El Deportivo regresó a Tenerife en un escenario radicalmente opuesto al de diciembre. Si aquel día una borrasca obligó a aplazar el partido, esta vez el buen tiempo acompañó en el Heliodoro Rodríguez López, pero el Deportivo no aprovechó la calma para despejar sus propias nubes. En un duelo clave para alejarse del descenso, el equipo de Óscar Gilsanz dominó la posesión en la primera mitad, pero involucionó tras el descanso. Yeremay falló un penalti en el primer cuarto de hora y, cuando el equipo perdió el control en la segunda parte, Helton tuvo que sostener el empate ante un Tenerife que, sin hacer demasiado, acabó más cerca del triunfo.

En una semana exigente con tres partidos, Óscar Gilsanz optó por hacer rotaciones. Obrador descansó y su lugar lo ocupó Petxarroman, lo que obligó a Ximo Navarro a cambiar de banda ante la ausencia de otro lateral izquierdo por la lesión de Escudero. En el centro del campo, Villares entró por Mfulu, mientras que Barbero dejó su puesto a Bouldini, quien tuvo una nueva oportunidad en punta, una posición todavía sin dueño fijo a la espera de un refuerzo en la recta final del mercado.

La participación de Bouldini no le hizo falta al Deportivo para hacerse el dueño del balón desde el pitido inicial. José Ángel, que volvía a Tenerife, confirmó su gran estado de forma como metrónomo del equipo. El pivote se insertó entre centrales en salida de balón y comenzó a trazar líneas de pase para desnudar la tímida y desorganizada presión de los locales.

La superioridad blanquiazul se plasmó en un disparo desviado de Mella desde el vértice del área y poco después ya se produjo la jugada que pudo desnivelar el encuentro en los primeros minutos. Un cabezazo de Pablo Vázquez, tras un centro de Yeremay, tocó en la mano de David Rodríguez. El juego no se detuvo hasta un minuto después y el árbitro Guzmán Mansilla señaló penalti tras una revisión en el VAR que tuvo más suspense del que debería porque la infracción era clara. Sin Lucas Pérez, Yeremay asumió la responsabilidad de lanzar la pena máxima y, contra todo pronóstico, eligió estallar el balón. Potencia sin control en un disparo centrado que se estrelló en el larguero.

Poco después, el ‘10’ quiso cambiar de registro probando con un tiro a colocar desde la frontal, pero su remate no cogió el efecto deseado.

La revisión del VAR en el penalti y la pausa por una atención médica a Luismi Cruz frenaron el dominio del Dépor, que se contagió por momentos del ritmo bajo de un pobre Tenerife, lento tanto con balón como sin él. El equipo de Óscar Gilsanz entró en una fase de atasco en salida de balón y dio facilidades al rival para dar un paso al frente en la presión. De hecho, Helton dio algún susto que otro con el esférico en los pies y, además, el Tenerife rozó el gol en un cabezazo alto de Diarra tras un córner que fue mal despejado por Villares en el primer palo.

A pesar del aviso de los de Álvaro Cervera, el Deportivo recuperó el dominio en el último cuarto de hora de la primera mitad, aunque con una superioridad inocua. De nuevo faltó maldad en un ataque empeñado en combinar sin acelerar, facilitando las labores defensivas al Tenerife. Yeremay se enredó con malas decisiones, Mella no estuvo demasiado fino en la ejecución y Soriano se mostró intermitente. El conjunto insular incluso tuvo otra opción en un córner ensayado que remató Fabio y bloqueó Bouldini.

Involución en la segunda parte

Si la mayor virtud del Deportivo en la primera mitad fue el control, en la reanudación, ni eso. El equipo coruñés permitió que el encuentro se convirtiese en un ida y vuelta en el que el Tenerife pudo ponerse en ventaja. Después de un contragolpe conducido por Mella y mal finalizado por Bouldini, que llegó tarde a un centro se Soriano, el conjunto local encadenó varias llegadas de peligro. Helton demostró su alergia a blocar, pero al menos desbarató varios centros envenenados. Además, Pablo Vázquez bloqueó un remate de Ángel y, minutos más tarde, volvió a interponer su cuerpo entre el balón y la portería para taponar un tiro de Waldo tras otro intento de Luismi obstruido esta vez por José Ángel.

El ida y vuelta también dio espacios al Deportivo, que estuvo a punto de hacer el 0-1 en una contra llevada por Yeremay. El canario aguantó hasta dar el pase a Villares en el momento preciso, pero el de Vilalba, ya situado como lateral derecho tras la entrada de Mfulu por Petxarroman, se topó con el pie de Edgar Badía en el mano a mano.

Las persianas del ataque blanquiazul continuaban bajadas. Yeremay, al que pareció afectarle el fallo en el penalti, personalizó la falta de inspiración de los hombres ofensivos del Dépor. Mientras tanto, el Tenerife seguía cercando cada vez más el área visitante. Pasada la hora de partido, Helton tuvo que volver a emplearse en un disparo de León y, poco después, tiró de reflejos para despejar un remate de Maikel Mesa que fue desviado por Enric Gallego.

El partido, cada vez más decepcionante por parte del Deportivo, entró en el tramo final ligeramente inclinado a favor del Tenerife, que tuvo otra opción para marcar en un cabezazo de Diarra que despejó el portero brasileño. La locura del encuentro permitió incluso al Deportivo tener un par de llegadas en el tiempo añadido, una de ellas protagonizada por un Juan Gauto que chutó al lateral de la red. 

Sin claridad en ataque y sin demasiada seguridad atrás, el Dépor se conformó con un punto que deja sabor a poco. Si en diciembre el partido quedó en el aire por el temporal, esta vez fue el propio Deportivo el que se quedó en tierra de nadie.