El ascenso es, ahora más que nunca y después de esta última jornada, cosa de dos: Deportivo y Barça Atlètic. A pesar del empate ante el Arenteiro, que dejó mal sabor de boca por cómo se produjo, en el añadido, los blanquiazules son hoy por hoy los mejor posicionados para regresar a Segunda. Con 68 puntos siguen siendo líderes, a pesar de que los azulgrana les han recortado dos y estan a cuatro, con 12 puntos aún por jugarse.
El conjunto herculino puede cantar el alirón si es capaz de imponerse en los dos próximos encuentros, este fin de semana en las Llanas ante un Sestao que pelea por eludir el descenso y el próximo 12 de mayo en un choque trascendental y que se antoja como toda una final ante el filial culé.
En el Deportivo saben que nada está hecho, a pesar de que cada vez está más cerca y desde siempre el mensaje ha sido de prudencia y más después del empate sufrido ‘in extremis’ ante el Arenteiro.
“Venimos de tocar el infierno toda la primera parte, se ha hecho fuerte el equipo creyendo en sí mismo, con resiliencia. Se irán fastidiados (los jugadores) pero este martes nos miraremos a los ojos, volvemos a entrenar y a por todas en Sestao”, dijo Idiakez este domingo en sala de prensa.
Y es que este equipo sabe lo que es tocar posiciones de descenso a Segunda Federación, después de un primer tramo de competición nefasto. No hace tanto, el pasado mes de enero, cuando sufrió su última derrota a manos de la Cultural Leonesa, estaba entonces a 10 puntos del líder, una Ponferradina que sumaba en su casillero 39 unidades.
Ahora mismo el Depor tiene 68, a 11 están los bercianos (57), que cierran los puestos de playoff. El Nàstic de Tarragona, que llegó a liderar la tabla muchas jornadas, es tercero con 60 y se ha descolgado de esa pugna por el primer puesto.
Por detrás y empatado con las mimas unidades un Celta Fortuna que ha tenido momentos irregulares en este curso.
El Depor, por su parte, está firmando una segunda vuelta impoluta, con 12 victorias y tres empates, pero tiene que dar un arreón final si quiere lograr su meta.
Un objetivo que, a tenor del ritmo endiablado que llevan tanto blanquiazules como culés, parece ahora más que nunca cosa de dos, aunque con el Depor con ventaja.