El balón parado, ese aspecto del juego, en ocasiones subestimado, que tantas alegrías dio al Deportivo la pasada temporada y que fue tan importante para conseguir el título de liga y el ascenso a Segunda, provocó la derrota del Dépor el día de su regreso oficial a la Segunda División. El único gol del partido, obra de Del Moral, llegó muy pronto, en el minuto 5, pero fue suficiente para que el Real Oviedo se llevase los tres puntos de Riazor.

El madrileño Javier Calleja (46 años) le ganó la partida a Imanol Idiakez (52) en una falta lateral bien atacada por el Oviedo y mal defendida por el Dépor. Mal defendida porque, en el momento del cabezazo a gol del mediocentro Del Moral, había seis jugadores de camiseta blanquiazul –Villares, Petxarroman, Pablo Vázquez, Pablo Martínez, José Ángel y Ximo– en el área local y sólo tres del Oviedo en zona de remate –Alemao, Dani Calvo y Del Moral, que fue el que remató– con David Costas descolgado en el segundo palo. 

Paulino fue el encargado de ejecutar la falta lateral. El balón estaba a escasos cinco metros de la línea debanda y más próximo al medio del campo que al área del Dépor. Todos los futbolistas blanquiazules designados para defender la acción –un par de metros fuera de la frontal– estaban orientados hacia el balón y sólo viendo al atacante que tenían inmediatamente delante.

Seis camisetas blancas y azules deberían ser suficientes para defender a tres (o cuatro) blancas y rojas, pero no fue así. Del Moral arrancó desde el segundo palo en la espalda de José Ángel, que lo perdió totalmente de vista al no perfilarse para defender balón, espacio y rival, y por delante de Ximo, que era el último defensor deportivista pendiente del descolgado Costas. Pablo Vázquez, Pablo Martínez y José Ángel acabaron rodeando a Dani Calvo y Del Moral se quedó solo al alejarse de él Jurado y quedarse Ximo entre Del Moral y Costas.

El desajuste defensivo tuvo un desenlace fatal. El centro de Paulino fue perfecto y el remate de Del Moral, también. 0-1 en el minuto 5 y 0-1 en el 90.