Brais Suárez, portero del Fabril, fue la principal novedad en el segundo entrenamiento del Deportivo en su vuelta al trabajo tras el parón navideño. El guardameta coruñés, que renovó el pasado noviembre hasta 2026, se unió en el entrenamiento a los habituales arqueros del primer equipo: Germán Parreño, Ian Mackay y Alberto Sánchez.
En el capítulo de ausencias, Iván Barbero, Jaime Sánchez, Berto Cayarga y Alberto Retuerta se ejercitaron en el gimnasio con trabajo personalizado después de abandonar el césped tras la charla inicial de Idiakez. Asimismo, Jaime, Barbero y Cayarga saltaron posteriormente al césped, de forma individual, para seguir con sus respectivas recuperaciones junto al readaptador Álex Canosa.
El club coruñés confirmó durante el entrenamiento que Jaime Sánchez sufre una lesión muscular en el isquiotibial de su pierna derecha, algo que le tendrá de baja durante las próximas semanas.
Por otro lado, Martín Ochoa, delantero del Fabril en dinámica del primer equipo desde el inicio del curso, se encuentra en estado de reposo deportivo tras ser operado recientemente para sanar unos problemas de sensibilidad en las extremidades inferiores.
La cara de la moneda fueron de nuevo Ximo Navarro y el fabrilista Iano Simao. El primero finalizó su segundo entrenamiento con el grupo después de haber estado de baja por tiempo prolongado por diversas lesiones musculares, mientras que el segundo, que tiene ficha del filial, encadenó su segunda sesión seguida a las órdenes de Idiakez. El lateral zurdo de Guinea Bissau tratará de convencer en estas navidades al técnico donostiarra para optar a una posible ficha del primer equipo.
Además de Brais Suárez y Iano Simao, completaron la representación de la cantera en el entrenamiento del primer equipo Kevin Sánchez, Marc Lachèvre, Rubén López y David Mella, que compareció en rueda de prensa antes del entrenamiento para analizar su situación individual y el rendimiento del colectivo.
Después del habitual calentamiento, el Deportivo trabajó la conexión con el tercer hombre con una secuencia de pases. Posteriormente, Idiakez planteó una tarea para trabajar la presión, el robo y la finalización rápida en un tres para dos. El último ejercicio de la sesión, que se prolongó durante media hora, fue un partido en espacio reducido con porterías grandes con cuatro equipos divididos en dos campos diferentes.
El detalle curioso del entrenamiento lo dejó el psicólogo Joaquín Sorribas, que se unió a un equipo en el tramo final del partido.
Tras la finalización del entrenamiento, varios jugadores fueron reclamados por los niños y niñas que se acercaron a Abegondo y los futbolistas firmaron camisetas y balones antes de acceder a los vestuarios. Mañana viernes, el Depor se entrenará de nuevo en Abegondo a partir de las 11.00 horas.
