Rubén de la Barrera (A Coruña, 1985) disfruta de sus vacaciones. Este viernes 14 de junio hace justo un año desde que el Deportivo le comunicó que no seguía al frente del equipo. A finales de septiembre, se convirtió en seleccionador de El Salvador, y tres meses después desembarcó en Portugal para entrenar al modesto Vizela, al que seguirá dirigiendo durante la campaña 2024-25, pese a no haber conseguido evitar el descenso a la Segunda División. El técnico del barrio de Elviña nos dedica un tiempo para repasar sus frenéticos últimos meses y la exitosa campaña deportivista.
Has vivido un último año loco.
La verdad es que sí. Mi salida del Depor se produjo en un momento tardío, el margen de maniobra que yo tenía era limitado y apareció la opción en El Salvador, a través de una persona que tenía claro qué quería hacer. No era un puesto de seleccionador al uso, dado que tendría responsabilidad y mucha incidencia en procesos de desarrollo allí porque, por varias circunstancias, se perdieron varias generaciones. Cuando ya estaba en El Salvador, recibí la llamada del Vizela, de la Primera División en Portugal. Yo pretendía compaginar ambos cargos, pero no pudo ser y por lo que era el reto, lo que suponía, la categoría, liga potente, clubes importantes... llegué a Vizela.
Estuviste 89 días en El Salvador. ¿Qué aprendizajes te llevaste?
Muchos. He contactado con mucha gente, con chicos que por un lado militan en la liga salvadoreña y con esos jugadores solíamos abrir microciclos de entrenamiento, y por otro lado, estaban las fechas FIFA en las que uno ya podía recurrir a aquellos jugadores que estaban militando en el exterior, fundamentalmente en la liga de Estados Unidos, en Costa Rica, Colombia y alguno en Europa.
Luego cogiste al Vizela, que ocupaba el penúltimo puesto de la clasificación y terminó descendiendo. Leí que te encontraste un ambiente muy tenso e incluso llegaron a dañar tu coche.
Eso no fue verdad.
¿Entonces no hubo ningún problema con eso?
No. El ambiente tiene que ver con las circunstancias del club, porque hay detalles que se nos escapan, pero no tiene nada que ver con lo que salió publicado por ahí.
Tengo un año de contrato y me siento respaldado y apoyado por la propiedad del Vizela
¿Cómo ha sido tu experiencia en Portugal?
Sabíamos adónde íbamos, la dificultad que nos íbamos a encontrar, el nivel de exigencia y, sobre todo, la urgencia de los resultados, pero a nivel futbolístico estoy muy contento por lo que hemos hecho allí, por el impacto que hemos tenido en aquel país. Evidentemente, me quedo con la espina de no haber logrado la permanencia, pero afortunadamente la gente de fútbol de allí valoró muy positivamente el cambio que dio el equipo, la identidad que asumió, cómo competía.
Siguen confiando en ti.
Tengo un año de contrato y me siento respaldado y apoyado por la propiedad, que está contenta con el trabajo que se hizo. También estoy muy contento con la receptividad de los jugadores y por estar de primer entrenador en la liga que más factura al año en traspasos. Hablamos de una liga vendedora, el mundo del fútbol normalmente dirige los ojos hacia Portugal o Bélgica, uno se siente observado y el impacto de lo que estás haciendo se deja notar allí. A ver si la próxima temporada seguimos dando pasitos y creciendo.
El Depor te destituyó hace un año. También ese mes echó a Fran, que era el responsable de la cantera. En enero cayó Mackay. Álex Bergantiños deja ahora de pertenecer al Consejo de Administración, tras una temporada... no parece que el club trate demasiado bien a la gente de la casa.
Lo importante es que el Depor está de nuevo en el fútbol profesional y después, poco más que comentar. Llevábamos varias temporadas en las que las cosas no salían, tocaba competir en una tercera categoría, entonces, lo importante es celebrar que el Depor está en Segunda, y a ver si se pueden constituir unas bases sólidas para poder ir acercando al club al primer nivel.
¿Te sorprendió el anuncio de la destitución de Mackay?
Me cogió fuera, en dos sitios diferentes. Me limito a valorar lo mío, que es lo que controlo. No sé qué ha ocurrido, pero también Mackay ha encontrado acomodo en Elda, otro equipo que está en Segunda, y lo importante es que pueda seguir disfrutando del fútbol.
Lucas ha finalizado el curso con 15 goles y 19 asistencias, y eso que parecía que se llegaba a dudar de él en la primera vuelta.
Es lo que tiene el fútbol, llegar a dudar de futbolistas que están muy por encima de este tipo de categorías. Si algo ha demostrado Lucas es compromiso, amor por el Deportivo y precisamente rendimiento y números. Todo lo que hizo en la segunda vuelta habla bastante más alto y claro que cualquier opinión que se haya vertido sobre él.
Con el gol de Lucas, el deportivismo, más que alegría, sintió alivio por toda esa ansiedad, tensión o frustración de todos esos años
¿Entiendes a quienes dudaron?
El fútbol se permite dudar de Messi, de todos... la memoria es muy corta, valoramos lo que está ocurriendo ahora y obviamos muchas circunstancias que se nos escapan. Dudar de Lucas me llama poderosamente la atención.
¿Viste el Depor-Barça Atlètic que selló el ascenso?
Sí, porque mi equipo había jugado el día anterior, y había que verlo.
¿Qué pasó por tu cabeza cuando Lucas metió el golazo de falta?
El deportivismo, más que alegría, sintió alivio por toda esa ansiedad, tensión o frustración de todos esos años enfrentándose a una situación que no le correspondía.
El Depor protagonizó una segunda vuelta de escándalo.
Lo que está claro es que en cualquier categoría, la victoria no es gratis. Aquí nadie regala nada y las cosas hay que ganárselas en el campo. El Depor es digno merecedor de lo que ha conseguido.
El club tuvo la paciencia con Idiakez que faltó con otros técnicos y la historia acabó bien.
La estabilidad es importante, que todo el mundo sienta que una dinámica concreta se gestiona desde la cabeza fría, desde la reflexión, desde el sentir que las cosas se están haciendo bien, aunque los resultados no acompañen. Eso impacta en todas las cabezas y en todos los jugadores y te otorga más confianza y serenidad para estabilizarte y regularizar tu rendimiento, como ha sucedido en el Depor.
La estabilidad es importante, que todo el mundo sienta que una dinámica concreta se gestiona desde la cabeza fría, desde la reflexión
El técnico, además, supo evolucionar durante la temporada.
Imanol me parece una persona íntegra. Me alegro mucho por él, de que haya podido darle la vuelta a la situación, convencido a los jugadores de su trabajo, lo hayan respaldado y también fueran al frente. Motivos más que suficientes para alegrarse y pensar que la próxima temporada el equipo va a seguir en esa línea y continuar soñando.
Mella, al que hiciste debutar la pasada campaña, se ha consagrado. ¿Esperabas que alcanzara un rendimiento tan bueno tan pronto?
Mella tiene algo muy bueno que escasea ahora mismo en el fútbol y es descaro, amenaza, uno contra uno, no abusar únicamente de venir a pie, sino también de atacar el espacio. Eso permite al equipo ganar en posibilidades de ataque, en amenaza en contraataque, al rival se lo haces pasar mal, porque son conocedores de las virtudes del chico. Además, a nivel mental él ha conseguido y otros le han ayudado a gestionar su momento de la mejor manera posible. Que David haya aparecido y lo haya aprovechado nos hace pensar que estamos ante un chico que tiene que seguir con ese plan de desarrollo, de crecimiento, no conformarse con lo que está haciendo y seguir dando pasos hacia delante, porque podemos estar delante de un jugador que puede ser muy importante en el futuro próximo del club.
Con Mella podemos estar delante de un jugador que puede ser muy importante en el futuro próximo del club
¿Podemos confiar en que él y Yeremay sigan siendo desequilibrantes en Segunda?
La Segunda División es una categoría dura, compleja, que demanda gestionar de la mejor manera tu nivel de expectativas, sabiendo que Yeremay y Mella van a tener momentos mejores, otros no tan buenos, como todos los jugadores y equipos. Entonces, va a ser importante ayudarlos en los momentos que no vengan tan bien dadas, pero estoy convencido de que van a encontrar su espacio y su rendimiento en la competición. Lo siento así y lo tengo claro.
También vienen fuertes Rubén López, Kevin, Barcia... Por fin se da a los chavales el espacio que se demandaba desde hacía tiempo.
Sentido común, en definitiva.
¿Ves un buen equipo para competir en Segunda?
Una cosa es ser entrenador y estar en un sitio las 24 horas del día y otra, emitir opiniones desde fuera. El Depor ha ascendido porque tiene buenos jugadores y se han hecho muchas cosas mejor que peor, eso es así. También hay que ser consciente del cambio de categoría, que es importante, pero se ha conformado una buena base y el Depor ejecutará movimientos que refuercen lo bueno que ya hay en el equipo de cara a hacer la mejor temporada posible en Segunda.
El Depor va a pertener a una categoría nueva; gestionar las expectativas y cada ola que venga va a ser determinante
Hay gente que, llevada por la euforia, ya pide subir a Primera.
Es normal. Eso se piensa y se llega a expresar en alto precisamente por la grandeza del club, pero creo que la gente es consciente de la realidad. Ahora mismo, el Depor va a pertenecer a una categoría nueva, exigente, en donde uno atraviesa por todo tipo de momentos, más buenos, menos buenos, y el hecho de gestionar las expectativas y cada ola que venga va a ser determinante, no volverse loco en la victoria ni en la derrota. Para mí, eso es fundamental.