Durante las últimas jornadas, el Depor jugaba con un 'hándicap' añadido a tener que ganar para mantener la distancia con el Barça Atlètic: sus futbolistas apercibidos.

El pasado 7 de abril en el duelo frente a Unionistas, eran siete los jugadores blanquiazules que acumulaban cuatro tarjetas amarillas en su casillero. Después de que Alcaina, Yeremay, Jaime y José Ángel cumplieran ciclo, y con Ximo Navarro fuera de la convocatoria por lesión, en Sestao la preocupación se centaba en dos de los pilares de este Deportivo: Lucas Pérez y Diego Villares. Si alguno veía la tarjeta en Las Llanas, no podría disputar el partido del próximo 12 de mayo.

Pero hubo un encargado de que eso no sucediera y de tener al '7' disponible para el encuentro que puede suponer la vuelta al fútbol profesional: Berto Cayarga.

En el minuto 72, Yeremay provocaba un penalti que fue convertido por Lucas. Fue tanta la efusividad de lo que ese gol podía suponer, que el capitán no dudó en irse directamente hacia los aficionados desplazados, provocando que la valla cediera y multitud de ellos acabaran en el campo celebrando con el equipo. Una acción por la cual el colegiado podría haberle sacado tarjeta amarilla al coruñés.

Cayarga, que se encontraba calentando en la banda, ve cómo su compañero se camufla entre los seguidores deportivistas, y automáticamente se puede apreciar como su vista se dirige a ver dónde está el árbitro.

Una vez localizado, se adrenta en el mogollón y saca al de Monelos con fuerza del medio. No sabemos qué hubiera pasado en el caso de que se quedara más tiempo allí, pero es probable que gracias a la acción del asturiano, aplaudida y reconocida en redes sociales por los aficionados, Idiakez pueda contar con una de sus piezas más importantes para la final de este domingo.