La junta de accionistas convocada por el Deportivo para el 26 de junio ha suscitado diversas dudas e interrogantes en el seno del deportivismo. La entidad coruñesa pretende realizar una reducción del capital social, así como una posterior ampliación, para “restaurar el equilibrio de patrimonio neto de la sociedad”, según el comunicado del club, y aumentar así el tope salarial de cara al inminente regreso a Segunda División.
Uno de los primeros puntos clave es la “disminución del valor nominal de las acciones de la sociedad en 60,02 euros hasta el valor nominal de 0,08 euros por acción”, informó el club herculino. No obstante, el valor nominal de las acciones no representa su valor real. De hecho, las cuentas anuales auditadas arrojan un patrimonio neto negativo, por lo que el valor contable de estas acciones es 0 euros.
Es decir, el valor nominal de las acciones no se corresponde con su valor real. Por poner un ejemplo cercano, en el caso de una empresa como Inditex el valor nominal de sus acciones (0,03) es mucho menor que su cotización (más de 44 euros) debido a los beneficios que genera y que se espera que produzca en el futuro. Mientras, en el caso del Deportivo la situación es la inversa debido a las pérdidas y deudas acumuladas a lo largo de su historia.
En segundo lugar, otro factor que genera interrogantes en el deportivismo es el cambio en el mapa accionarial. La disminución del valor de las acciones permitirá al club compensar pérdidas y equilibrar las cuentas, pero junto a la ampliación de capital propuesta, también provocará el aumento del poder de Abanca. El banco gallego, que actualmente controla el casi el 77% de las acciones del club, pasará a ser el propietario de un porcentaje mucho mayor. La ampliación de capital programada, que incluye tanto la compensación de préstamos ya concedidos por Abanca como la aportación de ‘nuevo dinero’, supondrá la emisión de más de 128 millones de nuevas acciones. Teniendo en cuenta que existen en la actualidad 759.692 acciones, Abanca se convertirá en el propietario casi ‘único’ si, como parece presumible, el resto de accionistas no acude a la ampliación de capital ya que no podrá contar con influencia real en el club.
Es decir, si todos los accionistas ejercen su derecho preferente de suscripción, Abanca pasará a contar con aproximadamente el 89% de las acciones. Sin embargo, si Abanca suscribe su parte y el resto del accionariado no lo hace, la empresa de Juan Carlos Escotet superará de largo el 99% del capital.
Se trata de dos ampliaciones de capital. La primera para capitalizar los préstamos ya concedidos por Abanca por un importe de 69 millones de euros y la segunda la aportación de ‘dinero nuevo’ por un total de casi 67 millones. Estas operaciones permitirán recobrar su equilibrio patrimonial y financiar la salida definitiva del concurso de acreedores, con la liquidación de la deuda concursal. Esta liquidación de la deuda histórica permitirá al Deportivo incrementar su masa salarial y por tanto ser más competitivo en el fútbol profesional.