteración en la capacidad para distinguir los colores.

Balenziaga contó que “desde pequeño” sabía que le “pasaba algo con los colores” pero no le dio “importancia” porque “en general” podía diferenciarlos. Hasta que su llegada al Athletic y su amistad con Óscar de Marcos, ya diagnosticado en ese momento, le abrieron los ojos.

“Tenía algún problema con el morado y el azul, con el marrón y el verde, pero en el día a día no me afectaba. Pero en el 2013, cuando volví al Athletic, ‘Demar’ y yo compartíamos las 24 horas y él me vería decir algunas cosas raras…”, apuntó el jugador del Depor.

El propio De Marcos contó cómo comenzaron sus sospechas relativas al daltonismo de Balenziaga: “Le veía con dificultades parecidas a las mías. En la Play (Station), cuando juegas cuatro personas por parejas, se te pone un icono encima y yo me tenía que cambiar siempre el color. No sabía si yo defendía o no. Y a él le empecé a notar lo mismo y le dije: Tú tienes el mismo problema que yo”, reveló el del Athletic.

Así que la pregunta fue inevitable: “Balen, ¿tú te has mirado si eres de daltónico?”. El reciente fichaje del Deportivo se extrañó en primera instancia pero finalmente se animó a acudir a un especialista. “¿Pero qué dice este? ¿Cómo voy a ser yo daltónico? Me acuerdo que le estuve dando vueltas porque llevaba años con ese runrún de los colores. Fui al médico y, efectivamente, daltónico”, apuntó Balenziaga. 

“Ahora se va a explicar toda la gente por qué todos estos años se la damos al del otro equipo”, bromeó De Marcos. No obstante, los dos laterales apenas han experimentado problemas en ese sentido a lo largo de su carrera. 

Uno de los momentos complicados para Balenziaga se produjo en un partido de pretemporada con el Athletic ante el Numancia. “Ellos iban con su equipación roja, un rojo apagado, y nosotros con la segunda camiseta, verde, que también era un verde muy oscuro y apagado. Ese sí que me costó mucho”.

Por último, Balenziaga reiteró su adaptación a una alteración de la visión que, en cambio, sí puede generar más problemas a otras personas. “Nosotros nos hemos acostumbrado y nos hemos adaptado a lo que nos ha tocado, diría que no nos afecta mucho, pero entiendo que habrá gente con más grado a la que sí le afecta y en parte pueden estar olvidados”, concluyó el jugador del Depor, que ha mostrado un gran nivel en el inicio de curso en Primera Federación.