En su primera incursión en los banquillos, más allá de ser el segundo entrenador con Javier Baraja en el Real Valladolid Promesas, y de dirigir al Juvenil A, Borja Fernández Fernández (Ourense, 1981) se quedó a las puertas de jugar una final de playoff de ascenso a Segunda Federación con la UD Ourense.
Tras colgar las botas en Zorrilla en mayo de 2019 Borja medita ahora su futuro como técnico, si será o no en la entidad ourensana, pues ambas partes se han citado para hablar a finales de mes y decidir. Antes atiende a dxt y hace balance de lo que ha sido esta campaña, en la que se quedó con la miel en los labios, y en la que fue fichó en el club en abril, tras la dimisión, por los malos resultados, del anterior cuerpo técnico formado por Jorge de Dios y Toni Álvarez. Reconoce que con los rojillos se ha sentido muy bien acogido tanto por el club como por el plantel, al que agradece el trato desde su llegada a la entidad.
Pese a la eliminación en la fase de ascenso de playoff de Segunda Federación ante el Gran Peña, dirigió 11 partidos y sólo sufrió dos derrotas, ¿el balance es bueno de su primera experiencia como entrenador principal en un equipo así, tras varias en escuadras filiales o más de formación?
Sí, porque convencer de una idea a un equipo juvenil puede ser más fácil que a gente ya profesional y podía tener un poquito ahí la duda. Aunque yo estoy convencido a la hora de jugar y la forma de gestionar un grupo, no me había enfrentado, sí como capitán, pero no como entrenador a ese reto. O estaba en lo cierto o también el grupo ha ayudado mucho. Me he encontrado a gente muy predispuesta desde el principio, con muchas ganas y ha salido todo muy bien desde el primer momento. El primer partido no se ve cien por cien lo que uno busca pero ya hay responsabilidad.
¿Es posible que le acojan mejor los futbolistas por haber sido jugador y haber estado al otro lado, como miembro de la plantilla?
Por mi parte sí, pero no es algo a lo que tenga que responder yo. Cuando estaba sentado en el vestuario y miraba para el entrenador éramos profesionales también nosotros y si venía un técnico que había sido jugador significaba que había estado a ese nivel.
¿Pero puede empatizar más con ellos por ese motivo?
Yo ahí sí sé qué pueden estar ellos pensando, pero no sé cómo recibirán ellos a otra persona. Conmigo ha pasado que tienen un entrenador nuevo y rápido y tienen que coger las ideas. Muchas veces no soy consciente de que ellos están viendo a una persona que ha estado muchos años donde ellos quieren estar y no voy con ese discurso de “acercaos a mí que yo he estado ahí”. Es más el decir que esto es lo correcto y a veces pongo un ejemplo de cosas que he vivido… Lo que sé es que me han acogido muy bien y espero que eso lo hagan con cualquiera. Puede que imponga más un jugador profesional, que ha estado tantos años en la élite, seguramente al principio o en ciertos momentos, que otra persona.
La Segunda le queda pequeña al Depor por historia, pero es donde está ahora
Ahora que es entrenador, ¿ha cambiado su visión del fútbol? ¿Entiende más a los técnicos que tuvo durante su carrera o de jugador ya era empático?
Sí, sí he sido bastante empático como jugador. De hecho hubo años en mi carrera en los que no jugué. O en un momento determinado sales del equipo y obviamente no estás feliz, ni contento y no lo entiendes muchas veces o no quieres entenderlo. Pero eres comprensivo y sabes que el entrenador no te está haciendo algo malo adrede o no te lo está haciendo adrede. Tiene un pensamiento más allá de un jugador y aunque te enfadas cuando no juegas siempre he sido bastante empático con esas situaciones.
Cuando no juegas muchas veces no quieres entenderlo, pero el míster no lo hace adrede
Ahora que ha estado en ambas orillas y que puede hablar con conocimiento de causa, ¿ es más difícil ser técnico o futbolista?
Si nos vamos a la dificultad, sin compararlo, el ser técnico. Tienes muchas más complejidades, hay que darle mucho más a la cabeza. El otro día me lo preguntaban los jugadores antes del partido (de playoff), alguno en el campo me preguntaba si estaba nervioso y me decía “¿qué es más fastidiado o qué te pone más nervioso, jugar una final de Champions o en un partido como este?”. Y yo le respondía “mira, una final de Champions no he jugado, pero he jugado partidos muy importantes y creo que estoy más nervioso ahora”. De alguna manera me faltan cosas por hacer en el partido, pero el trabajo ya está hecho, ya no puedo hacer nada y, si estás en el campo como jugador, alguna influencia tienes.
Estuvo en el Depor en el curso 2011-12, el del ascenso a Primera, y ahora los blanquiazules han logrado tras cuatro años subir a Segunda, cómo cambian los momentos, con respecto al Depor que vivió, ¿no?
Sí. He estado en muchos sitios, entonces tengo una visión más global. En todos los equipos ha habido buenos momentos en la historia y muchas veces la afición peca de sólo recordar eso y pensar que siempre es ese el lugar del equipo, cuando realmente se han hecho cosas bien para estar en un sitio y mal para estar en otro. Me recuerda mucho a la época de Cantatore (en el Real Valladolid), que se metió en UEFA y había continuamente una exigencia con volver a ser eso. Lo que hay que saber es ubicarse. Pasa en Coruña con esos últimos años, estamos donde nos merecemos, igual por historia no, pero estamos ahí por algo. Hemos hecho cosas mal, ahora mismo lo ha hecho muy bien y ha conseguido subir a una categoría en la que todos creemos que le sigue quedando pequeña por historia, pero es donde está ahora y es donde tiene que centrarse y sacar las cosas. Recuerdo que el año que estuve ahí despertó la afición, acudían en masa al campo, se batió el récord de socios... Recuerdo un partido de Copa del Rey un martes contra el Levante que el campo estaba lleno y así siguió durante toda la liga contra cualquier equipo. Y eso hay jugadores a los que les pesa un poco la presión pero la gran mayoría es lo que deseamos, esa afición.
El Depor hizo cosas mal, pero ahora mismo lo ha hecho muy bien y ha conseguido subir
Con una Segunda tan complicada, cuyos ascensos directos y descensos se decidieron prácticamente en la penúltima jornada, ve al Depor, si se arma bien, candidato a subir o tiene que abogar más por la paciencia?
Bueno, a mí este año más complicada me parece la Tercera división, porque fíjate: ha ganado el Madrid la Champions, el Depor ha ascendido a Segunda, el Valladolid, a Primera, el único que no ha conseguido ese objetivo he sido yo. Se lo decía a mi pareja, cuadra todo para poner la guinda al pastel y al final el que ha caído he sido yo, bueno nosotros (por la UD Ourense). La Segunda división este año no ha sido tan competitiva, sí en cuanto a números e igualdad, pero creo que ha bajado un poco el nivel con respecto a los últimos años. Pero sigue siendo la Segunda división y para mí, la mejor liga siempre y la más competitiva suele ser la Primera española. Lo que hay que tener es paciencia, llegar al primer partido e intentar ganarlo, pero primero de todo es armar un buen equipo, hacer una buena pretemporada, llegar preparado a ese primer partido y luego los números dirán. Si queremos pensar ya en ascenso o alguien quiere hacerlo, aunque sea el objetivo del equipo, no digo del Depor, de cualquiera y quiere ascender en septiembre pues lo va pasar mal.
Mi año en Coruña despertó la afición, hubo récord de socios y acudían en masa a Riazor
Hablaba de armar un buen equipo antes de nada y para usted que es mejor ¿apuesta por la cantera, jugadores contrastados o mezcla? El Depor este año vio como era su cantera, a pesar de los muchos fichajes, la que marcaba la diferencia, con jugadores como David Mella o Yeremay...
Yo soy mucho de todo, soy mucho de veteranos, de gente que venga a sumar y de gente joven que llame a la puerta. Lo que hay que hacer es marcar una línea y confiar. Si tú crees que tienes jugadores en la cantera, potenciales o que ya pueden ayudar o ser referencia o que hay que ir dándoles minutos, aunque no sean primeros espada, pero que estén ahí, ¿para qué vas a ir afuera? Muchas veces buscamos y pensamos “si tengo la posibilidad de ir afuera voy porque así me aseguro o por lo menos de cara a la galería yo he hecho las cosas”. Pero yo creo que hay que confiar y si tú crees que hay jugadores que pueden ayudar o que son jugadores que puedes traer de fuera para completar o para ayudar a ese proceso de adaptación que tú ves en tu equipo, en tu club, en tu cantera que pueden aportar a un equipo, bienvenidos. No hay una fórmula ideal o por lo menos matemática para saber cómo va a salir, es confiar en lo que se hace y cuando confías ir con ello a muerte.
Si tienes jugadores en la cantera que pueden ayudar, ¿para que vas a buscarlos fuera?
Y viendo como está el fútbol actual, plagado de datos, de análisis, donde se estudia cada jugador y cada rival de forma milimétrica, ¿le gusta o cree que ha perdido un poco la espontaneidad y frescura y que ahora está todo mucho más estudiado?
El dato no me emociona. Hay que saber gestionarlo y procesarlo, y a veces corremos el riesgo de basar todo en el dato en vez de en el fútbol, y el fútbol mata el dato, y eso me encanta. Cuando alguien dice “no se podía esperar esto o lo otro”… ¿cómo que no? Es impredecible y precioso (si te toca en el lado bueno). Eso no quiere decir que se descuide el trabajo, no. Quiere decir que se basa más en sensaciones, en la observación y el conocimiento intrínseco que en datos y números. Lo veo bien para gestionar cargas y especificar más el trabajo físico, para tener conocimiento, pero el fútbol necesita el ojo y la comprensión del juego.
El dato no me emociona, el fútbol necesita el ojo y la comprensión del juego
¿Está viendo la Eurocopa? ¿Considera a España como una de las canditatas a la victoria?
Claro, la estoy viendo. Y no, no veo a España como favorita y eso me encanta.