Fue un partido en el que el resultado pudo haber caído para cualquiera de los dos bandos, pero que fue un encuentro muy serio por parte del Dépor. Una primera en la que parecía que nacía con mucha intensidad por parte de ambos lados, pero enseguida se iba apagando y se generaba mucho centrocampismo. Quizás era Ximo Navarro entonces el futbolista más destacado del equipo y Mario Soriano se mostraba bastante activo, pero no conseguía enlazar muchas jugadas de ataque. Se acumulaban muchos jugadores en el carril central, con una disposición ofensiva del equipo, con Mella y Yeremay, que se introducían en ese centro del campo y con un juego muy espeso. Había muchos problemas del equipo para intentar sujetar las transiciones del Burgos. Fruto de eso, en la primer parte el Dépor se va al descanso prácticamente sin disparar a puerta. La parte positiva es que esta dupla de José Ángel y Mfulu, que le da bastante seguridad al equipo, conseguía desactivar al futbolista que se mostraba más en forma en ese momento, que era Curro.
En la segunda todo cambió, el partido de abrió bastante, ya que ambos equipos buscaban más área rival. Por ese motivo aparecían más espacios y se estiraban más los dos equipos, con repliegues muy intensos del Burgos y más dinamismo. Al final llegó esa acción buena de Ximo por banda con un buen gol de Soriano a un Dépor que supo jugar mucho mejor los últimos minutos del partido, con respecto a la semana pasada en Málaga. El Dépor supo contener las ocasiones, el Burgos que cambió el dibujo a 4-4-2 metiendo a Fer Niño para tener dos puntas y tener situaciones de área, pero salvo algunas internadas de Sancris el Dépor lo contuvo bien y fue justo vencedor de los tres puntos.