El Almería-Deportivo está condicionado por las bajas, especialmente focalizadas en el centro del campo de los dos bandos. El equipo de Óscar Gilsanz sigue una semana más sin recuperar a sus mediocentros Nuke Mfulu y José Ángel ni al polivalente Jaime Sánchez, mientras que el cuadro de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ cuenta con las ausencias de Dion Lopy y Lucas Robertone y la duda de Gonzalo Melero. Un contexto sin apenas mediocentros que obliga a los dos técnicos a cuidar sus decisiones en la medular.
El Deportivo ya lleva cuatro semanas formando con un doble pivote en el que sus dos integrantes se han tenido que adaptar a un nuevo rol. Diego Villares, determinante en la presión y como acompañante de un mediocentro más posicional, es ahora quien debe ejercer el papel que en su momento hicieron José Ángel o Mfulu. A su lado, Mario Soriano continúa en su tránsito desde la mediapunta a la sala de máquinas. “Tengo esa mente de mediapunta o de jugador de ataque, me gusta llegar al área, y sé que de ‘8’ es más difícil porque tengo que estar más pendiente de la gente que se queda descolgada. Y Villares también tiene esa idea, pero ahora su rol es quedarse más atrás”, explicó el propio Soriano tras ser el autor del gol del triunfo ante el Eibar (1-0).
Por lo tanto, todo parece indicar que la extraña pareja Villares-Soriano seguirá dirigiendo al Dépor desde la medular. Óscar Gilsanz también cuenta con la posibilidad de dar entrada al centrocampista inglés Charlie Patiño, aunque el técnico dejó caer ciertas dudas sobre el rol del ex del Arsenal en el futuro a corto plazo: “Estamos viendo qué tipo de jugador es, qué puede aportar. Vamos a ver dónde lo vamos ubicando y qué nos aporta. En ese doble pivote puede ejercer y vamos a ir fortaleciendo su trabajo defensivo. Hay que trabajar un poco con él para que esté totalmente preparado para poder jugar”, comentó Gilsanz la pasada semana.
Además, el mediapunta Hugo Rama y el lateral Álex Petxarroman también han actuado ocasionalmente en el doble pivote. Sin embargo, las múltiples bajas del Dépor les hacen más necesarios en sus demarcaciones naturales.
El Almería afronta una situación similar en su centro del campo de cara al partido contra el Dépor. Rubi solo cuenta con un centrocampista natural, Iddrisu Baba, debido a las ausencias del lesionado Lucas Robertone y el sancionado Dion Lopy, a las que podría sumarse Gonzalo Melero: “Tiene una molestia en la pierna, valoraremos mañana (por hoy) si tiene buenas sensaciones”, afirmó el míster rojiblanco.
Si se confirma la baja de Melero, el Almería, que habitualmente utiliza un 1-4-4-2, tendrá que buscar una solución imaginativa en la elección del acompañante de Baba. Rubi cuenta con futbolistas que se pueden adaptar al puesto aunque, como sucede en el caso del Dépor, no son especialistas de la posición.
El entrenador del conjunto andaluz ya utilizó al central Edgar en el doble pivote en otras situaciones de emergencia, pero esta decisión modificaría una defensa que ya tiene aseguradas las bajas de los internacionales Marc Pubill, concentrado con la sub-21 española, y Bruno Langa, con Mozambique.
Otra alternativa es marcarse un ‘Mario Soriano’ y retrasar a uno de los futbolistas habituados en tres cuartos. Sergio Arribas, Nico Melamed o Arnau Puigmal son los candidatos a acompañar al mediocentro ghanés con esta fórmula.
Por otro lado, el Almería tiene en sus filas a un jugador más acostumbrado a ejercer de pivote, pero apenas ha tenido protagonismo en la presente temporada. Se trata de Gui Guedes. El centrocampista portugués, ex del Lugo, solo disputó un partido de Copa del Rey como titular y contó con unos minutos en los encuentros de Liga ante el Zaragoza y el Oviedo.
Sea quien sea el elegido como pareja de Baba, el Almería experimentará una situación similar a la que el Dépor se ha visto obligado a atravesar en las últimas semanas. Los dos equipos saltarán al UD Almería Stadium con un centro del campo que no habrían imaginado al inicio de curso.