El ascenso a Segunda División logrado el pasado domingo por el Deportivo cerró un ciclo de casi cuatro años de barro y decepciones en el tercer escalón del fútbol español. El club coruñés disputó su último partido en la categoría de plata el 7 de agosto de 2020 ante el Fuenlabrada. Un “paripé”, como bien describió en su momento Álex Bergantiños, porque el Depor ya había descendido matemáticamente sin tener la oportunidad de jugar la jornada final a la vez que sus rivales directos.
Desde aquella victoria inútil (2-1) ante un Fuenlabrada mermado por un brote de Covid que fue el origen de una serie de irregularidades que tuvieron al Depor como víctima, la entidad coruñesa ya no es la misma. Cuatro años dan para mucho –y en el Depor todavía más–, así que es buen momento para hacer un repaso de las diferencias existentes entre aquel Deportivo que comienza la 2020-21 en una Segunda B en plena reestructuración y el Deportivo actual, que mira al futuro con optimismo.
El Deportivo pasó de contar con un presupuesto de 20 millones de euros en la temporada 2019-20, la última en Segunda, a ver reducida drásticamente esa cantidad en torno a 10 millones de euros en la campaña 2020-21 con una previsión de pérdidas de 9,02 millones de euros.
Por otro lado, en la Asamblea de Accionistas celebrada el pasado diciembre de 2023, el Deportivo aprobó un presupuesto de 8,73 millones para el curso 2023-24, aunque con una reducción en el pronóstico de pérdidas respecto a los datos mencionados sobre la 2020-21: “Se prevé un déficit de 6,8 millones de euros”, aseguró Paulo Dinis de Brito, responsable de administración, planificación y finanzas del Depor, en la última Asamblea.
El informe anual realizado por el Deportivo sobre la campaña 2020-21 desveló que la deuda del club era de 57,09 millones de euros (51.571.673 eran de deudas a largo plazo y otros 5.523.403, a corto plazo).
El panorama económico en ese sentido ha cambiado porque el club ya ha anunciado que tiene prevista para este verano su salida del concurso de acreedores con una quita del 19,99%. El Deportivo anunció en la última Asamblea que debía 47 millones de euros a Abanca, mientras que también desveló la petición de préstamos por valor de hasta 17 millones de euros para afrontar el pago a los acreedores con el fin de salir en verano de la Concursal.
Por lo tanto, con Abanca como principal acreedor del club del que es propietario y con el concurso de acreedores en la recta final, el Deportivo recupera músculo económico para su regreso a Segunda.
El Deportivo cerró su campaña de abonados de la temporada 2020-21 con un total de 22.411 socios, una cifra que en ese momento supuso un récord histórico de la tercera categoría del fútbol español con el mérito añadido de que no se sabía si los aficionados podrían acceder al estadio de Riazor en un contexto de pandemia mundial de Covid.
A pesar del encomiable esfuerzo de los abonados blanquiazules en la 2020-21, la afición coruñesa reventó cualquier tipo de previsión en la presente temporada. El club cerró la campaña de abonados el pasado 30 de septiembre con 28.346 socios, una cifra sólo superada en los cursos 2000-01, 2001-02, 2002-03 y 2003-04, todos en Primera División y en Liga de Campeones.
Además, los 28.346 socios se trata de una cantidad límite impuesta por el propio Depor debido a la capacidad del estadio y a la necesidad de disponer de asientos libres para la venta de entradas en cada encuentro. Este bloqueo provocó la activación de un sistema de lista de espera de cara a la siguiente temporada 2024/25 que a estas alturas ya cuenta con más de 6.300 personas, según fuentes del club consultadas por este diario. Una barbaridad.
La temporada 2020-21 se desarrolló en su totalidad a puerta cerrada o con aforo limitado debido a la pandemia de Covid. No obstante, la asistencia media en la campaña anterior, la última del Deportivo en Segunda, fue de 17.476 espectadores en los 15 partidos con público antes de la expansión del coronavirus, mientras que el promedio en la 2021-22 cayó hasta los 14.404 aficionados, la cifra más baja desde que el club tiene registros, en los 17 partidos con Riazor abierto en su totalidad.
Esos números, condicionados en mayor o menor medida por el Covid, ya han quedado atrás y la afición del Deportivo ha protagonizado esta temporada una media de asistentes que se coloca como la cuarta mejor de la historia del club. Tras el partido frente al Barça Atlètic, Riazor ha acogido esta campaña 397.012 espectadores totales con un promedio de 22.056 por partido.
El récord de asistencia media lo tiene la 2012-13, la de la permanencia en la última jornada en el Camp Nou, con 23.864 aficionados. Y el podio lo completan la 2015-16, segunda consecutiva en Primera, con 23.797, y la 2016-17, tercera seguida en Primera, con 22.651.
Once futbolistas con pasado en la cantera deportivista o que al menos formaron parte del Fabril llegaron a disputar minutos en la temporada 2020-21 en Segunda División B o en la Copa del Rey: Álex Bergantiños, Mujaid, Borja Galán, Villares, Pablo Brea, Valín, Rayco, Adri Castro, Manu Mosquera, Iván Guerrero y Álex Barba.
La cifra no ha variado en la 2023-24 con minutos para Villares, Yeremay, Mella, Hugo Rama, Barcia, Rubén López, Martín Ochoa, Iano, Jairo, Kevin y Diego Gómez, además de la presencia del portero Alberto Sánchez como miembro del primer equipo aunque sin participación en ningún partido.
Sin embargo, el protagonismo de los canteranos ha sido mayor en la actual campaña y además se vislumbra un futuro esperanzador debido al potencial que viene por detrás. Los títulos en las categorías inferiores y las convocatorias internacionales de varios canteranos así lo avalan.